Reseña de la Historia Natural de la Amazonía

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Imagen generada por IA Geminis – Google

Por : John Elvis Vera Suarez

Este capítulo busca realizar una pequeña Reseña de la Historia Natural haciendo énfasis en la Amazonia, con el fin de introducir al lector en la compresión paulatina del Subcontinente Amazónico, de gran importancia hoy en día no solo por su inmensa extensión, (en lo correspondiente a nuestro país son al menos de 477.000 Km2), siendo la mayor reserva selvática del mundo, sino aún más por poseer la más grande Diversidad Biológica y quizás cultural y étnica del planeta.

Historia Natural, en la cual al parecer en los últimos 45.000 años ha intervenido el hombre Amazónico y quien debió jugar un papel interesante en la propagación de especies a través de procesos de domesticación o de simple utilización en algunos casos continuos y en otros esporádicos.

En esto queda mucho por investigar y en lo que concierne a la Región que nos ocupa en el presente trabajo, debe existir una muy buena cantidad de información esparcida que esperamos en el tiempo poder recopilar, para detallar así de mejor manera la evolución natural y la posterior o paralela intervención humana de nuestro territorio.


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  • “De los 17´764.000 Km2 de la superficie emergida que conforma el Subcontinente de América del Sur, aproximadamente siete millones (7´000.000) de kilómetros cuadrados pertenecen al conjunto forestal más grande del mundo, la selva sudamericana, abarcando selvas húmedas de las cuencas del Amazonas, Orinoco y parte de los ríos guayanenses, que drenan directamente al océano Atlántico (Domínguez, 1985).

La planicie amazónica es una inmensa región sedimentaria conformada principalmente por terrenos del Terciario y una extensión menor constituida por terrenos del Cuaternario y zonas de aluvión reciente.

Los antiguos escudos arquéanos, que en el Paleozoico estaban cubiertos por el mar, configuraron un gigantesco golfo abierto para el Pacífico, estando América del Sur unida a África (Sioli, 1990) antes del surgimiento de los Andes, en el Cretácico el Amazonas fluía en dirección al Pacífico (Smith, 1979).  Durante el Carbonífero ocurrió una regresión marina y durante todo el Mesozoico los ríos corrieron en sentido contrario al actual; en el Jurásico y Triásico se separan América del Sur y África y después del levantamiento de la cordillera en el Mioceno el río tiene su flujo invertido.

Los cambios drásticos ocurridos por escorrentía y alteraciones glasioeustáticas del nivel del mar, con avance de hielo sobre las zonas templadas y descenso del nivel del mar durante el Pleistoceno, ocasionan que el río Amazonas fluya en dirección Este, desplazando grandes áreas de planicie aluvial hacia el Atlántico (Goulding, 1980).”[ii]     

  • “Aunque es conveniente reconocer al Amazonas como una región fisiográfica, se debe tener presente que el relieve de Sudamérica es relativamente bajo y, por lo tanto, las grandes cuencas están conectadas o al menos lo estuvieron en tiempos geológicos recientes. Existen registros fósiles de peces y quelonios que indican que la fauna de la cuenca Amazónica estuvo presente en la cuenca del río Magdalena (Lundberg et al., 1986).

Lo anterior es explicado cuando a finales del Cretáceo, la región sudamericana se separó de África y permaneció aislada de otras masas de tierra durante todo el periodo Terciario, alrededor de 60 millones de años; haciendo que los órdenes de peces de agua dulce presentes en ese momento irradiaran, ocupando todos los ambientes existentes y los que fueron apareciendo con posterioridad a medida que la cadena montañosa de los Andes emergía del mar.


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Antes del proceso de orogénesis de los Andes, el continente era en su mayoría plano, constituido por dos grandes núcleos graníticos: el Escudo Guayanés y el Escudo Brasilero. Estas formaciones graníticas generaron suelos muy pobres que al ser frenados formaron cuerpos de agua con bajas cantidades de nutrientes y por lo tanto, escasos en cuanto a la oferta de recursos primarios. Al levantarse los Andes, aparecen grandes ríos drenando estos suelos, generando un tipo de aguas mucho más fértiles que las preexistentes y además, con un enorme arrastre de material en suspensión que permitió formar planicies aluviales.

Al ser esta agua más fértil y al parecer nuevas planicies de inundación, quedaron a disposición enormes y variadas fuentes alimenticias para los peces, proporcionando múltiples nichos y ambientes nuevos que dieron lugar a nuevas especies derivadas de la antigua fauna que compartía con el continente africano (Galvis et al., 1997). Razón por la cual el Neotrópico contiene un elevado número de especies; sin embargo son pocos los grupos básicos en que estos se agrupan.

La ictiofauna amazónica actual es producto de millones de años de evolución a partir de un grupo ancestral conformado por 200 a 300 especies “fundadoras”. Roberts (1972, en Cala. 1990) reconoce alrededor de 1300 especies para la cuenca del Amazonas. Bohlke et al. (1978) estiman en más de 2.500 especies dulceacuícolas de Sudamérica, las cuales se agrupan en 60 familias. La mayoría de estas familias se encuentran tanto en la cuenca del Amazonas como en la del Orinoco. Probablemente cerca de 2.000 especies se encuentran en Colombia, representando unas 50 familias (Cala, 1990).”[iii]       

  • PRECAMBRICO (Paleozoico).   Hace 600 millones de años.

Las altiplanicies de Guayanas y Brasil (correspondiente a los segmentos norte y sur de la Amazonia) fueron montañas prominentes de un continente desaparecido mucho tiempo atrás.

  • ORDOVICIANO (Paleozoico).  Hace 450 millones de años.

La erosión química y física redujeron los picos a cerros redondeados y mesetas aisladas, transformando el suelo que una vez fue rico en granito inerte y arena blanca.

  • CARBONÍFERO (Paleozoico). Hace 350 millones de años.

El mar se retiró gradualmente dejando al descubierto tierras bajas bañadas por ríos que fluían hacia el occidente.

“Entre 193 y 136 millones de años, en el periodo conocido como Jurásico, dominaban los grandes reptiles; las plantas, aunque diversas y de tamaño muy grande, no tenían flores. Laurasia y Gondwana seguían fracturándose; la gran unidad del sur se dividió en lo que hoy conocemos como Suramérica, África, India, Arabia, Australia y Antártica;”[iv]

  • PALEOCENO (Cenozoico). Hace 70 millones de años.

Al levantarse la Cordillera de los Andes, provoca la formación de un extenso lago de agua dulce en la parte central de la cuenca amazónica, que perdura durante la mayor parte del Terciario.

“…aparecieron las plantas con flor hace aproximadamente 70 millones de años. Estas se diversificaron de manera explosiva, colonizando prácticamente toda la superficie terrestre. También aparecieron nuevas formas de insectos y la polinización de las plantas por estos.

Hace 65 millones de años ocurrió la extinción masiva de los dinosaurios; ya Suramérica se había separado de los otros continentes y permaneció a manera de continente isla durante otros sesenta millones de años. A partir de ese largo aislamiento y a las formas ancestrales comunes a Gondwana, se desarrolló una gama variadísima de animales, incluyendo a muchos grandes mamíferos y a una flora que igualmente se diversifico en familias y especies únicas.

Importantes eventos climáticos también ocurrieron periódicamente en el convulsionado planeta; sequías prolongadas alternadas con hielos y largos inviernos modelaron a las selvas y a las especies. Igualmente, eventos sísmicos de gran magnitud, fuertes terremotos con consecuentes fracturas y pliegues en las capas terrestres, transformaron la superficie del continente. Hace unos siete millones de años, el choque de las placas continentales originó el levantamiento de la cadena de los Andes y la aparición del istmo o puente terrestre entre Norte, Meso y Suramérica.

Mientras se levantan las cordilleras andinas, y debido al puente terrestre aparecido entre el norte y sur, ocurrió algo dramático pero muy importante para la conformación de nuestra biodiversidad actual, el Gran Intercambio Americano, cuando especies del norte penetraron a Suramérica, colonizando y extinguiendo a muchas formas propias y únicas del sur.

Muchas especies penetraron desde el norte, incluyendo familias enteras de animales y plantas que hoy parecen autóctonos: llegaron las rosáceas como las moras y cerezos, llegaron los robles, el cedro nogal y el aliso, también los felinos como el jaguar, el león y los tigrillos; los canidos o zorros; el oso; los venados; los roedores; las comadrejas; las dantas o tapires; los cerdos o puercos de monte; también llegaron, caballos y camélidos, muchos de los cuales se extinguieron recientemente.” [v]  

  • PLEISTOCENO (Cenozoico). Hace 2.5 millones de años.

En los periodos de inundación se depositaron sedimentos que terminaron alcanzando un espesor de más de 2.000 m.

“En los últimos dos millones de años han ocurrido eventos de cambio climático muy importantes que han afectado a todo el planeta; las glaciaciones o edades de hielo son épocas o periodos de tiempo de miles de años por lo general, en las que ocurre enfriamiento del clima planetario; desplazamiento de los casquetes de hielo y el clima general se torna más frío y seco.

Durante estas épocas la vegetación de una buena parte del continente se transforma; por lo general las zonas secas o con sequías marcadas tienden a transformarse en sabanas extensas o en páramos. Las selvas se fragmentan y permanecen sólo en los sectores más protegidos del frío y con mejores condiciones de suelos y clima.

Estos fragmentos de selvas, aislados de otros por sabanas, páramos y altas cumbres nevadas, actúan como refugios para las especies selváticas tropicales, y debido al aislamiento periódico y prolongado se transforman o dividen para formar especies propias a cada región, adaptadas a las condiciones climáticas, edáficas y ecológicas especificas a cada una.

Estas regiones conocidas por algunos como refugios del Pleistoceno, aunque otros prefieren llamarlas paleo-ambientes, en referencia a que desde al menos hace dos millones de años han permanecido cubiertas por selvas tropicales, son pues el refugio y centro de especiación de muchas formas autóctonas de fauna y flora.

Se consideran paleo-ambientes a aquellas regiones que han permanecido cubiertas por selvas tropicales durante al menos los dos últimos millones de años.”[vi]   

  • RECIENTE (Cenozoico). Hace 20.000 años.

A principios del PLEISTOCENO, la unión oriental entre los dos escudos, el brasileño y el de las Guayanas, se había desgastado lo suficiente para ser rota.  La embestida del agua cortó el blando fondo del lago, con resultados de que hasta hoy el canal del Amazonas tiene una profundidad de más de 100 metros en sitios aguas debajo de Manaos.  El sistema de drenaje de la cuenca del Amazonas tomó gradualmente su forma actual.

“La biodiversidad de la flora amazónica tiene una historia de muchos millones de años y su desarrollo inicial se remonta al Paleoceno.   A causa de las glaciaciones la Amazonia sufrió cambios considerables de clima y vegetación.   Las glaciaciones provocaron zonas de baja pluviosidad, y esto provocó la extensión de la vegetación de la sabana a costa de la selva húmeda tropical.   Se formaron los llamados Refugios, sitios de selva que actualmente coinciden con núcleos de alta pluviosidad. En la Amazonia Colombiana se localizaron como prolongaciones del Refugio del Imerí en Brasil, hacia el Vaupés y parte del Alto Orinoco – Río Negro, y en la frontera con el Ecuador, el Refugio del Napo. El aislamiento ecológico de los refugios condujo a un proceso de diversidad que explica en parte el origen de la riqueza florística y faunística de la selva.   

En el Mioceno los datos palinológicos indican que la diversidad vegetal fue mayor que la actual, lo cual supone que los cambios climáticos del Cuaternario provocaron una extinción considerable de especies.   Así, la biodiversidad actual de la selva Amazónica es el resultado de una larga y compleja historia evolutiva, donde han jugado un papel importante procesos relativos a la historia geológica y tectónica, los cambios climáticos la evolución, la adaptación, la extinción y la migración.

Los refugios de bosque se han asociado con el impacto que tuvieron estos cambios en los seres humanos y su cultura.   Los cambios de vegetación de bosque amazónico a sabana y/o bosque de sabana se repitieron varias veces durante el Pleistoceno; a nivel global las lluvias disminuyeron unos 500 mm y la temperatura estuvo de 2 a 6 grados más baja que la actual. Estas disminuciones ocurrieron 60 mil a 40 mil A.P., y entre 22 mil y 14 mil o 10 mil A.P.; así mismo a comienzos del Holoceno (6000 A.P.).   Al aumentar la sabana y el bosque de sabana a costa del bosque tropical probablemente una zona de sabana atravesó la Amazonia.   Estos sucesos obligaron a las poblaciones humanas y de mamíferos a migrar fuera de su territorio.  

Entre 13 mil y 10 mil años A.P., hubo un aumento del mar y de las precipitaciones en la Amazonia y el bosque tropical ganó terreno frente a las sabanas; el valle del Río Amazonas se convirtió en un gran lago tan amplio como la zona de inundación actual de los principales tributarios del río. Como testigos de esa época (8000 años A.P.) se han encontrado conchales, es decir restos de moluscos y pesca que sirvieron de alimento a poblaciones humanas.  El cambio de fases húmedas y secas del Holoceno debió afectar a las comunidades hortícolas de la época, y aquellos que se habían adaptado a la horticultura de várzea debieron mudarse y adaptarse a terrazas más fértiles y a otras tierras firmes.  Como una prueba de lo anterior en los antrosoles del Río Caquetá se encontraron sedimentos recientes del Río que fueron utilizados como fertilizantes en terrazas altas.

La Amazonia Colombiana presenta alguna de las áreas con mayor precipitación de la cuenca amazónica en los llamados Refugios del Napo-Caquetá y del Emerí-Baúles, donde alcanza de 3.500 a 4.500 mm anuales.   El nombre de refugios dado a estos enclaves de bosque húmedo proviene de qué allí subsistieron especies animales y vegetales de adaptación selvática lo que mas tarde explicaría la amplia variación de especies amazónicas.   En el campo humano, esta hipótesis explicaría la gran variación lingüística y la distribución de algunas características culturales de los amerindios de la región”.

  • Selva amazónica: Conformada por el continuo de selva húmeda tropical cubre selvas del Amazonas, Orinoco y las Guyanas. Tiene un área aproximada de 6.022.295 Km2 (cálculos Elsy Castillo) y de ella hacen parte 8 (9) países (Brasil, Perú, Bolivia, Colombia, Ecuador, Venezuela, Guyana Francesa y Guyana Inglesa y Surinam). Esta región del bosque húmedo tropical ubicado en Sur América corresponde al 56% del total de las zonas que en el mundo tienen este tipo de bosque (Las otras zonas del trópico húmedo son África (18%) y Oceanía (26%). Ayensu, 1981; citado por Mejía, M. 1987), por esto es el continuo de selva más grande del mundo. El país que más área de selva tiene es Brasil con el 59%, Colombia participa con un 8% de dicho total.

Amazonia Biogeográfica y ecológica: Además de la selva propiamente dicha, comprende una variedad de formaciones vegetales y sistemas ecológicos existentes en la cuenca amazónica, como: la selva de tierra firme (o Hylea Amazónica como la bautizó Alexander von Humboldt), selvas inundadas ya sea manera permanente o periódica, por ríos de aguas negras (igapó) o ríos de aguas blancas (várzeas); bosques sobre arenas blancas (conocidos como “caatingas”); sabanas amazónicas (“campinas”); selvas de  piedemonte (subandinas) selvas andinas y páramo. (Hurtado, A. 1992-93)

Dominio amazónico: según este criterio la región amazónica está comprendida por las áreas correspondientes a la cuenca, a la selva y demás formaciones vegetales, sistemas ecológicos y zonas de influencia de la región en sectores andinos, orinoquenses y guyaneses. Este criterio incluye y amplía los anteriores.

Amazonia legal: Corresponde a las definiciones político-administrativas que cada país reconoce sobre su área de influencia en la cuenca.”[vii]

  • “La Amazonía es muy especial para las aves, ya que aquí se encuentra el mayor número de especies. En el mundo hay más de 9.000 especies de aves y más de la tercera parte de éstas se encuentran en América Latina. De éstas, un total de 1.025 especies de aves viven todo el tiempo en la Amazonía y 90 más migran aquí para pasar unos meses de cada año (Parker et al 1996).

Este gran número de especies no sólo comparten la enorme Cuenca Amazónica, sino hasta 500 pueden encontrarse en el mismo sitio. Esto sucede especialmente en el borde occidental de la Cuenca, donde el bosque húmedo tropical se acerca al pie de los Andes (Haffer 1990).”[viii]

PALEOCLIMAS[ix]

MILES DE AÑOS ANTES DEL PRESENTECLIMAECOSISTEMA GENERAL
36 – 30Húmedo fríoSelvas
26-21Seco – CalienteSabanas
21-12Seco – FríoSabana con selva reducida a pequeños refugios (limite de máxima glaciación)
12Húmedo – FríoRegresa la selva
11Seco – CalienteSabana
10-9Seco – CalienteSelva
9-2Seco – CalienteSabana con grandes refugios de selva
2Suavemente húmedo a Suavemente fríoSelva ecuatorial con sabanas tropicales
  • “Respecto de la gran Amazonia continental, de la cual también forman parte porciones de Bolivia, Brasil, Ecuador, Guyana Perú, Surinam y Venezuela, corresponde (la parte colombiana) al 5,5% de la superficie total (7,8 millones de kilómetros cuadrados).

Dentro del territorio de la cuenca hidrográfica total del río Amazonas, la Amazonia colombiana pertenece a la subcuenca superior, la cual comprende desde la divisoria de aguas en la cordillera de los Andes, al occidente de la cuenca, y se extiende hacia el oriente hasta la ciudad de Manaos, en la desembocadura del río Negro sobre el río Solimoes, donde se forma el río Amazonas, unos 1.100 kilómetros aguas debajo de la ciudad de Leticia.” Pág. 11

“La Amazonia colombiana cuenta con numerosos cursos de agua en forma de quebradas, caños y ríos y una cantidad menor hace parte de la cuenca del río Orinoco (ríos Guaviare e Inírida y sus tributarios). Dentro de la cuenca amazónica, como parte del conjunto de subcuencas laterales izquierdas, que comprende entre otras las de los ríos Napo y Negro, se destaca el caudal de los ríos Amazonas, Putumayo, Caquetá, Vaupés y Guainía – Negro.” Pág. 13

“La presencia de la gran barrera de los andes y de las cabeceras y cuencas receptoras de algunos de los principales afluentes de la margen izquierda de los ríos amazonas, tales como el Caquetá, el Putumayo y los afluentes del río Negro, hacen de la Amazonia colombiana un territorio de vital importancia para el mantenimiento de algunos de los procesos climáticos, hidrológicos y bióticos de la cuenca.” Pág. 13

“El clima amazónico está determinado por tres sistemas de circulación atmosférica: intertropical, regional y local. La temperatura media mensual es de 24º C. La humedad relativa promedio anual es de 85.4%. El valor del brillo solar es de 123.24 h/m. los regímenes de distribución de la precipitación, que varía entre los 2.500 y los 4.250 m.m. anuales, son del tipo bimodal – biestacional. Hacia el sur los valores son más altos, en tanto que a medida que se avanza hacia el nororiente los valores disminuyen y se incrementa el número de meses secos (Rancel, 1995).” Pág. 13

“La distribución de flora y fauna en la Amazonia colombiana ha sido influida por la orogénesis andina y los cambios climáticos provocados por las glaciaciones del Pleistoceno. En el presente la región es el lugar de encuentro de diversas unidades biogeográficas. Una de ellas es la franja al sur del río Caquetá y presenta mayor afinidad con la provincia del Napo en Ecuador, cuya cobertura de bosques sobre planicies sedimentarias onduladas y llanuras aluviales de ríos provenientes de los Andes se caracteriza por una enorme variedad florística.” Pág. 13 – 14.

“Por lo anterior la amazonia colombiana es considerada como uno de los más importantes centros de especialización del geotrópico, particularmente algunos sectores como la zona occidental, el piedemonte cordillerano y la zona de transición entre Amazonia y Orinoquia, que albergan importantes centros de diversidad y endemismo de especies debido a la influencia de los refugios pleistocénicos (de Napo, Loreto e Inerí), a la presencia de zonas de rápida transición ambiental, (vertiente oriental de la cordillera andina y sus piedemontes, las selvas de Matavén, ubicadas entre el río Guaviare y el Vichada, de transición entre la Amazonia y la Orinoquia), y a la presencia de condiciones azonales que propician una alta diversidad de ecosistemas terrestres y acuáticos como várzeas, igapós y los mosaicos de sabanas, matorrales densos y bosques, entre otros (Rancel, 1995). Pág. 14[x]  

  • Sobre la Diversidad Biótica de la Amazonia Colombiana, se expone que “La cuenca amazónica con su enorme superficie y complejidad de ecosistemas es la más importante reserva biótica existente en el mundo. Su base natural está conformada por numerosos ecosistemas disímiles, que interactúan entre sí y establecen complejos ecológicos tanto desde el punto de vista de su dinámica como de su interdependencia. La región amazónica, como la mayor reserva fotosintética y como el banco genético mejor surtido del planeta, ofrece igualmente la mayor cantidad de materia viva por unidad de superficie del mundo (Castaño, C., 1993, citado por Rangel, O., 1995).

Hasta 1995 se habían encontrado registros de 6.624 especies florísticas correspondientes a 1.466 géneros y a 277 familias. Las familias con mayor número de géneros y de especies fueron: Rubiaceae con 103 géneros y 685 especies y Leguminosae, con 102 y 469 respectivamente. La familia de las Melastomataceae, aunque cuenta con registros de apenas 43 géneros es la tercera en registro de especies en la Amazonia colombiana, con 277, en tanto que la familia de las Orchidaceae es la tercera en número de especies de flora con 68 registros y la cuarta en número de especies con 200 registros. Siguen en registros de especies las familias Arecaceae, Poaceae, Piperaceae, Bignoniaceae, Bromeliaceae y Euphorbiaceae, esta última con 143 especies (Rangel, O., 1995).

En cuanto a su fauna hay registros importantes en reptiles, aves, anfibios, mamíferos e himenópteros. Las aves son el grupo animal mejor conocido, con registros de 868 especies pertenecientes a 460 géneros y a 65 familias: Tyrannidae es la familia más diversa con 110 especies y 63 géneros, de los cuales el más rico es Myrmotherula con 18 especies.

En reptiles se poseen registros de 147 especies; de las cuales 83 pertenecen al suborden serpentes con 41 géneros y 7 familias; Colubridae es la familia más diversa con 29 géneros y 58 especies. El género más rico es Micrurus con 10 especies. El suborden sauria tiene 64 especies, 32 géneros y 22 especies; el género más rico es el Anolis con 13 especies.

En anfibios se poseen registros de 95 especies pertenecientes a 8 familias y 30 géneros; la familia más extensa es Leptodactylidae (con 11 géneros y 36 especies); el género más rico es Eleutherodactylus con 21 especies. En mamíferos se han calculado cerca de 210 especies en la Amazonia, de las cuales la mitad pertenece a los murciélagos; la región es en general pobre en mamíferos. En Himenóptera se cuenta con registros de 343 especies pertenecientes a 161 géneros y 36 familias, las más diversas son Vespidae con 20 géneros y 69 especies y Apidae con 12 géneros y 60 especies (Rangel, O., 1995).

Estos datos permiten tener una idea global de uno de los aspectos centrales de diferenciación de la Amazonia frente a las otras regiones del país, cual es la diversidad biótica como factor condicionante de sus posibilidades de desarrollo regional en tanto se incorpore de veras como una alternativa valorada socialmente en lo ecológico y en lo económico.”[xi]

  • Sobre el Río Putumayo podemos decir que su formación se inicia “en el Nudo de los Pastos al oeste de la Cocha, en el cerro de Juanoy a una altura de 2900 y corre en dirección general sudoeste hasta desembocar en el río Amazonas, por la margen izquierda, a la altura de la población de San Antonio de Iza en territorio brasileño.

Tiene una longitud aproximadamente de 1950 Km., desde Puerto Asís hasta su desembocadura, de los cuales 1592 corren en territorio colombiano. Drena un área total de 58.360 Km2, su caudal promedio es de 5.000 m3/s y la velocidad de su corriente es moderada, de 4.5 a 5.5 Km./hora. Su cauce es ancho y explayado (en promedio 700 m., alcanzando hasta 1.200 m. en territorio brasilero y disminuyendo hasta 200 en algunos malos pasos), con extensas vueltas y estirones, presentando un Gran número de islas en su recorrido; y su lecho es arenoso y arcilloso hasta Puerto Ospina (Col), a partir de allí está constituido por pedregales (río arriba).

El río Putumayo corre por territorio de cuatro países amazónicos: Colombia (1592 Km., desde Puerto Asís hasta 9 Km. aguas debajo de la población fronteriza de Tarapacá), Ecuador, Perú y Brasil. Por sectores es frontera común para Ecuador y Colombia (desde la desembocadura del río Cuembí hasta la desembocadura del río Guepí) y para Colombia – Perú (desde la desembocadura del río Guepí hasta la desembocadura del río Yaguas en la intersección de la línea geodésica Yaguas – Atacuri). Es además la vía fluvial más importante impulsar el desarrollo de los territorios encerrados entre los cursos de los ríos Napo, Caquetá y Amazonas.

Por ser una arteria fluvial de gran importancia, a lado y lado de sus márgenes se han establecido numerosas poblaciones, la mayoría pequeñas y fluctuantes y otras que por su infraestructura se han constituido en asentamientos estables de tamaño considerable, entre las que se pueden contar Puerto asís (el principal y más grande de ellos), Puerto Ospina, Puerto Leguízamo, El Encanto y Tarapacá.”

En cuanto a su navegabilidad se puede afirmar que “En épocas de aguas altas, el río Putumayo es navegable totalmente por embarcaciones de hasta 3 pies de calado; embarcaciones de 4 pies de calado pueden llegar hasta Puerto Asís y de 12 de pies de calado hasta Tarapacá. La navegación nocturna debe efectuarse hasta la boca del río Campuya.

En época de aguas bajas, puede ser navegable por buques de 4 pies de calado hasta la boca del río Igaraparaná, pudiendo llegar hasta Guepí. De este lugar agua arriba, la navegación es permisible solo por embarcaciones de hasta 2.5 pies de calado.

La morfología del río Putumayo cambia en tiempos cortos por la aparición y desaparición de islas y la erosión de sus riberas, siendo el canal de navegación muy variable. El mayor peligro en la navegación, lo constituyen los “Quirumas” (troncos incrustados en el lecho del río).

El río Putumayo presenta Algunos pasos difíciles de navegación, siendo las más notables:

Trayecto Puerto Asís – Puerto Ospina:

  • Puerto Playa: Curva aguda y palizada.
    • Tigre Playa: Palizadas.
    • Remolino Santa Elena: Remolinos.
    • Piñuña Blanco: Palizadas.
    • Playa Lorenzó: Bancos de arena.
    • Peña Colorada: Palizadas.
    • Montepa: Bancos de arena.

     Trayecto: Puerto Ospina – Puerto Leguízamo:

  • La Papaya: Raudal.
  • La Concepción: Bancos de arena.
  • El Tablero: Bancos de arena.
  • La Perecera: Raudal.
  • Montclar: Formación de brazos.
  • Salado Grande: Bancos de arena

    Trayecto Puerto Leguízamo – El Encanto:

  • Sargento Tejada: Bajos con playa.
  • Once de noviembre: Playas y bancos de arena.
  • Nueva Ipiranga: Bancos de arena.
  • Puerto Toloza: Bancos de arena.
  • Quita calzón: Palizadas.
  • Ñeque: Bancos de arena.”

Una posible alternativa para salvar las dificultades de navegación en el río Putumayo entre Puerto Ospina y Puerto Asís, es la construcción de una carretera que una estas dos poblaciones, tal como ha sido solicitado por los habitantes de la región.

El río Putumayo se comunica al río Caquetá a través de la vía carreteable Puerto Leguízamo – La Tagua (24 Km.), con un carril pavimentado en regular estado”[xii]


CITAS

[i]                             GONZALEZ BERMÚDEZ,  Jorge Luis.   HISTORIA DE LA AMAZONIA.  Serie Escuela y Amazonia.  N° 4.  Ministerio de Educación Nacional;  Programa Fondo Amazónico; Coordinación de Educación  del Amazonas; Fundación Caminos de Identidad.  Pág.

[ii]                            SALINAS COY, YOLANDA. AGUDELO CORDOBA, EDWIN.  PECES DE IMPORTANCIA ECONOMICA EN LA CUENCA AMAZONICA COLOMBIANA. SINCHI. Santafé de Bogotá, Colombia, Julio de 2000. Pág. 20

[iii]                           SALINAS COY, YOLANDA. AGUDELO CORDOBA, EDWIN.  PECES DE IMPORTANCIA ECONOMICA EN LA CUENCA AMAZONICA COLOMBIANA. SINCHI. Santafé de Bogotá, Colombia, Julio de 2000. Pág. 17 – 18.

[iv]                           ASOCIACION RED COLOMBIANA DE RESERVAS NATURALES DE LA SOCIEDAD CIVIL. FRUTAS Y FRUTI CULTURAS EN COLOMBIA. CARTILLA DE FRUTICULTURA Nº 1. Fondo para la Acción Ambiental. Santiago de Cali. Mayo 2004. Pág. 5 – 6.

[v]                            ASOCIACION RED COLOMBIANA DE RESERVAS NATURALES DE LA SOCIEDAD CIVIL. FRUTAS Y FRUTI CULTURAS EN COLOMBIA. CARTILLA DE FRUTICULTURA Nº 1. Fondo para la Acción Ambiental. Santiago de Cali. Mayo 2004. Pág.  6.

[vi]                           ASOCIACION RED COLOMBIANA DE RESERVAS NATURALES DE LA SOCIEDAD CIVIL. FRUTAS Y FRUTI CULTURAS EN COLOMBIA. CARTILLA DE FRUTICULTURA Nº 1. Fondo para la Acción Ambiental. Santiago de Cali. Mayo 2004. Pág.  8.

[vii]                           CASTILLO ORDOÑEZ, ELSY. OTALORA MORENO, FABIO ALBERTO. CUADERNOS PEDAGOGICOS. AMBIENTE  Y  DESARROLLO. Corporación Viva La Ciudadanía. Fundación Esawá. Florencia 2004.

[viii]                          CANADAY, CHRIS. JOST, LOU. AVES COMUNES DE LA MAZONIA. 50 especies fáciles de observar. Parques Nacionales y Conservación  Ambiental. Quito. 1996. Pág. 9

[ix]                           Mejía Gutiérrez,  Mario.  “AMAZONIA COLOMBIANA. Historia del uso de la tierra”. CORPES DE LA AMAZONIA. Pág.  51.   

[x]                            INSTITUTO SINCHI. LA MAZONIA DE HOY. Agenda 21. Amazonia Colombiana. Enero 2001.

[xi]                           INSTITUTO SINCHI. LA MAZONIA DE HOY. Agenda 21. Amazonia Colombiana. Enero 2001.

[xii]                           CONSEJO REGIONAL DE  PLANIFICACION. CORPES AMAZONIA. ESTADO DEL ARTE DE LOS ESTUDIOS SOBRE EL RIO PUTUMAYO Y SU AREA  DE INFLUENCIA. Santa Fe de Bogotá. Julio 7 de 1998.  


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