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Por : Jesus Bernal – Putumayo en Línea
Un departamento que se preparaba al igual que el resto del país para celebrar la navidad y las fiestas del resto de año, con los problemas del día a día, pero con la seguridad de cerrar el 2024 con tranquilidad, quedó para después.
Desafortunadamente por cuenta de la decisión del Consejo de Estado, hoy el Putumayo esta acéfalo, a su libre albedrío, sin rumbo y con la más grande incertidumbre jurídica, que lleva a sus gentes a opinar y descartar hechos y opciones en tan sólo dos horas después de conocido el fallo, gracias al Internet y las redes sociales, cosa que no nunca había pasado.
Ya incluso se habla y se escribe sobre quien será el sucesor temporal en el primer cargo del despertamento del Putumayo, sin tener aún claridad qué es la doble militancia y como se incurrió en ella. Lo cierto es que la decisión de esta alta corte es:
PRIMERO: DECLARAR LA NULIDAD de la elección de Carlos Andrés Marroquín Luna, como gobernador del Putumayo, contenida en el formulario E-26 GOB del 5 de noviembre del 2023.
SEGUNDO: Contra la presente decisión no procede recurso alguno.
NOTIFÍQUESE Y CÚMPLASE.
Si fué una elección nula, entonces que pasa con todos los actos administrativos a que hubo lugar? Las decisiones y planes proyectados ya no servirán. Eso significa que como dice el refrán «esa platica se perdió».
Otra vez el Putumayo paralizado, sin destinación clara de recursos y proyectos. Pasarán almenos estos tres meses de 2024 y almenos seis meses más de 2025 para que las acciones políticas y administrativas vuelvan decantadas y reposadas.
Vuelve la campaña política. Y de dónde saldrán los nombres de quienes anhelan subirse a ese barco y lo más Importante, ¿De donde saldrá la platica para las campañas?
Llegarán las tutainas y los burritos sabaneros acompañados de gorras con colores de las banderas políticas, además de la natilla y los buñuelos pagados por la campaña que quiera ganar.
Putumayo, acéfalo y en incertidumbre otra vez.