Desmovilizado relató como fueron las masacres de El Placer y La Dorada Putumayo

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Por: Germán Arenas Usme
Periodista Iberoamericano de Humanos

El ex paramilitar Carlos Mario Ospina Bedoya, alias ‘Tomate’, contó cómo el frente Sur Putumayo asesinó en 1999 a 29 personas en este departamento con complicidad de la fuerza pública.

En versión libre Carlos Mario Ospina Bedoya, alias Tomate, quien fue patrullero y escolta jefe de finanzas y comandante de los ‘urbanos’ de este frente, contó ante la Fiscal 27 de Justicia y Paz cómo fue entraron los paramilitares en esta zona, así como la complicidad de miembros de las fuerzas militares para cometer dos masacres en Putumayo.

Según ‘Tomate’, los pobladores de El Placer y La Dorada fueron las primeras víctimas del frente Sur Putumayo, un grupo de paramilitares que delinquió en ese departamento entre 1997 y 2006, primero bajo las órdenes de la Casa Castaño y luego de Carlos Mario Jiménez alias ‘Macaco.


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La planeación

El desmovilizado aseguró que, para atacar El Placer, inspección del Valle del Guamuez, y La Dorada, cabecera municipal, de San Miguel, los jefes paramilitares de la zona realizaron dos reuniones de planeación. Según alias ‘Tomate’, la primera se realizó en La Danta, vereda de Puerto Asís, donde el jefe Rafael Antonio Londoño Jaramillo alias ‘Rafa Putumayo’ se reunió con su segundo, William Danilo Carvajal Gómez alias ‘Daniel’. Los comandantes llamaron al acuartelamiento, cancelaron los permisos y citaron a una segunda reunión en otra finca de Puerto Asís.

Del 3 al 7 de noviembre de 1999, 70 paramilitares fueron concentrados en dos fincas, donde ‘Rafa Putumayo’ les dijo que “ya era hora de salir de Puerto Asís, que nos estábamos estancando y debíamos extendernos hacia La Hormiga y El Placer, que eran santuarios de la guerrilla”. ‘Tomate’ dijo que el comandante no les dio el día ni la hora exacta de salida, por problemas de seguridad.

El exparamilitar agregó que durante esos días el grupo recibió lo necesario para la logística. A cada hombre le dieron dos camuflados del ejército, dos camisetas, un par de botas para combate, brazales de hule doble faz con las siglas de las Auc y aerosoles. A cada combatiente le entregaron un fusil con cinco proveedores, 500 cartuchos de reserva y dos granadas de mano.


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Como parte de la preparación, dos días antes de la incursión les prepararon asado y el comandante y subcomandante ultimó detalles con alias ‘Óscar’, jefe del grupo que iría a El Placer, y con William Alberto RolletCorena alias ‘Guillermo’, jefe del grupo que iría a La Dorada. En esta segunda reunión también participaron Fredy Alexis Rivera alias ‘Camilo’, jefe militar del frente, y un hombre conocido con el alias de ‘Loco Albeiro’, que serviría de guía en El Placer.

A las 6:00 p.m. del 6 de noviembre de 1999, alias ‘Rafa Putumayo’ reunió a los 70 hombres, comprobó que tuvieran los equipos y armamento y les dijo que sólo recibirían el pago a cambio de resultados. “Nos dijo que nos estaban preparando en Villa Sandra (finca de los paramilitares) no para vacacionar, sino para combatir al enemigo”

Los grupos

Según alias ‘Tomate’, el 7 de noviembre de 1999 alias ‘Rafa Putumayo’ se levantó temprano en la mañana, le dio la bendición a los grupos y les dijo que ya saldrían a cometer las masacres. A las 4:00 a.m. alias ‘Druppi’ los hizo formar y se organizaron en dos grupos.

El grupo ‘Cazador’ sería el encargado de ir a El Placer, a cargo de alias ‘Óscar’ como comandante y alias ‘Druppi’ como su segundo. El grupo tenía cuatro escuadras, cada una de nueve hombres, cuyo jefe fue alias ‘Cejas’ y como segundo, alias ‘Tomate’. También participaron alias ‘Mauricio’, ‘Virgen’, ‘Alacrán’, ‘Piñón’, ‘Solín’, ‘Pastuso Negro’; ‘Pichón de Diablo’, ‘Chocolate’, ‘ChaquiChaqui’, ‘Harry’, ‘El Mayor’; ‘Marlon’, ‘Rentería’, ‘JJ’, ‘Firulay’, ‘Vaca’, Saulo de Jesús Naranjo Zapata alias ‘Lorenzo’, Luis Carlos Hernández Taborda alias ‘Maluco’, así como alias ‘Soldado’, Jhon Jairo Rentería Zúñiga alias ‘Betún’ y el guía, que era alias ‘Loco Albeiro’, según lo recordó alias ‘Tomate’.

El grupo ‘Destructor’ sería el encargado de ir a La Dorada, a cargo de alias ‘Guillermo’ como comandante y Pedro María Paniagua Vargas alias ‘Caballo’, como su segundo. Alias ‘Cuarenta’ fue el comandante de escuadras, integradas por alias ‘Carlos’, ‘Polloneta’, ‘Negro Siete’, ‘Marcos’; ‘Mica Flaca’, ‘Rafa’, ‘Confite’, ‘El Cura’, ‘Valentín’, ‘Pizca’, ‘El Viejo’, ‘Maicol’; ‘Carepiedra’, ‘Pitufo’, ‘El Paisa’, ‘Carevieja’, ‘Mondragón’, ‘Alicate’, ‘Turco’ e ‘Indio Chamón, así como alias ‘Orejas’, que sería el informante en La Dorada.

Antes de partir, alias ‘Tomate’ recordó que alias ‘Guillermo’ les advirtió que no atropellaran a la población civil, que como no conocían los pueblos, identificarían a los guerrilleros por medio de los informantes. “La orden era concentrar a la población, cerrar las salidas, quitar todos los carros que no tuvieran papeles y meter terror con los aerosoles escribiendo en las paredes: Fuera guerrilleros, fuera colaboradores y sapos de la guerrilla. Auc presentes”, recordó el ex paramilitar.

El día de las masacres

Después de las instrucciones, los dos grupos se embarcaron en dos camiones. Alias ‘Tomate’ dijo que el Cazador se transportó en un camión azul de carpa negra y que por orden del comandante alias ‘Rafa Putumayo’, un tercer grupo se movilizó en dos camionetas blancas del transporte público para dejar ‘urbanos’ en La Hormiga, cabecera municipal del Valle del Guamuez.

A las 4:30 a.m. los dos grupos comenzaron una ruta que realizó paradas en Santa Ana y El Tigre, para evitar llegar antes del mediodía. Según ‘Tomate’, el camión en el que él iba con destino a El Placer se detuvo en el centro del pueblo, cuando fueron recibidos a disparos por un grupo de guerrilleros que luego huyó en un carro Samurai rojo, conocido como el vehículo del comandante alias ‘Oliver’, jefe de finanzas del frente 48 de las Farc.

Mientras cuatro paramilitares escoltaban el camión y disparaban hacia los cerros, alias ‘Tomate’ dijo que los muchachos de su grupo comenzaron a disparar sin control. “Nos quedamos en El Placer como 10 minutos y vi que había un pastor evangélico que con las manos abiertas nos reprendía en el nombre del señor”, dijo. A las 9:30 de la mañana y en medio del caos, el grupo Cazador se dividió: 30 paramilitares se quedaron en el pueblo y otros nueve obligaron a un conductor del transporte público para que los llevara a Las Brisas, una vereda cercana.

Con la guía de alias ‘Pichón’, la misión de alias ‘Cejas’ y su escuadra fue buscar y asesinar a Jairo Congo, señalado de ser auxiliador de la guerrilla. “A Las Brisas entramos disparando, unos se tiraron al suelo y otros corrieron. Luego entramos a los negocios a ver quiénes se escondían. ‘Pichón’ y ‘Cejas’ se van a capturar a Congo, pero no lo encuentran en la casa. ‘Cejas’ empezó a marcar unas casas con letreros: “Llegamos y nos quedamos Auc”, dijo.

Según ‘Tomate’ en Las Brisas robaron comida de las tiendas pero que no asesinaron a nadie. Algo distinto sucedió en El Placer, donde según el ex paramilitar sus compañeros dispararon a diestra y siniestra, y la incursión no resultó como se había planeado. “Salió mal. Donde ‘Óscar’ quede vivo, lo matan por el operativo. Porque ‘Guillermo’ nos contó que en La Dorada no pasó eso y que hasta la gente creía que eran del Ejército. En El Placer yo vi como 12 muertos y 50 personas tendidas en el piso, porque ‘Óscar’ dio la orden de que a todo lo que corriera le tenían que dar. Yo vi que ‘Betún’ estaba disparando para el lado de la iglesia”, conto.

‘Tomate’ recordó que después de atacar El Placer, los 30 paramilitares del grupo Cazador subieron en motos a Las Brisas para encontrarse con nueve compañeros y luego incursionaron en San Isidro. “Nos subimos de nuevo en el camión y llegamos echando plomo al aire. Alias ‘Druppi’ dio la orden a la gente del pueblo que se reuniera en la escuela, que no les iba a pasar nada. ‘Druppi’ les dijo que la guerra no era con ellos sino con la guerrilla”.

Mientras el grupo Cazador hacía la ruta El Placer-LasBrisas-San Isidro, el grupo Destructor llegó a La Dorada donde, según ‘Tomate’, alias ‘Guillermo’ le contó que primero cerró las vías, ordenó a la gente que se reuniera en el parque. “A todo el que iba sacando, preguntaba quién es, de quién era hijo o dónde trabaja. Al que no conocieran les ordenaba quedarse callados”, dijo. De esta forma, entre 12 y 13 personas fueron sacadas del grupo y luego asesinadas.

Según alias ‘Tomate’, después de la masacre, algunos integrantes del grupo Cazador bajaron a El Placer vestidos de civil para comprar útiles de aseo. Por temor, algunos pobladores les regalaron varias gallinas que ‘Tomate’ preparó para su tropa. Días después su grupo se movilizó a San Isidro, la vía a Costa Rica y luego salieron por una trocha de regreso a El Placer, sobre la vía a Los Ángeles. En ese punto, a dos o tres días de ocurridas las masacres, los dos grupos se encontraron y alias ‘Druppi’ le rindió un informe a alias ‘Guillermo’, quien a su vez informó sobre “los resultados” a sus comandantes alias ‘Rafa Putumayo’ y ‘Daniel’. Alias ‘Óscar’ y su patrullero alias ‘Mauricio’ estaban muertos.

Ayuda militar

Aunque aclaró que no puede afirmar que hubo complicidad de la fuerza pública en las masacres, alias ‘Tomate’ dijo que escuchó de alias ‘Druppi’ que los ‘primos’ (los militares) ya sabían que los paramilitares habían salido de El Placer. “Eso nos dijo ‘Druppi’, que ellos ya sabían que estábamos hacia el lado de Los Ángeles en unas casas de tabla. ‘Druppi’ nos dice que el Ejército estaba hacia la salida de El Placer, pero por la vía hacia La Hormiga. El Ejército llega en la noche al pueblo y ‘Druppi’ nos dice que ojo, que no podemos bajar al pueblo uniformados”, dijo.

Según ‘Tomate’, alias ‘Rafa Putumayo’ pudo haber coordinado con las fuerzas militares para evitar inconvenientes. “En el trayecto de Puerto Asís a El Placer no nos requisaron. Hasta pasamos por un lado de la base militar de Santa Ana. Tampoco nos requisaron en un retén obligado que había en Orito, en el cruce del Yarumo”, comentó el ex paramilitar.

En la versión, ‘Tomate’ contó que la población les dijo que ellos sabían que el Ejército estaba como a 500 metros del pueblo, pero que los soldados no hicieron nada por auxiliarlos. El ex paramilitar cree que después de la incursión, aunque la guerrilla siguió hostigando las bases militares de San Miguel y Colón, dejaron de hacerlo en la base de La Hormiga.

Lo que sí sostiene el ex paramilitar es que como portero de la hacienda Villa Sandra, donde se concentraban y reunían los paramilitares, fue testigo de la cercanía de policías con Fredy Alexis Rivera alias ‘Camilo’, jefe militar del frente Sur del Putumayo. “Para nadie es un secreto que en Puerto Asís se hacían campeonatos de fútbol entre policías, civiles y paracos. La Policía jugaba fútbol con ‘Camilo’ en la hacienda Villa Sandra. También iba a tomar algo por ahí. Yo supongo que ellos sabían que éramos paramilitares, porque yo estaba armado con una AK-47”, contó.

Según ‘Tomate’, la cercanía fue tal que la Policía y los paramilitares acordaron tener camionetas similares. “Nuestra camioneta era blanca, igual de parecida a la de la Policía. Por eso, ‘Camilo’ ordenó pintar la camioneta de blanco, para confundir a la gente, porque la de nosotros primero era azul”, dijo el ex paramilitar.

La Fiscalía 27 calcula que en estas dos masacres fueron asesinadas 29 personas. Por eso, para este despacho será clave que las autoridades capturen a William Danilo Carvajal Gómez alias ‘Daniel’, quien además de conocer los crímenes cometidos por los paramilitares en el Putumayo, fue el comandante del frente después de la muerte de ‘Rafa Putumayo’.

La Fiscalía ahora documenta otras dos masacres en esta región: la segunda incursión en La Dorada, ocurrida el 21 de septiembre de 2000, y la toma de El Tigre.

Paramilitares en el Putumayo practicaban el canibalismo

Los jefes paramilitares del Putumayo obligaban a sus combatientes a tomar sangre y comer carne de sus víctimas, según la confesión de un desmovilizado, que a través de un video, se identificó como alias ‘Robinson’.

El video fue presentado por el Representante a la Cámara Guillermo Rivera, en un debate en el que el liberalismo cuestionó los alcances y resultados de la Ley de Justicia y Paz, mientras que el Gobierno defendió el proceso como un ejemplo único en el mundo.

Alias ‘Robinson’ relató que su prueba de fuego en el grupo paramilitar fue asesinar y descuartizar a su mejor amigo, por lo que recibió varias felicitaciones. Y dijo que regularmente los jefes ordenaban a los combatientes que bebieran sangre de sus víctimas.

«Cuando no había carne ordenaban sacarla de los cadáveres para comerla», dijo el paramilitar, quien confesó haberlo hecho una vez, pero que regularmente lo hacían varios, entre ellos un comandante al que llamaban ‘Muela Rica’.

 

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