

Franky Vega Murcia – DiariodelHuila
Los habitantes del Huila y Putumayo llevamos más de nueve años esperando soluciones reales para la vía Neiva-Santana, una arteria vital para el sur del país. Sin embargo, lo único que avanza con precisión suiza son los cobros en los peajes, mientras las obras siguen sin cumplirse. Es indignante que la comunidad siga financiando con su bolsillo una infraestructura que no se materializa.
La concesión de la Ruta 45 ha sido un desastre. Entregada a Aliadas para el Progreso, pasó seis años sin avances antes de ser cedida al concesionario Ruta al Sur. Hoy, a pesar del cambio de manos, el panorama sigue igual: seguimos pagando por un servicio deficiente. De las siete unidades funcionales proyectadas, solo la Unidad Funcional 2, correspondiente al peaje Laberinto entre Hobo y Gigante, estará terminada en junio. Mientras tanto, las demás obras siguen en el limbo y los ciudadanos enfrentan riesgos y dificultades.
La Unidad Funcional 4, donde se encuentra el viaducto de Pericongo, ni siquiera tiene un proyecto aprobado. Tampoco hay avances en la variante de Timaná, las glorietas de Pitalito, etc. Mientras tanto, los peajes Los Cauchos y Altamira han estado cobrando durante casi diez años, aunque solo en los últimos tres se ha visto el avance vial.
Los sureños no podemos seguir incomunicados en la zona de Pericongo por falta de obras. Cada vez que hay lluvias fuertes, la vía se cierra y empieza la odisea, porque el viaducto o el falso túnel aún no se ven venir. Quienes más contribuimos a la financiación de la vía somos los del sur, pero lamentablemente para nosotros no existe prioridad en la terminación de las obras.
Particularmente no me opongo al nuevo peaje laberinto, sino a su cobro sin garantías de obras terminadas. Primero se construye, luego se cobra. No podemos seguir pagando por una infraestructura inconclusa. Somos gente de trabajo y paciencia, pero exigimos respeto.
Llamamos a nuestros representantes en el gobierno departamental y nacional a exigir transparencia y cumplimiento antes de seguir imponiendo tarifas injustas. Ya basta de promesas incumplidas y peajes sin vías. Si van a cobrar, que sea con las obras terminadas. De lo contrario, que no nos sigan tomando por ingenuos. El sur ha esperado demasiado.
