El pasado domingo 5 de junio se celebró el Día Mundial del Ambiente y hoy miércoles 8, el Día Mundial de los Océanos. La verdad es que estas celebraciones no nos alegran, sino que nos crean cada vez más, una profunda preocupación por el presente y nuestro futuro.
En la tabla de desempeño ambiental, elaborado por la Universidad de Yale EE. UU., El Environmental Performance Index – EPI 2022, entre los 180 países que fueron medidos, los primeros 5 son respectivamente Dinamarca, Reino Unido, Finlandia, Malta y Suecia.
Entre los países latinoamericanos y del caribe su orden quedó así, entre otros: Barbados (36), San Vicente y Las Granadinas (37), Santo Tomé y Príncipe (38), Antigua y Barbuda (39), Dominica (42), Panamá (47), Belice (49), Santa Lucía (53), Granada (58), Trinidad y Tobago (59), Cuba (60), Chile (65), Ecuador (66), Venezuela (67), Costa Rica (68), Jamaica (72), México (73), Brasil (81), Colombia (87). Mientras los países del caribe realizan un mayor esfuerzo, nuestra amada Colombia solo ocupa el puesto 87. Muy colgada a nuestro parecer.
Mientras tanto la ONU sostiene que “nuestro insostenible ritmo de vida representa una amenaza para el planeta” y su director nos invita reiterativamente a no “desoír las alarmas que se intensifican día tras día” e insiste a los gobiernos a “priorizar urgentemente la acción climática y la protección ambiental, mediante decisiones políticas que promuevan el desarrollo sostenible”. Aseverando que “hay un 50 % de posibilidades de que las temperaturas mundiales medias anuales superen en los próximos 5 años el límite de 1.5 °C, fijado por el Acuerdo de París. Para 2050 podrían verse desplazadas más de 200 millones de personas por la disrupción climática”.
A su vez, organizaciones reconocidas a nivel internacional como Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción, Greenpeace, SEO/BirdLife y WWF reclaman acciones más contundentes a los gobiernos y la sociedad en general. Nos dicen con molestia que “el tiempo se agota y falta acción urgente”.
Desde diferentes espacios, los organismos internacionales, la comunidad científica, las organizaciones ambientales de iniciativa ciudadana, sin olvidar la voz del Papa Francisco, todos apuntan a la urgencia de proteger nuestro planeta para salvaguardar la vida humana. Este año la celebración del Día Mundial del Ambiente nos habla de ‘Una sola Tierra”, en el universo hay miles de millones de galaxias, en nuestra galaxia hay miles de millones de planetas, pero solo hay una Tierra.”
Entonces nuestra tarea inaplazable es que tanto gobiernos como sociedad en general, debemos tomar las medidas que sean necesarias para que la vida siga siendo posible en nuestros territorios, nuestros países y en el planeta entero. Y para que esto sea posible debemos construir sociedades basadas en la justicia socioambiental.
En nuestras manos está el elegir gobiernos que estén acordes con esta magna tarea. Está en juego el futuro de los nuestros y de la humanidad entera. Tenemos que elegir entre la continuidad de este modelo o la cimentación de una nueva oportunidad para la vida.