Por : Carlos Caicedo Enríquez.
Gran parte de la ciudadanía de Putumayo está indignada y tienen razón. Por supuesto debemos estar en calma y esperar que se surta el proceso administrativo del nombramiento de un gobernador encargado. Así mismo, es menester que se sigan brindando las garantías procesales al gobernador Buanerges, que se actúe en derecho, se absuelva o se condene.
La calma es necesaria, pero que la gente muestre su indignación está bien, eso muestra el dolor que se siente por la presunta pérdida de recursos públicos en manos del cáncer de la corrupción. ¡Que tal que no nos doliera!
En términos democráticos, los ciudadanos entregamos el poder a nuestros gobernantes, sin embargo, nunca podemos renunciar a nuestro derecho de vigilar y controvertir al poder, de ahí la importancia de las redes sociales en nuestro tiempo.
Todo aquel que entra en la función pública debe tener claro que sí hace su labor con honestidad, recibirá el reconocimiento social, de lo contrario, la misma sociedad lo señalará , es la realidad y no podemos adornarla con palabras bonitas.
Todo este caos administrativo, nos debe dejar claro que debemos aprender a elegir. Desde la campaña se sabe cómo será el posible gobierno.
Calma sí, pero con racionamiento crítico. La ciudadanía está en su derecho de señalar a todo funcionario que actúe contra los principios del buen gobierno. El Estado Colombiano debe brindar las garantías procesales y la ciudadanía puede expresar libremente su indignación, sin caer en violencia y respetando las decisiones logradas en derecho.