John Elvis Vera Suarez
El 5 de junio fue declarado por la ONU desde 1.974, como el Día Mundial del Medio Ambiente. Este año Colombia es el país anfitrión en la celebración de esta fecha. Día que se celebra precisamente para resaltar la necesidad de guardar y/o mejorar nuestro entorno, para recordarnos que nuestra propia vida como especie depende de que logremos conservar la diversidad biológica.
La ONU afirma que la biodiversidad “es la base que sustenta toda la vida” en el planeta tierra. “Proporciona agua y aire limpios, alimentos nutritivos, conocimiento científico y fuentes de medicamentos, resistencia a enfermedades naturales y mitigación del cambio climático. Cambiar o eliminar un elemento en esta intricada red afecta todo el sistema de vida y puede producir consecuencias negativas”.
Continúa diciéndonos que “La deforestación, la invasión de hábitats de vida silvestre, la agricultura intensiva y la aceleración del cambio climático han alterado el delicado equilibrio de la naturaleza”. “Si continuamos en este camino, la perdida de biodiversidad tendrá graves consecuencias para la humanidad, incluido el colapso de los sistemas alimentarios y de salud.”
Y nuestro país es precisamente una clara muestra de cómo hemos venido destruyendo la base de la vida misma. Región, Departamento o Municipio, que se observe, nos evidencia la continua pérdida de la diversidad, que está provocando este modelo impuesto en busca del llamado desarrollo. Hemos reiterado, que dicho sistema económico, nos ha venido llevando a conflictos ambientales con el deterioro de nuestro entorno y la perdida de calidad de vida de comunidades enteras. Modelo concentrado en la ganancia monetaria para el enriquecimiento de grandes empresas y la pobreza de las mayorías.
Sea en el Eje Cafetero o la Región Amazónica, en el Gran Tolima o la Tierra Caribeña, en el Pacifico o la Zona Andina, cada localidad en la Colombia biodiversa está siendo saqueada y arrasados gran parte de sus ecosistemas.Estamos perdiendo la misma base que ha permitido que la vida florezca y arrasando el patrimonio natural.
Ríos envenenados con agrotóxicos y metales pesados, aire contaminado, selvas quemadas, suelos empobrecidos, ciudades congestionadas y con sus cordones de miseria creciendo, es lo que estamos dejando a las nuevas y futuras generaciones. Heredándoles un planeta que cada día se torna más difícil para una vida digna en su integralidad.
No podemos seguir acabando con lo que ha permitido hasta hoy, la vida a la humanidad entera. El camino no es destruir la única casa que tenemos, no es continuar tercamente con las acciones depredadoras que nos están llevando a la destrucción total. No es negar la posibilidad de un buen vivir a nuestra descendencia.
El objetivo de la ONU con declarar este día, se entiende como la búsqueda de provocar acciones certeras para preservar la vida y la diversidad biológica. Ante lo anterior en todas las instancias institucionales y de participación ciudadana debemos seguir insistiendo en CAMBIAR EL RUMBO para lograr la construcción de una sociedad justa y en armonía con la naturaleza. Proteger la diversidad biológica y el ambiente, es proteger la vida misma.