

Pares – El Pacto Histórico, este 26 de octubre, define su candidato a la presidencia y sus listas al Senado y Cámara. Se espera que, por lo menos, un millón de colombianos participen en estas elecciones. Y que estas se lleven en paz. En el suroccidente del país, el diálogo y las negociaciones con algunos grupos armados ha prosperado. Así lo fue con la escisión del ELN Comuneros del Sur y lo ha sido con la Coordinadora Nacional Ejército Bolivariano que está al mando de Walter Mendoza. Este comandante ex FARC fue quien tomó la decisión en 2020 de cruzar la frontera con Venezuela y abjurar de los acuerdos de paz que firmó con Santos formando, junto a Iván Márquez, Jesús Santrich, alias Romaña y el Paisa la Segunda Marquetalia, grupo que se ha venido fraccionando debido a la caída de sus principales líderes.
Este grupo opera principalmente en Putumayo, con los Comandos de Frontera y también en la Costa Pacífica nariñense. En declaraciones dadas a medios locales, Mendoza afirmó que no interferirá en las elecciones de este domingo 26 de octubre: “Se han dado órdenes precisas a los combatientes para que se respete la decisión del pueblo y que la comunidad pueda salir libremente a ejercer el voto sin constreñimiento ni amenazas de ninguna índole a pesar del repunte de la violencia en otras zonas del suroccidente del país”.
Cabe recordar que la Coordinadora Nacional Ejército Bolivariano arrancó la semana pasada el proceso de entrega y fundición de armas con el gobierno nacional y que estas negociaciones ya se encuentran en fases decisivas. Están incluso explorando cuáles serán las zonas donde vivirán sus combatientes una vez dejen la guerra de manera definitiva. La influencia de este grupo se extiende a los departamentos de Putumayo, Caquetá, Cauca, Nariño y Amazonas y la Defensoría del Pueblo ya se encuentra en proceso de verificación para comprobar que los fusiles se mantendrán silenciosos durante esta jornada. Previamente, el gobierno había logrado comprometes al Clan del Golfo para que mantuviera también un cese al fuego y no influenciara en las elecciones del domingo.
Una de las preocupaciones que tienen el país y la comunidad internacional es que las elecciones presidenciales de 2026 se realicen sin ningún contratiempo de orden público. La escalada de violencia electoral, evidenciada con el asesinato de Miguel Uribe Turbay, ha disparado las alarmas.
