Para comenzar… ¿Qué es la catarsis?
La catarsis es una de las maneras que los seres humanos utilizamos para liberarnos de ideas o emociones negativas utilizando para ello la comunicación. Mediante la catarsis la persona o las personas se descargan de aquellas pasiones o emociones que relegó al inconsciente como un mecanismo de defensa ante la pena o el miedo que siente para hacerlo en su debido momento de manera franca y abierta.
¿Cómo hacen catarsis algunos putumayenses?
Mediante escritos, sobre todo en tiempos electorales. Si hasta más o menos los años ochentas la catarsis se hacía verbalmente en corrillos, en cafeterías, encuentros o reuniones de amigos acusando, señalando o despotricando de los candidatos que no eran de la preferencia personal o social, hoy se la hace utilizando las ventajas que ofrece el desarrollo de la tecnología y las comunicaciones.
¿Dónde encontrar ese tipo de escritos?
Abra las páginas y portales web de la región como www.miputumayo.com.co, zoominformativo, putumayo estéreo y otros, para darse cuenta de la cantidad de comentarios mediante los cuales nuestra gente hace su catarsis en relación con la situación política y administrativa de los municipios y el departamento.
Hay otro tipo de escrito tradicional que es el pasquín pero que tienen otro tipo de proceso, primero se imprime o multicopia y luego se distribuye por el sistema de puerta a puerta o persona a persona y finalmente se escanea para subirlo y distribuirlo por internet.
¿Cuál es su característica más sobresaliente?
Entre todas sobresale el anonimato, consecuencia lógica del miedo, el temor y la cobardía generalizada a sostener con evidencias, ante instancia disciplinaria o judicial correspondiente, la cantidad de barbaridades que expresan o presentan mediante la utilización de correos con nombres falsos, de manera que cualquiera puede decir todo lo que se le ocurra de algún gobernante, funcionario, político o aspirante a cargo de elección popular. Es el viejo método de “tirar la piedra y esconder la mano”.
Otra característica es su irracionalidad que la carga emocional no le ha permitido a la persona lograr un grado o nivel razonable de elaboración conceptual, política o ideológica. Generalmente, la envidia es una de las bajas pasiones que acompaña a este tipo de personajes. Al envidioso le duele el bien ajeno o que otro pueda ser lo que él añora ser y no ha podido ser. Parte del supuesto “yo soy bueno, tu eres malo”.
¿Pero qué función cumple?
Así como el vómito cumple con la función biológica de desintoxicar al organismo, la catarsis cumple con la función de desintoxicar emocionalmente al ciudadano formado y al que está en formación.
Lamentablemente, el comentario mal intencionado se esparce con prontitud, encontrando en gran parte de las personas disposición al chisme y a la difamación, terreno propicio para que la cizaña crezca.
¿Dónde estaría el error de un pueblo?
En dejar que la irracionalidad que caracteriza a los comentarios se convierta en la información que sustente la toma de decisiones políticas o administrativa de los putumayenses.
El excesivo emocionalismo parece que nos ha convertido en coleccionadores de fracasos. Para no ir muy lejos, el discurso o las referencias insultantes y enardecidas en contra de la “corrupción” (que por el daño que le hace a la sociedad se debe combatir), es uno de ellos. En las pasadas elecciones, la gran mayoría de putumayenses votamos movidos por el emocionalismo. El resultado, otra frustración. Como se dice, salimos de Guatemala para caer en Guatepeor.
Bueno fuera hacer un estudio sobre la catarsis de los putumayenses que permita descubrir los sustratos que a través de intrincadas raíces a alimentan sus pasiones y emociones.
¿Conviene hacer catarsis?
Claro que hacer catarsis es conveniente, permite descargar cantidad de emociones negativas represadas que pueden desencadenar actitudes y comportamientos antisociales. Está bien que la gente denuncie o se pronuncie en contra de lo indebido pero utilizando lo debido. No está mal que la gente exprese de manera franca y abierta sus molestias y sus desacuerdos, pero que lo haga de manera seria, inteligente, responsable, evitando caer en la grosería y vulgaridad. La diferencia o la diversidad en una sociedad es un indicador irrefutable de su riqueza. La oposición reflexiva es un componente necesario al sistema democrático.
Para concluir: al momento de elegir, los comentarios se deben tomar como son, como comentarios que deben someterse a análisis serio y responsable, entendiendo que los hechos o sucesos obedecen a leyes o factores históricos, económicos y sociales que hicieron que fueran posibles en el lugar y en el tiempo determinado, que la decisión de votar por tal o cual candidato, sea del partido que sea, se base más en factores racionales que en factores emocionales.
Jaime Erazo13 de mayo de 2011