Silvio López Fajardo. 31 de marzo de 2020.
El Pianista Beethoven, fue un genio natural alemán que nació en Bonn en el año de 1770, se entró en la música clásica a temprana edad, quien sufrió una sordera compleja, ya en 1815 perdió la capacidad auditiva por completo, pero su esperanza fue siempre componer, aun en su soledad y ahí fue donde él pudo descubriese para componer sus mejores obras musicales, como: El silencio, claro de luna, para Elisa “Für Elise», virus, Aranjuez y otros toque diamantes que caminan en la actualidad como almas perdidas, buscado ser escuchados por el silencio de la vida.
Beethoven, en sus escasos 56 años de edad, ha dejado a la humanidad un legado sin precedentes, su música que nació en su silencio y en su dolor, este año cumplió 250 años de vida musical, donde sus notas y pinceladas de corazón son interpretadas y escuchadas con pasión. De este genio se dice que es aún un ser iluminado por los de arriba, donde sus notas musicales podrían tener el secreto del encuentro con Dios.
En cada nota musical de Beethoven, podría la humanidad encontrar la llave de vivir de la música, como alimento de vida y podríamos nutrir el alma y el cuerpo. La capacidad de conectarnos con su música podría enriquecer nuestros conocimientos, aun los más extraños para el hombre y nuestra mente iniciaría un viaje al despertar de conciencia, el despertar con el único propósito de vivir felices.
La música de Beethoven, nos guía al camino de la luz, una luz de amor por la vida, asimismo sube nuestra energía y potencializa nuestros Chacras, desbloquea las energías oscuras de nuestro cuerpo y nuestra alma, busca el equilibrio de nuestra aura. Ahora con la situación del Coronavirus, invito con emoción y dulzura a escuchar a Beethoven con el objetivo de re potencializar nuestra capacidad de inmunidad, es hora de aprovechar uno de los secretos de este genio, su música protege y sana le alma y el cuerpo.
No cabe duda que la misión de Beethoven es proteger los territorios sagrados de la humanidad y los territorios cuerpo de cada persona que se logre conectar con su música, además de sanar su cuerpo y alma, buscando el despertar de la conciencia, es como el fin y el inicio, como la muerte y la vida, como morir y nacer, solo sé que su música puede reconstruir tu cuerpo y tu alma. “Conéctate” y gracias Beethoven por tu mayor regalo a la humanidad, aunque tu música siga siendo un secreto.