Las Farc jamás han representado al pueblo

Dice Timochenko que el gobierno se ha dado a la tarea de desprestigiar su movimiento subversivo, y le reclama por esto; además  se muestra molesto porque según él, siguen en algunos lugares los bombardeos contra sus campamentos. Santos entre tanto muestra su desespero,  porque las Farc lo tienen contra las cuerdas; lo amenazan con sentencias tajantes, diciendo que jamás van a entregar las armas, que cárcel no pagarán, y que la firma de la paz aún está lejos.

En los últimos días  han intensificado sus acciones de proselitismo armado, porque de hecho hacen presencia  en donde les da la gana; no tumban torres de  energía ni derraman petróleo hacia los ríos, pero siguen su labor descarada del chantaje y la extorsión en muchas poblaciones en las cuales la presencia de la autoridad es una burla.

Desde Arauca,  el Caquetá, el  Putumayo y al Huila,   dan  cuenta de cómo  los guerrilleros siguen cobrando sus impuestos y vacunas con la mayor tranquilidad. Y siguen sembrando campos de minas, reclutando menores para sus filas, y se mueven desde las poblaciones hacia sus retaguardias y trincheras, hacia sus campamentos,  con toda libertad. Ya no hay patrullajes de presencia en muchísimas regiones, porque de hecho sin el apoyo aéreo los militares quedan como boxeador con una mano atada a la espalda.

Y para ganarse la buena voluntad de los militares de la reserva,  que ya no tienen la  mordaza de la no deliberación,  están invitando al general Ruiz Barrera presidente nacional de Acore, a que los escuche en sus pretensiones. Ruiz Barrera les acaba de responder que no está llamado por el gobierno para estos efectos. Pero de hecho la opinión y  las mismas reservas conocemos el contenido de la carta pública, de la cual me permito transcribir partes esenciales.

Dicen las Farc que “… han ejercido el mismo derecho a la rebelión que contra la injusticia y la opresión tomaron en sus manos los comuneros y después el ejército libertador y el pueblo todo, para liberarnos del entonces yugo opresor español. Ahora como en aquella época, las actuaciones realizadas por los rebeldes en aras de alcanzar sus legítimos objetivos, deben ser tratadas como delitos políticos y como tal amnistiadas. Este es el mandato de la Constitución Política, a pesar de que a lo largo de los últimos veinte años el Estado ha intentado negar a la insurgencia la condición de alzados en armas”
Pero que despropósito es comparar un guerrillero con un soldado;  la  historia patria nos cuenta con claridad, que la rebelión de los comuneros fue contra el  mal gobierno español, y el ejército libertador nos liberó  de su yugo.

Pero jamás los alzados en armas atentaron contra su propio pueblo;  nunca jamás, un comunero o un soldado de la libertad cometieron actos de barbarie contra sus connacionales, contra sus hermanos. La guerra de independencia fue contra España y sus soldados,  y si a ellos hubo que decapitar, fusilar, o encarcelar, desterrar, o dar de baja en combates, la causa fue además de justa, necesaria;  Bolívar y Santander, Sucre, Córdoba y  Girardot, y todos nuestros héroes, con sus huestes patriotas, nos dieron la libertad.

La constitución nacional del noventa y uno  contempla en sus artículos 216 y 217  la existencia de las  fuerzas militares, cuya misión de velar por la soberanía nacional se cumple a cabalidad. Soberanía amenazada por intereses foráneos, dado que el social-comunismo desde Cuba,  con disimulo abyecto, pretende avasallarnos usando a las Farc y su narcoterrorismo.  Movimiento subversivo que jamás ha representado al pueblo.

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Tomado de ElDiario.Com.co :