La urgencia de la seguridad antes de soñar con un bienestar social en Putumayo

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Por: *J. Alexander Africano e Iván Rodrigo Vargas Ramírez

Los habitantes del departamento de Putumayo están viviendo uno de los momentos

históricos más complejos en términos de seguridad y convivencia y es que los datos no mienten, y se convierten en referentes de preocupación que amerita un trabajo corresponsable de todos y cada uno de los actores nacionales, regionales, departamentales y municipales. De acuerdo con la información expuesta por la Subdirección de Seguridad y Defensa del Departamento Nacional de Planeación en el primer semestre del 2023 por cada cien mil habitantes las amenazas representan una tasa de 173, las lesiones personales de 149 y el hurto a personas 116, respectivamente.

Al comparar por ejemplo las tasas con Mocoa para el mismo periodo, se encuentra los delitos de mayor a menor afectación son las lesiones personales con una tasa de 379, seguido por el hurto a personas con 343 y amenazas de 307.  Es decir que los 3 fenómenos delictivos afectan a todo el territorio putumayense principalmente, generando una alerta para los nuevos gobiernos municipales y departamentales, que deben enfocar sus procesos de planeación e implementaciones de estrategias, programas y proyectos en seguridad a estos delitos, que, en el caso de la capital del departamento, tiene las tasas más altas que incluso el promedio departamental y nacional para las lesiones personales y las amenazas.


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Ni hablar del delito de homicidio que para Putumayo tuvo un crecimiento histórico en la administración anterior, así lo demuestran los datos en los últimos dos años, donde para el 2022 se registraron 225 homicidios que representa una tasa de 61 por cien mil habitantes (tasa nacional 26,2), mientras que para el año 2023 se cometieron 233 homicidios y la tasa departamental fue de 62 (la nacional de 25,9). Esto debe llamar la atención de los analistas, en especial si se tiene en cuenta que sin terminar el primer trimestre de 2024 ya se sabe de más de 50 homicidios en el departamento.

Los habitantes del departamento de Putumayo están viviendo uno de los momentos

Desde una visión de implementación de la paz total y del cumplimiento de los acuerdos de Paz y la búsqueda de la promoción y el respeto a los derechos humanos es necesario desarrollar a conciencia, con técnica, y articulado con el gobierno nacional unos Planes de Desarrollo y Planes Integrales de Seguridad y Convivencia Ciudadana que pensada de forma regional logren impactar las causas, riesgos y efectos de estos delitos para poder pensar en un progreso, desarrollo integral y bienestar social.

Los tiempos son cortos, no más del primer semestre del 2024 para su aprobación, por lo que se promueve y exige de toda la sinergia institucional, empresarial, social e incluso académica para lograr una planeación estratégica acorde a las necesidades y expectativas de los ciudadanos en los barrios, veredas y corregimientos, por igual y basado en los enfoques diferenciales establecidos por el Ministerio del Interior.


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Los Planes Integrales de seguridad y convivencia – PISCC departamental y municipales son una herramienta de planificación donde las entidades territoriales deben identificar aquellos fenómenos delictivos y comportamientos contrarios a la convivencia, así como cualquier tipo de situaciones de conflicto o de violencia con orígenes en causas estructurales, que afectan los entornos sociales y que representan un riesgo o vulnerabilidad para la tranquilidad de las personas; a la par de definir las acciones concretas (estrategias, programas y actividades) que respondan a dichas necesidades, con el propósito de prevenirlas,  mitigarlas, atenderlas o superarlas.

Sin duda los PISCC son también una oportunidad para mejorar las condiciones de seguridad a través de un ejercicio serio y planificado que permita desterrar el miedo, vivir libres y sobre todo en paz y tranquilidad, se necesita la autoridad y la cooperación ciudadana y las instituciones trabajando coordinada e integralmente.

*Afiliado al Colegio Nacional de Periodistas Seccional Putumayo – CNP y Defensor de Derechos Humanos.

La invitación del columnista: “A participar y no ser simples espectadores”.


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