Comunicado a la opinión pública y al Gobierno Nacional
El Comité de Asociaciones Gremiales del Sector de Hidrocarburos, integrado por las Asociaciones profesionales de geólogos, geofísicos, petrofísicos e ingenieros de petróleos expresa su más enérgica protesta por el acto terrorista cometido el primero de este mes de julio, cuando varios guerrilleros de las FARC, según fuentes oficiales, detuvieron la marcha de una caravana de 23 tracto mulas y encañonando a sus conductores los obligaron a descender de sus vehículos para abrir las válvulas de las cisternas, lo cual produjo el derramamiento de 214.000 galones de petróleo sobre la vía de ladera en ese sector. Se cometía así el peor atentado intencional contra el medio ambiente del cual se tenga noticia posiblemente en el mundo. Este es un acto netamente terrorista que no tiene justificación ante nadie. Como si lo anterior fuera poco, instalaron minas anti personas en las áreas por donde deberían ejecutarse las labores de mitigación.
Como se observa en algunos videos publicados, el petróleo corrió raudo hacia el interior de la selva hasta alcanzar quebradas y ríos causando una contaminación de incalculables proporciones. Árboles muertos, pastos quemados, ríos negros y humedales desaparecidos son parte de las escenas que ha encontrado el personal encargado de empezar la mitigación del daño ambiental tras el atentado guerrillero. El alcalde de Puerto Asís aseguró que los ambientalistas le informaron que la recuperación parcial del ecosistema tardará más de 25 años.
Advirtió que una “recuperación total es imposible”, incluso será imposible recoger todo el petróleo regado por las FARC sobre el ecosistema. En la región consideran que en una o dos semanas el panorama va a ser más desolador y que el petróleo podría llegar a ríos como el Putumayo. Resulta difícil de aceptar que este acto demencial nos presenta como unos depredadores de la naturaleza ante los ojos del mundo. Muchas comunidades del departamento se han quedado sin agua potable y piden soluciones inmediatas a su calamidad.
El gobierno traslada, inexplicablemente, la solución satisfacción de la problemática a la empresa de petróleos operadora en el área como si la culpabilidad no recayera en la guerrilla sino en la industria. Reclamamos una posición digna del gobierno nacional en sus negociaciones de paz exigiendo que se detenga de inmediato el terrorismo de las FARC contra la población civil y el medio ambiente. Le solicitamos igualmente a los medios de comunicación que se dé la difusión amplia que la gravedad de los hechos amerita y se condene y muestre ante el mundo el efecto devastador de este atentado. Llamamos a los ambientalistas y organizaciones que tan acuciosamente se manifiestan con eventos que frecuentemente le atribuyen a la industria del petróleo para que ahora dejen oír su voz rechazando el más grave atentado que intencionalmente se ha causado a la naturaleza en toda la historia.
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