Por : Germán Ortiz Ch.
El Periodismo es una profesión reconocida en todos los países del planeta, y su libertad es protegida en la gran mayoría de ellos. Desde luego Colombia tiene una constitución y un cúmulo de normas que protegen este oficio.
En una sociedad civilizada es inconcebible que un periodista sea atacado por realizar su trabajo que no consiste en otra cosa que en investigar e informar, y en algunos casos, opinar.
La semana pasada, el periodista Benjamín Córdoba, director del medio de comunicación La Puya Radio, fue víctima de un aleve ataque por parte de unos desadaptados, quienes lanzaron piedras en su casa de habitación en altas horas de la noche.
Esto no puede ser. Desde luego, nuestro primer deber como colegas es solidarizarnos con Benjamín y su familia. Lo segundo es rechazar rotundamente esta serie de acciones salidas de todo contexto y lo tercero es lamentar que este tipo de acontecimientos se presenten en nuestro territorio.
Nadie puede ser objeto de ultrajes, amenazas o situaciones negativas en razón a su trabajo, y cuidar a los comunicadores, debe ser un deber de todos los ciudadanos, porque el comunicador es la fuente confiable de la verdad de lo que suceda en cualquier sociedad