John Elvis Vera Suarez
En los primeros díasde enero, apenas comenzando el 2.022, ya van 4 masacres en el territorio nacional. Doloroso inicio del nuevo año. La tragedia del conflicto armado que aún no cesa en nuestra querida tierra y como siempre quien lleva la peor parte es el pueblo y sus lideres que defienden a sus gentes y sus territorios. Y en esta agresión armada los activistas ambientales, los defensores de los derechos humanos y los lideres indígenas, son quienes más sobresalen entre los caídos por las balas asesinas.
Ilusionaron a la clase trabajadora con el aumento anual del salario, pero la subida del dólar y el alza de los precios de los alimentos y demás, ya rebasó dicho aumento. La reiteración perversa de más salario mayor costo de vida. Y no es que sea erróneo el aumento de este, sino que bajo el mismo pretexto los dueños de la economía manipulan para aumentar sus ganancias. Es decir, la capacidad adquisitiva de las mayorías en Colombia, este año será menor a la del 2.021.
Todo parece indicar que la pandemia va para rato. La Organización Mundial de la Salud (OMS), prevé al menos en Europa una expansión rápida de la misma entre el 50% de la población. En lo que respecta al Quindío ha estado varios días sin el biológico para la tercera dosis. Si no se logra con prontitud la vacunación universal, esta seguirá propagándose y mientras no hagamos la transición a una sociedad en armonía con la naturaleza, los científicos aseguran que seguirán apareciendo nuevas pandemias.
El deshielo de los glaciares sigue acelerándose.El calentamiento de los océanos continua y su nivel aumenta cada día. La desforestación no cesa en especial en los países y regiones ecuatoriales, entre ellos Colombia. El saqueo de los territorios por grandes explotaciones mineras continúa agravando los conflictos socio-ambientales.La economía basada en los combustibles fósiles y la ganadería desbordada agrandan la emisión de gases efecto invernadero. La pérdida de suelos fértiles para la agricultura empeora la falta de seguridad y soberanía alimentaria.
Este año será de suma importancia en la percepción social, los programas y acciones de los nuevos gobiernos llamados progresistas en América Latina, como Honduras, Perú, Bolivia y Chile. Esto influenciaráalos movimientos sociales del continente y su posibilidad de incidir en el devenir de sus propios países.
En el 2.022 se realizarán las tan esperadas elecciones del nuevo Congreso de Colombia y las Presidenciales. Estas han causado mucha expectativa ante la gran probabilidad de la llegada a la Presidencia de la República de un gobierno progresista que promete darle un giro a la política en el país y al manejo de la cosa pública.
La sociedad tiene la oportunidad de expresarse masivamente por el gobierno que quiere gobierne los próximos años. Es esencial que votemos a conciencia por el bienestar colectivo.