Por Juan Carlos Espinosa Santacruz
Nuestro sistema democrático nos convoca este 27 de Octubre a elegir alcaldes, concejales, gobernadores y diputados. En esta cita ejerceremos el derecho a elegir y ser elegidos consagrado en la constitución nacional y que es uno de los pilares de la democracia.
En un artículo publicado a través de este mismo medio titulado La Importancia de Participar en la Politica señalé lo siguiente, que considero necesario retomar en estos días cruciales:
“Es una obligación, en defensa de la sociedad, participar con más responsabilidad y decisión en la política, porque si se la seguimos dejando a los politiqueros seguirán dividiendo a nuestro país, se prolongará la violencia y la intolerancia, seguirán estancados nuestros territorios y sociedades, seguirá el saqueo de los recursos públicos y la manipulación de la gente poco informada y poco formada en lo político.”
Es necesario ser conscientes del inmenso poder que tiene el voto. Es a través del voto que elegimos quien nos va a gobernar, quien va a manejar los recursos del territorio, quien va a liderar la búsqueda de soluciones a los problemas más sentidos de la comunidad; quien hará la defensa de la vida, de los derechos y de los intereses de los ciudadanos.
El voto tiene el poder de ayudar al progreso de los pueblos o de prolongar su atraso. El voto tiene el poder de hacer que nuestro departamento y nuestros municipios avancen o se queden estancados. El voto tiene el poder de decidir si le entregamos la administración de los recursos públicos a politiqueros corruptos aliados con las mafias criminales o se lo entregamos a personas decentes, honestas y comprometidas a trabajar de la mano con la comunidad, que entienden la política como un servicio y no como un negocio.
Por eso es tan importante la decisión que debemos tomar al votar este domingo 27 de Octubre. Está en nuestras manos corregir el rumbo, está en nuestras manos dignificar la política. Está en nuestras manos ayudar a que nuestros territorios salgan del atraso en que se encuentran. Cada vez que elegimos mal nos condenamos a 4 años de mala administración; cada vez que elegimos mal autorizamos el mal uso de los recursos y el robo de los mismos.
Creo importante anotar que la política ha cambiado, ahora los ciudadanos votan con mayor libertad, se han liberado de dogmas y banderas partidistas y se fijan más en las personas, en las ideas y en lo que representan. Esa es una buena señal. Eso es ganar conciencia. Ningún ciudadano debería sentirse propiedad de un partido, sino un actor social y político con capacidad de analizar y decidir cuál es la mejor propuesta, independientemente del color político, porque los intereses de la comunidad están por encima de los partidos políticos.
Sin embargo, la democracia tiene grandes enemigos que ponen en riesgo la convivencia, el progreso social, los derechos humanos, la vida y las decisiones de los ciudadanos. Uno de los mayores riesgos es la financiación de las campañas políticas por bandas delincuenciales, por el narcotráfico y por la corrupción, que quieren tomarse o continuar en el poder. Una señal de alerta de la presencia de dineros de mala procedencia y del riesgo que corre el territorio, es el derroche de dinero de algunas campañas, el gasto excesivo en publicidad, en vehículos, en sedes políticas ostentosas. Otro gran riesgo es la compra de votos, con diversas artimañas que obstaculiza la libre decisión de los ciudadanos.
No obstante a estos riesgos, creo en el voto consciente, en el voto responsable, en el voto digno, en el voto decente de los ciudadanos para darle la oportunidad de gobernar a las personas más indicadas, a hombres y mujeres capaces, decentes, con hoja de vida libre de toda duda o sospecha, a personas que por su trayectoria se distingan como ciudadanos honestos, propositivos, sensibles a los problemas ciudadanos y con capacidad de unir a las personas para concertar entre todos soluciones a los problemas de la gente y de sus territorios.
Tenemos la responsabilidad y la oportunidad de cambiar el destino de nuestros municipios y de nuestro departamento. Como lo señalé en el artículo citado en párrafos anteriores:
“Debemos unirnos en cada municipio, para devolverle la palabra al ciudadano y el poder al pueblo, poder que ha sido capturado por los corruptos y mercaderes de la politiquería. Debemos reclamar el espacio de la política para las personas decentes comprometidas con los más altos intereses comunitarios, por encima de intereses individuales, personas con capacidad de unir a la comunidad para consolidar la paz, la democracia y el progreso sostenible con justicia social.”
También es conveniente hacer una llamado al respeto a todos los candidatos y a sus seguidores. La política es para unir, no para dividir. Participemos de esta fiesta democrática con cultura ciudadana, respetando lo que cada quien decida, pues todos tenemos ese derecho.
Cada uno de los ciudadanos debe analizar a los candidatos, sus propuestas, su trayectoria, sus aliados, sus antecedentes y escoger a conciencia y con toda libertad lo que más le convenga al Municipio y al departamento.
Yo por mi parte, fiel a mis convicciones y convencido de que es lo que más conviene al territorio, decidí apoyar a la Gobernación a Jorge Andrés Cancimance y a la alcaldía de Mocoa a Jhon Jairo Imbachi y la Asamblea del Departamento a Ramón Enrique Apraez. Ojalá que en esta ocasión escojamos bien.