Por : John Elvis Vera Suarez
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Continuando con datos sobre algunos efectos de la crisis climática y resaltando a su vez que no estamos haciendo mayor cosa para al menos frenar drásticamente el avance de este deterioro ecológico planetario, hoy me permito compartirles:
“Las ciudades sufren la crisis climática con meteorologías extremas de mayor gravedad” y con esto se asegura que “Asia es el continente donde actúa con más virulencia, aunque África será el más castigado”. Seguidamente resaltan que “La crisis climática empieza a engullir grandes ciudades”. Lo cierto es que cada día aumentan las personas y grupos sociales damnificados, concentradas en las grandes ciudades y en sectores excluidos de las urbes. Y todo esto sin medidas eficaces de prevención ante los desastres que ya prevé la ciencia y todas las herramientas tecnológicas con se cuenta hoy en día.
El aumento desmesurado de la concentración poblacional en las grandes ciudades, han traído como consecuencia dificultades para suministrar el liquido vital para sus habitantes. Muchas han comenzado a consumirse sus acuíferos subterráneos y sus reservas comienzan a verse disminuidas con el riesgo de agotarse definitivamente, además de contaminar dichas reservas. Ya comienza a utilizarse el término del “Día Cero”, refiriéndose al momento en que habrá que cerrar el grifo. Ojalá que las autoridades y planificadores regionales pensaran en esto en nuestro país.
Y todo está relacionado. Un ejemplo es la ciudad de Bogotá, que crece apresuradamente y sus reservas disminuyen no solamente por el alto consumo de agua, sino porque las cuencas hidrográficas y los páramos ya no “producen” la suficiente. Teniendo en cuenta que la deforestación del Amazonas no permite la abundancia que por millones de años han venido aportando los “ríos voladores”. Sin la gran selva amazónica, el agua se comenzará a escasear en varias regiones de Suramérica. Conservar la Amazonia será vital para nuestros pueblos, además que ella aporta a la regulación climática y de la temperatura planetaria.
Según la OMS (Organización Mundial de la Salud), corrigiendo la alta contaminación atmosférica de grandes ciudades, especialmente las llamadas del tercer mundo, que son las que actualmente más crecen y aumentan sus problemas ambientales, podría elevar la expectativa de vida en 4,7 años a sus habitantes.
Como consecuencia de esta crisis climática, los huracanes o ciclones y con estos la ampliación desastrosa de inundaciones; el aumento considerable de las temperaturas en los periodos secos que son cada día más extensos y más intensos en todo el mundo; territorios que se van desertificando paulatinamente, perdiendo su capacidad natural para la producción de alimentos, mientras en otros la inundación se ha vuelto una constante o por lo menos con más frecuencia, agregando a lo anterior la desestabilización política y las guerras, solo traerá más desastres humanitarios y consigo la muerte de millones de seres.
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En Países Bajos, varios municipios compiten desde hace tres años en un concurso llamado Tegelwipen, que consiste en retirar la mayor cantidad de baldosas de jardines y fachadas para reemplazar el hormigón por vegetación. En 2023 se quitaron 28.067 baldosas (10.550 en 2022).