Por : Carlos Enrique Corredor Saavedra
Los territorios nacionales fue un conjunto de regiones de Colombia de escasa población, ubicados muy lejos de Bogotá. Esta entidad administrativa existió entre 1843 y 1991, es decir, debió transcurrir 148 años para que con la nueva Constitución Política de 1991, desapareciera el nombre dado a las Intendencias y Comisarías, y se erigieran como los nuevos departamentos de Colombia, y de paso muchos Corregimientos e Inspecciones, fueron elevados a categoría de municipios.
Las razones argumentadas por las eminencias de esa época, era que, en estas zonas, prevalecía el atraso económico y social con respecto a las demás regiones del país, por lo que siempre se vio como sectores marginales sin capacidad de autogobierno y que para su administración debían depender del gobierno central, razón para que el gobierno nacional, en el año 1975, creó el Departamento Administrativo de Intendencias y Comisarías “DAINCO”, cuyo Director tenía la potestad de nombrar y declarar insubsistentes los nombramientos de Intendentes y Comisarios. Muchos de los candidatos, ni eran de la región, ni tampoco representaban al partido político mayoritario del Departamento.
Así mismo se creó la Cooperativa de Intendencias y Comisarías “COINCO” que era la encargada de hacer las compras para las divisiones territoriales, según ellos, para ahorrarles tiempo, facilitarles las cosas y especialmente actuar con transparencia en el proceso de contratación y adquisiciones. Compras que en muchas ocasiones, no correspondían a las reales necesidades de la región pero, era imperativo recibir los elementos, pues los egregios asesores, desde sus escritorios y a cientos de kilómetros de distancia determinaban que era lo más conveniente para los territorios nacionales.
Paradójicamente, estos territorios, los nacionales, santuarios de la naturaleza, siempre deslumbraron y siguen deslumbrado por su portentosa riqueza natural, por su majestuosidad y por la increíble biodiversidad, que le ha merecido a Colombia un lugar de privilegio en el mundo entero, y otras tantas razones, representadas en bondades y fortalezas. Parece que la potencialidad de estos territorios referenciados, simbolizara un extraño sino trágico, representado en la marginación y discriminación por parte de los gobiernos nacionales.
Nunca estuve de acuerdo con el nombre de “territorios nacionales”, dado a las Intendencias y Comisarias, a mi juicio, una expresión peyorativa, como si los territorios en referencia fuera el producto y victoria de una cruenta batalla, donde quedaron dos grupos: Los departamentos del centro del país vs. Los departamentos nacionales; los distanciados, marginados y discriminados, pero donde existe la mayor concentración de las riquezas naturales de nuestro país, y hasta darse el lujo de hacer parte de ese gran territorio denominado el Pulmón del mundo.
Para completar y terminar el relato, los legendarios aviones cuatrimotores Douglas C-54 y C-47 Skymaster, que fueron utilizados por los aliados y especialmente por los EE.UU., en la segunda guerra mundial, los recibió el gobierno nacional, para cubrir algunas de las rutas aéreas de las Intendencias y Comisarías, a través de SATENA, sigla de, Servicio Aéreo a Territorios Nacionales, creada en abril del año 1962. Lo particular de estas naves, que posiblemente ya habían cumplido sus horas de vuelo, es que en muchas ocasiones, debían prenderlas amarrando la hélice con un lazo, a una volqueta. El vehículo automotor arrancaba haciendo girar la hélice y muchas veces tocaba repetir varias veces la misma operación, para lograr prender la vetusta nave. Viajar en estos aparatos, no dejaba de ser una experiencia traumática.
Pero la discriminación no ha parado, los nuevos departamentos, como así se ha denominado en algunas ocasiones a los antiguos territorios nacionales, siguen soportando la discriminación y abandono por parte de los gobiernos. La ausencia de servicios públicos son manifiestas y bien marcadas, hay ausencia parcial y total en algunos casos, de agua potable, alcantarillado, energía eléctrica, telecomunicaciones y muchas cosas más, servicios, que mientras para unos lo tienen oportunamente y eficientemente, para otros, escasamente lo disfrutan a medias.