La decisión tomada por la Dirección Nacional del Partido Liberal en relación con el aval para el candidato de la colectividad a la gobernación del Departamento del Putumayo, ha causado reacciones que han trascendido más allá de lo esperado, enturbiando el ambiente político y afectando la unidad que se requiere para encarar la contienda electoral que se avecina.
Aval concedido pensando en partido
El aval entregado al Doctor Iván Gerardo Guerrero Guevara fue concedido por la Dirección Nacional del Partido Liberal en ejercicio de las facultades que le asisten como Representante Legal de la colectividad, esto debe quedar claro de tal manera que no haya lugar a equivocaciones o amañadas interpretaciones para no confundir rojo con azul o verde con amarillo y se llame pan al pan y vino al vino.
Hasta que la Dirección Nacional Liberal tomó la decisión de conceder el aval para la gobernación lo que se podía observar era una lista de cuatro aspirantes con una excelente hoja de vida. Cualquiera de ellos podía ser el candidato de la colectividad, por eso, la situación no era nada fácil para la Dirección Nacional Liberal, pero era una decisión que debía tomarse en concordancia con la ley y las disposiciones del partido. En consecuencia, el procedimiento o el cómo se llevó a cabo la toma de decisión le corresponde aclarar a la Dirección Liberal Nacional y no al Representante Guillermo Rivera Flórez.
En lo que no puede haber duda alguna es en el comportamiento serio y responsable de la Dirección Nacional Liberal que es muy cuidadosa en tomar decisiones de éste tipo y, si lo hizo, no es porque uno u otro aspirante a ser candidato del Partido a la gobernación del Putumayo no se lo mereciera sino porque los sondeos y consultas realizadas favorecieron al Doctor Iván Gerardo Guerrero Guevara a quien ahora se le debe ofrecer todo el respaldo que demanda la dignidad de candidato adquirida.
Cuando aparece el problema
En general, es natural que las decisiones que se toman gusten a unos y a otro no, también es natural que se suscite el debate y la discusión a partir de sólidas argumentaciones en las instancias correspondientes utilizando para ello los canales establecidos. El problema surge cuando quienes no son favorecidos rechazan la decisión y recurren a conductos inapropiados para hacer sus reclamaciones o manifestar su inconformidad.
En el departamento hace muchos años que se viene practicando la perjudicial actitud de rechazar decisiones que provienen de instituciones y organizaciones legalmente constituidas sin pensar en el daño que se ocasiona al ordenamiento social, jurídico y político. La situación inquieta más cuando este tipo de cuestionamientos provienen de personas que por el nivel de formación, liderazgo, responsabilidad institucional y social están llamadas guardar mesura. Es increíble que pierdan fácilmente el dominio propio y sin pensar en las consecuencias comiencen a acusar, señalar y desatar una cacería de brujas sin fundamento. Generalmente sucede cuando por encima de los intereses de los partidos o movimientos políticos están los intereses personales de una o varias personas que no miden los serios daños e inconvenientes que la causan a las organizaciones políticas en su prestigio, disciplina y autoridad.
Porque preocupa la situación política
La situación es preocupante por varias razones: primero, por el caos, desorden o desconcierto que se provoca; segundo, por el debilitamiento de la unidad de la colectividad; tercero, porque facilita a sus contradictores políticos obtener ganancias con el menor esfuerzo; cuarto, por la falta de objetividad al responsabilizar equivocadamente a quien no corresponde; quinto, por generar confusión e incapacidad para diferenciar el interés del partido del interés particular.
La actitud ideal
Lo que se debería haber hecho era comenzar por acatar la decisión de la Dirección Nacional Liberal y si no se estaba de acuerdo con ella, siguiendo el conducto regular establecido, iniciar inmediata reclamación dirigiéndose a la misma Dirección Liberal Nacional, al Tribunal de Garantías y a la Veeduría Nacional del Partido para que se pronuncien al respecto.
La posibilidad de renovación
Renovar a un partido o movimiento político no es fácil, demanda claridad ideológica, disciplina e intenso y sostenido trabajo político, exige desarrollar procesos serios de cambio y transformación a su interior. Es en esos procesos donde se forjan los conductores políticos que logran trascender históricamente, no en la cómoda actitud de salirse de ellos para señalar, acusar o despotricar de sus dirigentes. Los grandes cambios son procesos que demandan mucho trabajo político, entrega, sacrificio, persistencia en el propósito y sobre todo madurez. Los cambios en las colectividades no se dan de la noche a la mañana, requieren de maduración y de factores que lo favorezcan.
Manifestación final
Lamento mucho que la Doctora María Ester Bernal se haya descompuesto en el momento que se esperaba de ella una demostración de mesura y dominio propio, pese a lo que paso, considero que todavía es tiempo para corregir lo actuado mostrando su finura porque los aspirantes que no fueron avalados y muestran sus quilates, merecen reconocimiento, admiración y respeto.