Continuando con las propuestas ambientales para el nuevo gobierno:
h. Adaptar parámetros de la OCDE en la inversión estatal ambiental. Aumentar considerablemente la destinación de recursos del presupuesto nacional y de entes territoriales para la gestión ambiental.
i. Salvaguardar las áreas con declaración de protección, con suficiente equipamiento y personal capacitado para su protección. Aumentar las mismas, logrando representar un mayor número de ecosistemas para conservar la gran diversidad biológica del país.
j. Promoción del turismo ecológico en áreas protegidas, administrándolo con comunidades rurales campesinas y étnicas.
Seis. Crear programas para el fomento y fortalecimiento de alternativas productivas y socioeconómicas ambientalmente sustentables.
Siete. Fomentar la zoocría con especies nativas locales como alternativa para la seguridad y soberanía alimentaria campesina y en territorios de poblaciones étnicas. Esto aportaría a la recuperación de especies silvestres en peligro de extinción, realizando liberaciones controladas.
Ocho. Prohibición de la importación, producción y comercialización de semillas transgénicas y de las llamadas “terminator” en el territorio nacional.
Nueve. Protección de las semillas originarias, criollas, indígenas y campesinas y su libre intercambio y comercialización.
Diez. Apoyo técnico, administrativo y financiero a los mercados agroecológicos y campesinos.
Once. Los departamentos y municipios capitales deben contar con sus respectivas secretarías Ambientales. Con la actual crisis climática y ecológica planetaria no es presentable ni mucho menos eficiente que lo ambiental siga dependiendo de sus secretarías de Agricultura. Además, lo anterior obedece a un concepto arcaico que supone que lo ambiental está solo en el ámbito rural. Nos recuerda cuando el Inderena, hoy Minambiente, dependía del ministerio de Agricultura.
Doce. Incentivar el transporte eléctrico masivo, menos contaminante y más eficiente, como los tranvías. Ojalá estos sean subsidiados debidamente para estimular el uso masivo de los mismos. Con esto se avanzaría en la disminución del transporte particular e individual causante de una alta contaminación, congestión vehicular y deterioro acelerado de las vías urbanas, que termina subsidiando a toda la ciudadanía.
Trece. Por la salud pública y el disfrute de las ciudades, deben dedicar un mayor espacio para zonas verdes. Más parques urbanos. Calles peatonalizadas y arborizadas. Menos autopistas para los autos, más calles y ciclovías para la gente. Ser ciudad verde no debe ser una opción, deben crearse incentivos y obligaciones del Estado para que esta nueva propuesta de núcleo urbano sea una realidad en el mediano plazo.
Catorce. Fomentar construcciones ecológicas y bioclimática. Necesitamos ciudades resilientes. Más ciudades pequeñas y menos ciudades grandes. Ciudades humanizadas.
Quince. Revitalizar los centros poblados que han venido siendo desocupados por sus pobladores originales. Debemos garantizar el bienestar pleno de los habitantes de los pequeños centros poblados para incentivar su estancia y el crecimiento ordenado de los mismos.
Dieciséis. Que las actualizaciones de los Esquemas y Planes de Ordenamiento Territorial, sean bajo parámetros ambientales que nos conduzcan a la sustentabilidad tanto en las zonas urbanas como rurales. El cuidado, conservación y mejoramiento de la calidad del agua debe ser su eje central.
Seguiremos presentando más propuestas…