¿quienes son los alcaldes exitosos?

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Por : Carlos Enrique Corredor Saavedra

Carlos Enrique Corredor Saavedra

Muchos de los candidatos a las Alcaldías y Gobernaciones, se preparan en muchos aspectos: conseguir el dinero para la campaña, con base en acuerdos poco ortodoxos, donde el candidato, en algunos casos, se compromete a devolver con creces el dinero que recibe en calidad de préstamo; hacen alianzas y componendas, no importa con quién o con quiénes, se preparan unos discursos grandilocuentes y hasta en las propuestas de gobierno, prometen cosas imposibles de cumplir. Se preparan para todo, menos para gobernar, y para muchos, eso es lo que menos importa, según algunos de los “prohombres de la política”, esto se aprenderá en la vera del camino. Increíble, pero es cierto.

Desafortunadamente nuestra legislación ha sido laxa, poco y nada ha hecho con respeto a reformar las condiciones y requisitos para los candidatos a las instancias públicas ya mencionadas, esto quiere decir, que cualquier  perico de los palotes, como dice el dicho, puede ser candidato y ser elegido, no importa si la persona es idónea o no; no importa si sus capacidades le permite afrontar el inmenso reto de administrar la empresa social más grande del Departamento, lo importante es que tenga el aval del jefe político. Y para completar, muchos aspirantes a corporaciones públicas se inscriben estando con procesos penales o disciplinarios en curso, que justamente en el ejercicio del cargo, es cuando los investigan, los juzgan y a muchos de ellos los condenan. Presentándose las elecciones atípicas que representa para el municipio o departamento un retraso social y económico y por ende, sumas exorbitantes en la preparación de las nuevas elecciones, que sale del bolsillo del pobre colombiano.

El Alcalde o Gobernador no solo debe acreditar título profesional con el perfil inherente a su cargo, además, debe ser una persona visionaria, con mucha capacidad de gestión, experimentado en el campo de la administración pública, emprendedor, competitivo y proactivo, capaz de conformar excelentes grupos de trabajo, capaz de aprovechar en buena forma, las ventajas competitivas de su región, de detectar las debilidades  y fortalezas de su equipo de trabajo, de descubrir las oportunidades y amenazas , y otras cosas de no menor importancia, y que también son muy relevantes dentro del contexto de la administración pública.


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El buen Alcalde no sacrifica la “eficiencia por el compromiso político”, aplicando lo que en su momento expresó Deng Xiaoping “No importa si el gato es blanco o negro, lo importante es que cace ratones”

Hay Alcaldes, que no son buenos administradores, pero son buenísimos  utilizando las redes sociales para publicar actividades nimias, como el caso de una minga o cogiendo una pala mientras le toman la foto y hasta aparece en los registros fotográficos jadeante y sudoroso, para que no haya  un asomo de duda sobre su “ejemplarizante labor”. No falta quien organice bingos para las madres cabeza de hogar, para luego y con la ayuda de las redes sociales, mostrar las “grandes proezas” que está realizando en pro de los sectores marginales.

Acciones mediáticas para disimular la mediocridad e incapacidad de gobernar, pero  desafortunadamente estas ladinas argucias son las que llama la atención del denominador común de los ciudadanos, que califican esta desfachatez como un acto noble y heroico, y un ejemplo digno de copiar.

El primer mandatario local debe ser un agente de cambio, con visión futurista, que  maneje el municipio con responsabilidad, compromiso y transparencia e intentar replicar las mejores prácticas de instituciones de otros sectores, donde prime las habilidades comunicativas, la capacidad de delegar funciones, de excelente liderazgo y otras condiciones, que si no las tiene en el momento de iniciar su mandato, las debe aprender con prontitud, cosa que casi nunca sucede.


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Un alcalde exitoso, se preocupa por las evaluaciones periódicas de sus empleados, para determinar las causas internas y externas que hayan incidido en el bajo rendimiento, aplicar los correctivos y proponer planes de contingencia o alternativas de posible solución a los problemas, y conocer a cabalidad la oferta institucional de los recursos que haya a disposición de las regiones, conocer los recursos que periódicamente oferta Cooperación Internacional, Embajadas y otras instancias con sede o asentamiento en Colombia.

Curiosamente y no sé de donde diablos, algunos gobernadores y alcaldes, según encuestas acomodadas, figuran como los mejores mandatarios del país, disputándose los primeros lugares del escalafón, pero,  en el desempeño fiscal, que se conoce  a través del Departamento Nacional de Planeación “DNP”, es donde se sabe la verdadera realidad, y nos podemos dar cuenta que estos “insignes” mandatarios que se ufanaban de estar en los  primeros lugares,  terminan debatiéndose en los últimos lugares, por mal desempeño fiscal, totalmente rajados y desubicados, algunos en la cárcel y otros a la espera de ser juzgados; confirmando con  esto, la urgente necesidad de propiciar una reforma sobre la calidad, condiciones y requisitos, para los aspirantes a las alcaldías y gobernaciones. Señores congresistas, es hora de actuar.


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