El resultado de las elecciones del 30 de mayo fue un duro campanazo de rechazo frente al equivoco de las políticas de gobierno que durante la última década se han desarrollado en el Putumayo.
Por primera vez y al unísono Colombia y el mundo escucharon la protesta que los putumayense hicimos frente al despilfarro de los miles de millones de dólares invertidos en forma impositiva con todos los programas del Plan Colombia, el rechazo a las más de 3.000 víctimas masacradas por los paramilitares, el rechazo contundente frente a la política de relacionamiento del gobierno de Uribe con el Ecuador que han generado tantas dificultades para la gente del Putumayo, el rechazo firme y honesto a la incapacidad de los gobiernos regionales y locales que no han podido administrar las riquezas naturales para convertirlas en riqueza social que beneficien a todos sus habitantes, el rechazo a la nefasta corrupción que se ha enquistado y hecho metástasis en el gobierno departamental y algunos gobiernos municipales.
Con conciencia y arraigo este resultado es la manifestación de la solidaridad del pueblo putumayense para Colombia, frente a la amenaza de la continuidad de la guerra, los desplazamientos forzados, las masacres perpetradas por los paramilitares, los falsos positivos, el ataque a la justicia, la persecución a la oposición, el abuso de poder, el clientelismo y la corrupción en el manejo de las entidades estatales, por el infortunado nuevo Frente Nacional en cabeza de los partidos uribistas y el partido conservador.
Este gran logro del Putumayo alertó a los gobiernos nacional, regional, locales y a la cooperación internacional para que modifiquen la forma de su intervención en la región, para que amplíen la participación, para que escuchen más a los campesinos, indígenas y afro descendientes en la definición de las inversiones para la región, es decir, por primera vez y después de muchos años de intentarlo en forma seria nos pondrán más y mejor atención y eso es maravilloso para la gente del Putumayo.
Por eso y para que sigamos ganando en el Putumayo los resultados de este 20 de junio de 2.010, deben convertir la protesta ya hecha en un grito desesperado por el cambio, para que sea escuchado con más claridad en la región, en el país y el mundo entero.
Un cambio en el comportamiento electoral a favor del continuismo, de la guerra del acatamiento de las órdenes de los caciques políticos de los partidos tradicionales del departamento, sería tirar por la borda la única oportunidad que tenemos de cambiar las políticas en la región, porque estaríamos aceptando que todo lo que ha hecho el gobierno de Uribe ha estado bien y que queremos más de lo mismo.
Tenemos que demostrarle a Uribe que somos inteligentes, tenemos conciencia y que triplicaremos la votación a favor del Profe Mockus, no porque las FARC nos hayan presionado como lo manifestó el mismo, sino porque queremos definitivamente un cambio para el país y la región.
Por la dignidad del pueblo putumayense este 20 de junio vota verde.