Aunque en Valledupar los pueblos indígenas no realizaron actos simbólicos para conmemorar el Día Internacional de los Pueblos Indígenas, los representantes de las etnias que existen en el Cesar alzaron su voz ante las autoridades gubernamentales para que les garantice el cumplimiento de sus derechos.
El cabildo gobernador kankuamo, Jaime Arias, aseguró que las principales problemáticas que poseen los denominados ‘hermanos mayores’ son: las amenazas en territorios indígenas generadas por los macroproyectos, por el conflicto armado de bandas criminales que se han generado después de la desmovilización de los grupos paramilitares, por el cambio climático que genera sequía, alteración en los patrones productivos y la intromisión de personas ajenas a nuestro territorio.
“Lo que le pedimos a las autoridades es que cumplan con la normatividad que ya está establecida en la constitución colombiana y diversas leyes relacionadas a temas indígenas. Básicamente pedimos la garantía de los acuerdos que ya se han firmado y se han incorporado en el Plan Nacional de Desarrollo, en los Planes de Salvaguarda y en los planes de garantía. Lo que se requiere es la protección presupuestal y la adopción de medidas legislativas para garantizar estos derechos. Es hacer cumplir con lo que ya está establecido”, acotó el líder kankuamo.
Cabe recordar que en el Cesar existe una población cercana de 60 mil indígenas, entre Arhuacos, Kowis, Wiwas, Kankuamos, Yukpas y Chimilas, así como asentamientos de los pueblos Barí (de Norte de Santander), Inga (de Putumayo), Zenú (de Córdoba y Sucre), Wayúu (de La Guajira).
Reiteran el sí a la paz
La Organización Nacional Indígena de Colombia, ONIC; la Organización Nacional de los Pueblos Indígenas de la Amazonía Colombiana, Opiac; la Confederación Indígena Tayrona, CIT; las Autoridades Indígenas de Colombia, AICO; ‘Por la Pacha Mama’; y Autoridades Tradicionales Indígenas de Colombia-Gobierno Mayor, en calidad de miembros de la Mesa Permanente de Concertación con los Pueblos y Organizaciones Indígenas, conocedores de los irreparables daños que la guerra le ha causado a sus pueblos se reunieron en Bogotá, donde reiteraron su vocación histórica de paz e invitaron a la sociedad colombiana para decirle ‘sí a la paz’.
A través de un comunicado, la ONIC manifestó que “los pueblos Indígenas practicamos y vivimos la paz, a partir de un profundo respeto por todo lo que existe en el universo. Para nosotros, la paz es armonía y equilibrio, es una construcción social que va más allá de los diálogos en La Habana, y el cese de las confrontaciones armadas, materializándose en condiciones y garantías que privilegian el derecho fundamental a la vida y al buen vivir”.