Fuente : DiariodelHuila
Por: María Elia Abuchaibe Cortés
Una de las mejores noticias que ha recibido el país durante los últimos 50 años es que la transformación de los 170 municipios de Colombia más afectados por la violencia, existencia de cultivos ilícitos, pobreza y falta de presencia del Estado, ya empezó. La tarea, liderada por la Consejería Presidencial para la Estabilización y la Consolidación y la Agencia de Renovación del Territorio, ART, incluyó la formulación de los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial, PDET, para 16 subregiones, 170 municipios y 70 mil veredas. En ellos se identificó la necesidad de llevar acabo aproximadamente 200.000 proyectos en el corto, mediano y largo plazo.
Es una tarea titánica que ha requerido la articulación de diversos actores públicos y privados para hacerla realidad, entre otras razones, porque la capacidad técnica en alcaldías y gobernaciones para la estructuración de proyectos ha sido la principal limitante para que estos ejecuten planes de inversión de impacto para sus comunidades.
Por eso, en la Empresa Nacional Promotora del Desarrollo Territorial, ENTerritorio, como brazo estructurador del Sector Planeación, al servicio de municipios y departamentos, hemos atendido el llamado y con diligencia estamos trabajando de forma articulada con la Consejería y la ART, y algunos ministerios, para que las obras de alto impacto en materia de infraestructura vial, saneamiento básico y electricidad tengan estudios y diseños que promuevan su ejecución con eficiencia y solidez técnica.
Es así como estamos avanzando en el corazón del Putumayo en el desarrollo de la vía que conecta el sector de Santa Lucía, en Puerto Guzmán, con Los Mangos y la inspección de policía de Arizona, en Puerto Caicedo. En ese departamento también hemos trabajado, junto a la ART, en apoyar la provisión de energía fotovoltaica en 9 municipios, lo cual hemos replicado para dos del Caquetá y uno de Sucre, sumando 2.103 soluciones individuales. Adicionalmente, en el Urabá estamos estructurando la vía que conecta los municipios de Tarazá, en Antioquia, y San José de Uré, en Córdoba, clave para mejorar la movilidad en esta región del país.
La estructuración de estos proyectos incluye estudios de factibilidad financiera, análisis legal, diseños de detalle, presupuesto, cronograma, así como la evaluación de riesgos. Las estructuraciones también permiten trabajar en equipo y en las regiones junto a los servidores públicos de las entidades territoriales. Esto genera el aprendizaje mutuo y el fortalecimiento de capacidades en los territorios, promoviendo su empoderamiento de los proyectos.
Sabemos que el camino por recorrer aún es largo, pero estamos yendo a buen paso y con transparencia, promoviendo que esa transformación en los territorios se realice a partir de obras cuyas características sean la eficiencia y la solidez técnica. Es la forma en la que estamos convencidos que se llega a la paz con legalidad y equidad en los territorios.