Por : Fabian Belnavis
Con este terrorífico y elocuente título, los putumayenses y foráneos hemos identificado el tramo terrestre que une a Mocoa con San Francisco, parte del recorrido que conecta a los departamentos de Nariño y Putumayo. Su nombre está asociado a ser la vía más peligrosa de Colombia con 80 kilómetros serpeantes de 18 curvas por kilómetro, en un hermoso paisaje de bosque andino amazónico, con alturas entre 600 m.s.n.m y 2.800 m.s.n.m, en una carretera sin pavimentar con un solo carril de tres metros en un terreno inestable, que por la constante niebla y permanentes precipitaciones, da cuenta de millares de accidentes trágicos que han segado la vida de cientos de personas en los abismos de más de 300 metros que caracterizan su trazado.
Hoy el Trampolín de la muerte vuelve a ser noticia nacional, por ser la principal ruta que permite la conexión de Nariño con el centro del país, como consecuencia del derrumbe en la vía panamericana Pasto-Popayán a la altura del municipio de Rosas en el departamento del Cauca. Evidentemente las condiciones del Trampolín de la Muerte, una obra que tiene su génesis en las necesidades del país derivadas del conflicto colombo-peruano (1932-1933), impiden el transporte de tractocamiones y la sobrecarga de movilizar el comercio y pasajeros por esta peligrosa carretera, incrementan los fletes, perjudicando las comunidades y servicios ya de por sí afectados por el taponamiento de la panamericana.
La solución a este nudo gordiano es la materialización de un viejo anhelo del sur del país: la construcción de la variante San Francisco-Mocoa. La variante como alternativa al tétrico trazado actual, consta de 44 kms. que en el año 2022 con recursos del INVÍAS por un valor de 1.2 billones de pesos fue reactivada luego de 8 años de abandono, obra que debe demandar toda la atención del gobierno nacional para que no sea un elefante blanco y sí una solución real que permita insertar a los departamentos de Nariño y Putumayo en los circuitos de desarrollo del país. En el entretiempo y mientras se construye la variante, sería muy importante garantizar un mantenimiento permanente al mal llamado Trampolín, que mejore su señalización, que garantice maquinaria y equipos para hacer las remociones de tierra y de vehículos ante los frecuentes derrumbes de la vía.
Una vez construida la variante San Francisco-Mocoa, cuyo nombre podría ser de la Biodiversidad, el tramo antiguo podría ser utilizado para el turismo, los deportes de aventura, el avistamiento de aves y en general, para el disfrute de un paisaje y una naturaleza que sean un territorio potencia de la vida y no una oda a la insensatez, bajo el nombre y condiciones actuales del Trampolín de la Muerte.
El estado de la vía denominada Trampolín de la Muerte, refleja con nitidez el lugar que representa para el gobierno colombiano, sus zonas de frontera, la ausencia histórica de un Estado Social de Derecho que alcance a todos los habitantes de esta importante porción del territorio nacional, no obstante los cientos de millones de dólares aportados por la industria del petróleo en el Putumayo y una explicación plausible de los contundentes resultados electorales obtenidos por la propuesta del cambio en cabeza del presidente Gustavo Petro. ¡Manos a la obra¡
FABIAN ALFONSO BELNAVIS BARREIRO
Ex gobernador (e) departamento del Putumayo