Por : Luis Carlos Chamorro – Director
Nací en Mocoa en 1971 y mis recuerdos del desarrollo de las comunicaciones se remontan a 1976, cuando mi padre, Don Carlos León Chamorro Narváez, trabajaba en Telecom, la empresa estatal de telecomunicaciones.
En aquella época, las comunicaciones se iniciaban con los telegramas, enviados a través del telégrafo (código morse). Años después, llegó el servicio telefónico: una o dos líneas que conectaban Pasto con Putumayo mediante cableado de cobre, permitiendo así las primeras llamadas.
A finales de los 70 y principios de los 80, Mocoa recibió una de las primeras centrales telefónicas del Putumayo. Recuerdo la llegada de cajas y cajas de equipos, entre ellas una inmensa, de unos 3 a 4 metros de ancho y largo, y 2 a 3 metros de alto. Contenía un equipo de telecomunicaciones muy delicado, protegido por kilos y kilos de gránulos de icopor. Esta enorme «piscina» se convirtió en la diversión de los niños del barrio José María Hernández por varios días. Nos subíamos a la estructura y nos lanzábamos a ese colchón de icopor, gozando a lo grande. La diversión duró poco, pues los vecinos no tardaron en ver el icopor como relleno para cojines y colchones.
Una vez instalada la central, comenzó el tendido del cableado de cobre. Cientos de metros de cables gruesos, de entre 10 y 15 cm de grosor, se enterraron bajo las calles, usando incluso las alcantarillas de la ciudad. Otros cientos de metros de cableado individual se instalaron en los postes, y desde allí, más y más metros de cable de cobre llegaron hasta las cajas y, finalmente, a los hogares.
Tras la instalación de toda la infraestructura, principal, secundaria e individual, se procedió a la entrega de los teléfonos y su numeración. Recuerdo que mi abuelo Lucas Burbano tuvo el número 850001, y nosotros el 850022.
Con las líneas telefónicas, también llegaron las antenas para la comunicación nacional, ubicadas en cada municipio. Eran estructuras imponentes, visibles a cientos de metros, que sobresalían por encima de los techos y servían como referencia de la oficina de Telecom. Además, se instaló una antena de comunicación principal para la región del medio y bajo Putumayo, en la cima de un cerro visible desde Villagarzón hacia el nororiente, cerca de la desembocadura del río Mocoa en el río Caquetá. La denominaron Estación Donka (creo que en honor a mi padre, Carlos León, a quien todos llamaban DonK).
Otro servicio que mejoró con la comunicación nacional a través de estas estaciones de transmisión y recepción fue el de los telegramas, que pasó del telégrafo al Télex. Esta máquina integraba un teclado y un sistema de comunicación conectado a las líneas telefónicas, enviando el texto de forma inmediata a otro equipo.
A principios de los 90, llegó el servicio de Fax a Mocoa y el Putumayo, permitiendo el envío de imágenes en blanco y negro a través de las líneas telefónicas.
No fue sino hasta finales de los 90 y principios de los 2000 que el internet llegó a través de las líneas telefónicas, con conexiones de «alta velocidad» (56 kbps) que tardaban en conectar y ocupaban la línea. Aproximadamente en 2006-2007, llegó el servicio de Banda Ancha (256 a 512 kbps), y años después mejoró hasta 1 Mbps, la que considero la velocidad máxima ofrecida por mucho tiempo en Mocoa y el Putumayo para conexiones a internet.
Toda esta evolución se dio mediante el cableado de cobre, una tecnología que prevaleció hasta principios de 2025. Fue entonces cuando Telefónica-Movistar comenzó a retirar progresivamente los servicios de telefonía fija, debido al desmantelamiento de estos cables de cobre instalados en Mocoa hace más de 40 años. Poco a poco, se puede ver a los operarios retirando el cable grueso de las alcantarillas de nuestra ciudad, cortándolo en tramos de 1 a 2 metros. Próximamente, comenzarán a retirar el cableado de los postes, marcando el adiós definitivo al cobre.
¿Qué sigue? Movistar, ahora Tigo, tiene planeado instalar miles de kilómetros de fibra óptica en todo el país para ofrecer servicios de telefonía fija, televisión e internet. Se espera que Mocoa cuente con este servicio a finales de 2025.