La Fiesta de la chucula, tradición y sanación para la comunidad Awá La Cabaña en Putumayo

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UNidadVictimas – Este encuentro, apoyado por la Unidad para las Víctimas como parte del proceso de Reparación Integral de la comunidad, reunió a más de cien personas que participaron de actividades para fortalecer los saberes ancestrales preservando y honrando sus raíces.

En la comunidad indígena Awá La Cabaña, ubicada en el departamento de Putumayo, llegó el día tan esperado. Como parte de su proceso de Reparación Integral, la Unidad para las Víctimas apoyó la realización de una medida de satisfacción muy especial, la Fiesta de la chucula. Una celebración en honor a la bebida ancestral que se puede preparar con el plátano, píldoro o chiro como es conocido al interior de la comunidad que se produce en estas tierras. Este evento reunió a más de cien personas, incluidos médicos tradicionales de las comunidades Awá, Nasa y Pijao quienes compartieron sus conocimientos ancestrales en un escenario lleno de tradiciones, cultura e identidad  

La celebración anual de la Fiesta de la chucula surge de la necesidad de fortalecer y recuperar los espacios de encuentro comunitario. Durante años, los grupos armados impidieron que los comuneros se reunieran en lugares de gran significado para los hijos de la montaña al considerarlos sagrados. Las prácticas espirituales, tradiciones orales, culturales y los roles de género también sufrieron un deterioro debido a estas imposiciones del conflicto armado. 

En la Casa Grande, corazón de la comunidad, se llevó a cabo la toma del remedio tradicional conocido como Yagé. Niños y adultos se reunieron, acompañados por el canto de las aves, música, rezos y bailes. El objetivo era la sanación integral, tanto física como mental y espiritual. Durante toda la jornada, se realizaron actividades autóctonas para fortalecer los saberes colectivos propios y ancestrales. 


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Los más pequeños fueron bautizados como parte de la celebración colectiva, recuperando así un ritual identitario. Los sonidos de la marimba y los tambores resonaron en el aire mientras los participantes danzaban el baile de la chucula, representando el proceso de siembra y transformación del plátano. Entre risas, abrazos y el aroma de la chucula preparada por las mujeres de la comunidad, se recordaron también las destrezas para la cacería de animales. 

Esta implementación de la medida de satisfacción con el Sujeto de Reparación Colectiva se convirtió en un capítulo especial en la historia de la comunidad Awá La Cabaña, esta es la primera fiesta que apoyará la entidad de manera anual durante los tres años de implementación de su PIRC. Más allá de la diversión, esta celebración se convirtió en un espacio para la reflexión y el diálogo sobre los derechos de las comunidades. Las nuevas generaciones pueden conocer las luchas emprendidas por sus ancestros y autoridades pasadas y presentes, tejiendo así un legado indestructible de amor por la tradición y la cultura.  

“Nos emociona realizar nuestros rituales como los bautizos comunitarios, rescatar los elementos que se perdieron y que eran significativos. Estas acciones nos permiten restablecer el equilibrio entre el territorio y la comunidad, ya que los espíritus del territorio nos fueron abandonando como consecuencia del mal uso que los grupos armados les daban a los lugares sagrados”, fueron las palabras del gobernador Willinton Ramiro Gelpud Nastacuaz. 

La Fiesta de la chucula es mucho más que una celebración, es la manifestación de la resistencia y la resiliencia de una comunidad que lucha por preservar y honrar sus raíces. Es un recordatorio de la importancia de reconstruir los lazos comunitarios y fortalecer la identidad cultural. En cada baile, en cada rezo y en cada sonrisa, se refleja el espíritu de una comunidad unida, dispuesta a sanar y a mantener viva su historia y tradiciones. 


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