Durante meses, los delincuentes talaron los árboles de una reserva natural en Putumayo, madera que iba a parar en exclusivos establecimientos comerciales de muebles finos. Operativo de la Policía permitió desmantelar la banda.
Cayó una banda de asesinos ambientales. En un año, según la Policía, los criminales atacaron una importante reserva natural en Putumayo y arrasaron con miles de árboles equivalente a 160 canchas de fútbol.
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Investigadores explican que los delincuentes pagaban $70.000 por arrasar una hectárea de bosque cada día y que, para aumentar la productividad delincuencial, utilizaban maquinaria amarilla, la cual fue destruida por la Policía durante el operativo.
“Instrumentalizaban a los campesinos ofreciéndoles sumas de dinero a cambio de la tala, de la deforestación en el parque natural La Paya para luego ser transportadas en tipo camión hacia diferentes puertos en el departamento”, contó un agente.
La banda vendía la madera de los árboles a exclusivos establecimientos comerciales de muebles finos en Neiva, Ibagué, Bogotá, Pasto, Cali y hasta Ecuador.
En casi dos años de investigación, identificaron y capturaron a 24 integrantes de la red, entre ellos, alias Mauro, señalado jefe de la banda, y uno de los mayores traficantes de madera en Colombia y el vecino país.
El negocio ilícito les dejó ganancias por unos $750 millones. Además, en año y medio se incautaron 620 metros cuadrados de madera de varias especies de árboles que se encuentran en Nariño, Putumayo y Valle del Cauca.
En los últimos tres años, los criminales deforestaron en Colombia 2.506 hectáreas de bosques. La zona más afectada es Putumayo, donde en el 2022 afectaron 551 hectáreas maderables.