

Hoy Mocoa amanece con el corazón roto. Se nos fue Carlos Andrés Payán Huelgas, y con él se va también una parte de quienes tuvimos la fortuna de compartir palabra, lucha o camino.
𝑪𝒂𝒓𝒍𝒐𝒔 𝑨𝒏𝒅𝒓𝒆́𝒔 no fue un nombre más: fue una voz, una energía, una presencia que, en medio de un territorio marcado por tantas ausencias, se atrevió a vivir, a caminar y a resistir. Su partida nos duele profundamente, más aún por la manera en que ocurrió, y por las preguntas que quedan flotando en el aire como grito silenciado.
Hoy no solo despedimos a un amigo, a un hermano, a un joven de este pueblo que quiso vivir con dignidad. También nos comprometemos con su memoria, con su historia, con el derecho a saber la verdad y a exigir justicia.
A su familia, nuestro abrazo. A sus amigos, nuestra solidaridad.
𝑪𝒂𝒓𝒍𝒐𝒔 𝑨𝒏𝒅𝒓𝒆́𝒔, tu nombre no se borra. Tu vida importa. Y desde este rincón del Putumayo, levantamos la voz para que tu partida no sea en vano.
𝐒𝐞 𝐧𝐨𝐬 𝐟𝐮𝐞 𝐮𝐧 𝐚𝐦𝐢𝐠𝐨…
Descansa en paz, amigo. Aquí seguimos.
𝘈𝘭𝘦𝘹𝘢𝘯𝘥𝘦𝘳 𝘈𝘧𝘳𝘪𝘤𝘢𝘯𝘰 𝘔𝘢𝘤𝘪́𝘢𝘴
