Eduardo Gutierrez Arias
LaNación – Cuando hablamos de la región surcolombiana, nos referimos a los departamentos del Tolima, Huila, Caquetá, Putumayo, Cauca y Nariño, que la conforman y que durante algún tiempo fue definida también como región de planificación. Sin mucha consulta con los interesados, los últimos gobiernos nacionales han querido ubicar al Tolima y al Huila como región Centro o Centro Oriente, afectando la formulación de proyectos, la construcción de visión y la creación de una verdadera región surcolombiano.
Los seis departamentos mencionados tienen una extensión de 219.878 kilómetros cuadrados, que representa el 19% del total de la extensión de nuestra nación, y 6.327.000 habitantes, que son el 12% de la totalidad nacional. Su más importante activo es el Macizo Colombiano, nuestra principal reserva de agua dulce, donde nacen los cinco ríos más caudalosos de Colombia: el Magdalena, el Cauca, el Caquetá, el Putumayo y el Patía, pero también asiento de cuatro nevados, 13 páramos y 362 lagunas. La región tiene acceso y hace parte de la cuenca del Océano Pacífico, el gran mercado del mundo contemporáneo (Canadá, Estados Unidos, México, Chile, Perú, Japón, China, La India, Vietnam, Filipinas, Corea, Taiwán, etc.). Quizá la obra pública que más necesita la región, es el ferrocarril que le ofreció mediante concesión el Estado Chino a Venezuela y Colombia, partiendo del Golfo de Maracaibo, pasando por Puerto Carreño y llegando a Buenaventura, después de atravesar, Huila y Tolima.
Para los más importantes estrategas del desarrollo, los tres recursos fundamentales que garantizan el progreso futuro de los pueblos son el agua, la energía y los alimentos. En nuestro caso no sólo tenemos abundancia de aguas, sino que, al estar ubicada en zona de cordilleras, estas aguas presentan grandes caídas en cortos recorridos, con gran potencial generador de energía eléctrica, sin necesidad de inundar tierras de uso agropecuario. Adicionalmente las condiciones topográficas creadas por el Macizo Colombiano, han permitido una diversidad climática y de suelos que favorecen el desarrollo agropecuario, haciendo de la región, la primera productora de café, arroz, frijol, panela, tilapia, carne bovina y frutas en Colombia, productos que podrían tener abiertos los grandes mercados del Pacífico, el día que se construya la vía férrea planteada.
Nuestro gran problema es que las élites del país han mirado al Sur con desprecio. Basta preguntar porque tantos años para que concluyan vías como Pitalito/Isnos/Popayán, La Plata/Inzá/Popayán y San Vicente/Neiva. Pero también por la falta de liderazgo de nuestra dirigencia para impulsar el desarrollo regional, construyendo región Surcolombiana como la soñamos sus habitantes y no como nos la quieren imponer las élites del centro.