Las empresas promotoras de salud – EPS y su rol en el sector salud

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Por: Carlos Enrique Corredor Saavedra

Tomando como referencia solamente tres años hacia atrás, es suficiente para colegir que la debacle de una buena cantidad de EPS, obedece a supuestos malos manejos administrativos que van desde la regular atención a los usuarios de la salud, la demora en la asignación de citas, como la demora en la entrega de medicamentos y otros desaciertos que hizo perder la credibilidad de los encartados, razón por la cual, muchos pacientes andan como carros chocones, de EPS en EPS, buscando no la mejor, sino la menos peor. Como consecuencia de los abusos desmedidos y acciones irregulares, algunas de las EPS fueron liquidadas por la Superintendencia de Salud, otras se encuentran en el ojo del huracán, y otras que ni suenan ni truenan, como dice el dicho.

Las atenciones médicas, cada vez se vuelven más complicadas y tediosas, las fechas de agendamiento de consultas médicas generales cada vez las alargan más, y peor aún, las citas médicas especializadas, en algunos casos, el paciente tiene que simular un estado agónico para llamar la atención del galeno y este decida enviarlo al especialista correspondiente. Así, de ese tamaño están las cosas. Ya no se dice, voy a afiliarme a la mejor ESP, sino estando de a buenas y rogando a Dios, escoger la menos peor. Dicho de otra manera, “que entre el diablo y escoja”.

Los médicos generales, que por lo regular son recién egresados de las facultades de medicina, a algunos no les gusta que les digan médico, sino doctor, estos doctorcitos deben obedecer y ajustarse estrictamente a las directrices de las EPS, no pueden salirse un centímetro del PBS “Plan de Beneficios de Salud”, antiguamente llamado POS, donde el médico formula lo que está en un listado y a su alcance, que generalmente el paciente ya sabe de memoria que es lo que le van formular y hasta conoce la posología de los medicamentos. Entonces, el enfermo termina aceptando y tomando la droga que no le hará efecto para recuperar su salud, pero, eso es lo que hay. Muchas veces cuesta más el valor del copago, que los mismos medicamentos que le entrega la EPS al paciente medicado.


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Desafortunadamente las reformas pocas veces o casi nunca benefician al usuario o consumidor, pero estas, si aumentan el poder económico de las EPS y de las grandes industrias farmacéuticas. Desgraciadamente, la salud en Colombia se ha convertido en un negocio perverso, abominable y mezquino adornado de engaños y de patrañas, a las EPS, exceptuando algunas pocas, lo que menos les interesa es el estado de salud del paciente. Con preocupación vemos que ni siquiera las acciones de tutela han servido para hacer valer los derechos de muchos usuarios. Esa es la real situación del sector salud, donde los pocos beneficios que logran las clases desprotegidas, después de una larga espera, siempre llegan demasiado tarde.

Los errores y equivocaciones, casi nunca afectan a los empresarios, siempre el paganini es el usuario, el de a pie, el asalariado que escasamente sobrevive con la miseria de sueldo que devenga, sin embargo el gobierno en un absurdo y ridículo comercial, expresan como un hecho histórico, extraordinario y sin precedentes en la historia, haber llegado a un millón de pesos, el salario mensual mínimo legal. ¡Qué desfachatez!

No siempre las innovaciones tecnológicas mejoraran las cosas, a veces, los efectos colaterales son más nocivos que los mismos beneficios, se sobrentiende que los procesos modernos tienden a mejorar el producto o servicio, la aplicación de celeridad a los procesos, de obtener beneficios en tiempo, modo y lugar; de minimizar costos, de aumentar la eficiencia y por ende brindarle mejores beneficios al usuario o cliente, pero, la realidad es otra, y bastará citar dos o tres ejemplos para corroborar lo dicho. Las empresas en su mayoría utilizan un método de grabaciones, donde la misma lo guía paso a paso, que luego de varios minutos de embolatar al usuario, o se corta la llamada, o al final le dice: “lo siento, pero el asesor o la persona que necesita, no se encuentra disponible”, porque está hablando por celular, tomando tinto, o simplemente, en las charlas cotidianos con otros compañeros de trabajo.
Las famosas PQRS. Es otro invento maquiavélico que se ingeniaron los empresarios para no responder quejas ni reclamos. El sistema, donde están los formatos e instrucciones de cómo hacer el procedimiento, realmente es fácil, ese es el “contentillo” para que no vayas a protestar, pero el primer obstáculo que encuentras es la limitación de caracteres, es decir, no puedes hablar más de la cuenta, ni dar muchos detalles, pero que a la hora de la verdad, tampoco es necesario que lo hagas, pues con toda seguridad, nunca vas a obtener respuesta alguna.
Las fallas que con mucha frecuencia se dan en los servicios de Internet, telefonía celular, o cualquier otro servicio, las Empresas, de inicio tienen tres días hábiles para resolver el problema o daño, si esto ocurrió un fin de semana, pues, de a malas, porque el tiempo empieza a correr a partir del día lunes. Contando con suerte, el técnico llegará el último día. Y en fin, parece ser, que las innovaciones, las reformas de cualquier índole, siempre beneficiarán a las empresas, a los dueños del poder, pero muy pocas veces, al que debe ser, al usuario o cliente, y al que gracias a ellos, se debe la existencia de las instituciones.


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