

Por: * JAAM
¿𝘾𝙪𝙖́𝙣𝙩𝙤𝙨 𝙢𝙪𝙚𝙧𝙩𝙤𝙨 𝙢𝙖́𝙨 𝙣𝙚𝙘𝙚𝙨𝙞𝙩𝙖𝙢𝙤𝙨 𝙥𝙖𝙧𝙖 𝙖𝙥𝙧𝙚𝙣𝙙𝙚𝙧?
Parece que los más de 400 muertos del 31 de marzo de 2017 no fueron suficientes. Parece que la montaña arrasando casas, familias enteras sepultadas y un pueblo entero llorando a sus hijos no bastaron para que quienes gobiernan reaccionaran. Porque hoy, siete años después, 𝙚𝙡 𝙨𝙞𝙨𝙩𝙚𝙢𝙖 𝙙𝙚 𝙖𝙡𝙚𝙧𝙩𝙖𝙨 𝙩𝙚𝙢𝙥𝙧𝙖𝙣𝙖𝙨 𝙙𝙚 𝙈𝙤𝙘𝙤𝙖 𝙚𝙨 𝙪𝙣𝙖 𝙗𝙪𝙧𝙡𝙖 𝙥𝙚𝙡𝙞𝙜𝙧𝙤𝙨𝙖, 𝙪𝙣𝙖 𝙧𝙪𝙞𝙣𝙖 𝙞𝙣𝙨𝙩𝙞𝙩𝙪𝙘𝙞𝙤𝙣𝙖𝙡 𝙮 𝙪𝙣𝙖 𝙘𝙤𝙣𝙙𝙚𝙣𝙖 𝙥𝙖𝙧𝙖 𝙦𝙪𝙞𝙚𝙣𝙚𝙨 𝙖𝙪́𝙣 𝙝𝙖𝙗𝙞𝙩𝙖𝙢𝙤𝙨 𝙚𝙨𝙩𝙚 𝙩𝙚𝙧𝙧𝙞𝙩𝙤𝙧𝙞𝙤.
Esta no es una exageración. Es la realidad captada en videos ciudadanos que circulan hoy, y que deberían estremecer a cualquier autoridad con algo de decencia. Imágenes donde vemos a los ciudadanos que graban y que son “vigías”, 𝙖𝙨𝙞́ 𝙘𝙤𝙢𝙤 𝙡𝙤𝙨 𝙐́𝙉𝙄𝘾𝙊𝙎 𝟯 “𝙫𝙞𝙜𝙞́𝙖𝙨” 𝙦𝙪𝙚 𝙩𝙞𝙚𝙣𝙚 𝙚𝙡 𝙢𝙪𝙣𝙞𝙘𝙞𝙥𝙞𝙤 𝙘𝙤𝙣 𝙡𝙤 𝙪́𝙣𝙞𝙘𝙤 𝙦𝙪𝙚 𝙩𝙞𝙚𝙣𝙚𝙣: 𝙨𝙪 𝙘𝙚𝙡𝙪𝙡𝙖𝙧 𝙥𝙚𝙧𝙨𝙤𝙣𝙖𝙡, 𝙪𝙣𝙖 𝙫𝙖𝙧𝙖 𝙙𝙚 𝙢𝙖𝙙𝙚𝙧𝙖 𝙥𝙖𝙧𝙖 𝙢𝙚𝙙𝙞𝙧 𝙚𝙡 𝙧𝙞́𝙤, 𝙮 𝗘𝗟 𝗢𝗝𝗢 𝗦𝗨 𝗨𝗡𝗜𝗖𝗢 𝗦𝗘𝗡𝗦𝗢𝗥 𝙋𝙚𝙧𝙨𝙤𝙣𝙖𝙨 𝙫𝙖𝙡𝙞𝙚𝙣𝙩𝙚𝙨 𝙦𝙪𝙚 𝙖𝙧𝙧𝙞𝙚𝙨𝙜𝙖𝙣 𝙨𝙪 𝙫𝙞𝙙𝙖, 𝙥𝙚𝙧𝙤 𝙖 𝙦𝙪𝙞𝙚𝙣𝙚𝙨 𝙣𝙞 𝙨𝙞𝙦𝙪𝙞𝙚𝙧𝙖 𝙨𝙖𝙗𝙚𝙢𝙤𝙨 𝙨𝙞 𝙨𝙚 𝙡𝙚𝙨 𝙥𝙖𝙜𝙖 𝙪𝙣 𝙨𝙖𝙡𝙖𝙧𝙞𝙤 𝙙𝙞𝙜𝙣𝙤. 𝙌𝙪𝙚 𝙘𝙪𝙢𝙥𝙡𝙚𝙣 𝙨𝙪 𝙩𝙖𝙧𝙚𝙖 𝙨𝙞𝙣 𝙗𝙤𝙩𝙖𝙨, 𝙨𝙞𝙣 𝙧𝙖𝙙𝙞𝙤, 𝙨𝙞𝙣 𝙧𝙚𝙘𝙪𝙧𝙨𝙤𝙨, 𝙨𝙞𝙣 𝙜𝙖𝙧𝙖𝙣𝙩𝙞́𝙖𝙨. 𝙔 𝙦𝙪𝙚 𝙧𝙚𝙥𝙤𝙧𝙩𝙖𝙣 𝙡𝙤 𝙦𝙪𝙚 𝙥𝙪𝙚𝙙𝙚𝙣 𝙖 𝙪𝙣𝙖 “𝙧𝙖𝙙𝙞𝙤𝙤𝙥𝙚𝙧𝙖𝙙𝙤𝙧𝙖” 𝙦𝙪𝙚, 𝙞𝙧𝙤𝙣𝙞́𝙖 𝙘𝙧𝙪𝙚𝙡, 𝙣𝙤 𝙩𝙞𝙚𝙣𝙚 𝙧𝙖𝙙𝙞𝙤.
¿𝐂𝐨́𝐦𝐨 𝐞𝐬 𝐩𝐨𝐬𝐢𝐛𝐥𝐞 𝐪𝐮𝐞 𝐥𝐚 𝐯𝐢𝐝𝐚 𝐝𝐞 𝐮𝐧 𝐩𝐮𝐞𝐛𝐥𝐨 𝐞𝐧𝐭𝐞𝐫𝐨 𝐝𝐞𝐩𝐞𝐧𝐝𝐚 𝐝𝐞 𝐮𝐧𝐚 𝐜𝐚𝐝𝐞𝐧𝐚 𝐝𝐞 𝐖𝐡𝐚𝐭𝐬𝐀𝐩𝐩?
¿Cómo es que ante lluvias intensas?, solo nos llega un mensaje reenviado por el secretario de Planeación municipal que dice:
“𝐃𝐨𝐦𝐢𝐧𝐠𝐨 𝟎𝟏 𝐝𝐞 𝐣𝐮𝐧𝐢𝐨 𝐝𝐞 𝟐𝟎𝟐𝟓‧ 𝐇𝐨𝐫𝐚: 𝟐:𝟎𝟖 𝐩‧ 𝐦‧
𝐏𝐑𝐄𝐂𝐈𝐏𝐈𝐓𝐀𝐂𝐈𝐎𝐍𝐄𝐒: 𝐥𝐥𝐮𝐯𝐢𝐚 𝐦𝐨𝐝𝐞𝐫𝐚𝐝𝐚‧
𝐍𝐈𝐕𝐄𝐋𝐄𝐒 𝐃𝐄 𝐋𝐎𝐒 𝐑𝐈́𝐎𝐒: 𝐚𝐮𝐦𝐞𝐧𝐭𝐨 𝐜𝐨𝐧 𝐚𝐫𝐫𝐚𝐬𝐭𝐫𝐞 𝐝𝐞 𝐦𝐚𝐭𝐞𝐫𝐢𝐚𝐥‧
𝐒𝐞𝐠𝐮𝐢𝐦𝐨𝐬 𝐚𝐭𝐞𝐧𝐭𝐨𝐬‧”
¿𝐒𝐞𝐠𝐮𝐢𝐦𝐨𝐬 𝐚𝐭𝐞𝐧𝐭𝐨𝐬? ¿𝐀𝐭𝐞𝐧𝐭𝐨𝐬 𝐚 𝐪𝐮𝐞́? ¿𝐀 𝐥𝐚 𝐩𝐫𝐨́𝐱𝐢𝐦𝐚 𝐭𝐫𝐚𝐠𝐞𝐝𝐢𝐚?
La responsabilidad de este abandono tiene nombre propio: el alcalde. Su administración, con una Secretaría de Planeación desdibujada, débil y burocratizada, no ha tenido ni la voluntad ni la visión para modernizar un sistema vital. Prefiere excusarse, como si no fuese su responsabilidad garantizar un sistema tecnológico robusto y confiable.
¿Dónde están los sensores que fueron hurtados en zonas críticas? Nadie responde. ¿Qué pasó con la articulación institucional para la gestión del riesgo? Se evaporó. Mientras tanto, la ciudadanía vive con miedo, observando cómo los ríos crecen sin que nadie los alerte de verdad.
𝐘 𝐚 𝐧𝐨𝐬𝐨𝐭𝐫𝐨𝐬, 𝐜𝐨𝐦𝐨 𝐬𝐨𝐜𝐢𝐞𝐝𝐚𝐝, ¿𝐜𝐮𝐚́𝐧𝐝𝐨 𝐬𝐞 𝐧𝐨𝐬 𝐚𝐜𝐚𝐛𝐚𝐫𝐚́ 𝐥𝐚 𝐩𝐚𝐜𝐢𝐞𝐧𝐜𝐢𝐚? ¿𝐂𝐮𝐚́𝐧𝐝𝐨 𝐞𝐱𝐢𝐠𝐢𝐫𝐞𝐦𝐨𝐬 𝐝𝐞 𝐯𝐞𝐫𝐝𝐚𝐝? ¿𝐂𝐮𝐚́𝐧𝐝𝐨 𝐝𝐞𝐣𝐚𝐫𝐞𝐦𝐨𝐬 𝐝𝐞 𝐧𝐨𝐫𝐦𝐚𝐥𝐢𝐳𝐚𝐫 𝐪𝐮𝐞 𝐧𝐨𝐬 𝐜𝐨𝐛𝐫𝐞𝐧 𝐥𝐚 𝐯𝐢𝐝𝐚 𝐚 𝐜𝐮𝐨𝐭𝐚𝐬 𝐝𝐞 𝐥𝐥𝐮𝐯𝐢𝐚?
𝙎𝙚𝙘𝙧𝙚𝙩𝙖𝙧𝙞𝙤 𝙙𝙚 𝙋𝙡𝙖𝙣𝙚𝙖𝙘𝙞𝙤́𝙣 𝙣𝙤 𝙨𝙚 𝙚𝙨𝙘𝙤𝙣𝙙𝙖 𝙙𝙚𝙩𝙧𝙖́𝙨 𝙙𝙚 𝙘𝙤𝙢𝙪𝙣𝙞𝙘𝙖𝙙𝙤𝙨 𝙫𝙖𝙘𝙞́𝙤𝙨 Es su responsabilidad responder por los sensores hurtados que nunca aparecieron, por los radios sin frecuencia, por la ausencia total de una red de monitoreo confiable, ayúdele al alcalde, usted que es el más veterano de la administración: aconseje y direccione a esos muchachos encorbatados.
𝙈𝙤𝙘𝙤𝙖 𝙣𝙤 𝙥𝙪𝙚𝙙𝙚 𝙨𝙚𝙜𝙪𝙞𝙧 𝙘𝙤𝙣𝙙𝙚𝙣𝙖𝙙𝙖 𝙖 𝙡𝙖 𝙞𝙢𝙥𝙧𝙤𝙫𝙞𝙨𝙖𝙘𝙞𝙤́𝙣. 𝙉𝙤 𝙥𝙤𝙙𝙚𝙢𝙤𝙨 𝙚𝙨𝙥𝙚𝙧𝙖𝙧 𝙖 𝙦𝙪𝙚 𝙤𝙩𝙧𝙤 𝙧𝙞́𝙤 𝙨𝙚 𝙙𝙚𝙨𝙗𝙤𝙧𝙙𝙚 𝙥𝙖𝙧𝙖 𝙦𝙪𝙚 𝙣𝙤𝙨 𝙙𝙞𝙜𝙖𝙣: “𝙣𝙖𝙙𝙞𝙚 𝙡𝙤 𝙫𝙞𝙤 𝙫𝙚𝙣𝙞𝙧”. 𝙋𝙤𝙧𝙦𝙪𝙚 𝙨𝙞́ 𝙡𝙤 𝙫𝙞𝙢𝙤𝙨 𝙫𝙚𝙣𝙞𝙧. 𝙇𝙤 𝙫𝙞𝙢𝙤𝙨 𝙖𝙮𝙚𝙧, 𝙡𝙤 𝙫𝙚𝙢𝙤𝙨 𝙝𝙤𝙮, 𝙡𝙤 𝙫𝙚𝙧𝙚𝙢𝙤𝙨 𝙢𝙖𝙣̃𝙖𝙣𝙖 𝙨𝙞 𝙣𝙤 𝙖𝙘𝙩𝙪𝙖𝙢𝙤𝙨.
Este no es solo un llamado institucional. Es un grito ciudadano. Es el dolor de quienes no dormimos tranquilos cuando llueve fuerte. Es la angustia de madres, abuelos, niños, familias enteras que miran el cielo y tiemblan. Y es también una pregunta directa:
𝐀𝐥𝐜𝐚𝐥𝐝𝐞: ¿𝐜𝐮𝐚́𝐧𝐭𝐨 𝐜𝐮𝐞𝐬𝐭𝐚 𝐮𝐧 𝐬𝐢𝐬𝐭𝐞𝐦𝐚 𝐝𝐞 𝐯𝐞𝐫𝐝𝐚𝐝? 𝐃𝐢́𝐠𝐚𝐧𝐨𝐬‧ 𝐘 𝐥𝐨 𝐩𝐚𝐠𝐚𝐦𝐨𝐬 𝐧𝐨𝐬𝐨𝐭𝐫𝐨𝐬‧ 𝐏𝐞𝐫𝐨 𝐧𝐨 𝐧𝐨𝐬 𝐬𝐢𝐠𝐚 𝐜𝐨𝐛𝐫𝐚𝐧𝐝𝐨 𝐜𝐨𝐧 𝐳𝐨𝐳𝐨𝐛𝐫𝐚, 𝐜𝐨𝐧 𝐦𝐢𝐞𝐝𝐨, 𝐜𝐨𝐧 𝐯𝐢𝐝𝐚𝐬‧
La reconstrucción que tanto se promete no empieza con cemento, sino con respeto a la vida. No es posible construir futuro sobre la indolencia. Mocoa necesita tecnología, compromiso y verdad. No más simulacros de protección. No más silencio institucional. No más excusas.
Alcalde: si no puede, al menos escuche. No nos diga que no hay recursos. Diga mejor que no hay prioridades. Los mocuanos estamos dispuestos a aportar si es necesario, pero no a seguir pagando con la zozobra. Mocoa necesita un sistema real, con sensores, monitoreo automatizado, cobertura total y protocolos serios. Sin tanta burocracia. Sin tanto cuento.
La lluvia no espera. La montaña no perdona. Y la memoria de nuestros muertos exige acción, no discursos.
¡𝗠𝗼𝗰𝗼𝗮 𝗻𝗼 𝗽𝘂𝗲𝗱𝗲 𝘃𝗼𝗹𝘃𝗲𝗿 𝗮 𝗹𝗹𝗼𝗿𝗮𝗿 𝗽𝗼𝗿 𝗹𝗼 𝗾𝘂𝗲 𝘆𝗮 𝘀𝗮𝗯𝗶́𝗮!
𝘓𝘰𝘴 𝘳𝘪́𝘰𝘴 𝘯𝘰 𝘦𝘴𝘱𝘦𝘳𝘢𝘯. 𝘠 𝘭𝘢 𝘮𝘦𝘮𝘰𝘳𝘪𝘢 𝘥𝘦 𝘭𝘰𝘴 𝘮𝘶𝘦𝘳𝘵𝘰𝘴 𝘤𝘭𝘢𝘮𝘢 𝘫𝘶𝘴𝘵𝘪𝘤𝘪𝘢.
*Consejero de Paz Departamental y afiliado al CNP- Putumayo
(Cortesia: Video parcial “el músico”)
