Por Juan Carlos Espinosa Santacruz
Yo voy a salir a la marchar del 21 de Noviembre. Marchar y protestar forma parte del derecho a la libre expresión del ciudadano. Se marcha y se expresan opiniones a favor o en contra de alguna situación o alguna decisión gubernamental o de la sociedad que nos afecta o nos impacta, para dejar presente que somos parte de esa sociedad y como constancia ciudadana de que si nos importa lo que está sucediendo en nuestropais.
Unos marcharán por la defensa de la vida de los dirigentes políticos y sociales, de los dirigentes indígenas, de los desmovilizados que están siendo vilmente asesinados sin que el gobierno haya mostrado efectividad en sus estrategias para protegerlos.
Otros marcharán para expresar su inconformismo frente a una posible reforma tributaria o pensional que afectará a los más pobres del país. Habrá quienes marcharán en defensa del medio ambiente que está amenazado por el fracking, la minería ilegal, la mega minería y el narcotráfico.
Unos más marcharán en defensa de los acuerdos que el Estado suscribió con las FARC porque valoran el aporte de estos pactos a la paz del país y porque sienten que esté gobierno tiene poco interés en cumplirlos.
Seguramente otros marcharán contra la alta concentración de la riqueza y los altos índices de pobreza y desempleo que hay en el país. Unos más harán oir su voz porque sienten que este gobierno va sin rumbo y porque perciben que no representa a los intereses de la mayoría.
También motiva a muchos a marchar el rechazo a la corrupción, a la ineficiencia y al mal gobierno en todos los niveles que retrasa el desarrollo de la comunidad. Pocos serán y los puede haber y están en su derecho, que saldrán a marchar en defensa del gobierno, porque creen que lo está haciendo bien o porque se identifican políticamente con él.
Estos son los temas que forman parte del diálogo nacional que se da a diario, a veces apasionadamente,en las oficinas, en los almuerzos y reuniones familiares, en los paseos, las cafeterías, en los filas de los banco o de las EPS y en las redes sociales,como alternativa de desfogue ante una institucionalidad poco dispuesta a escuchar al ciudadano.
El 21 de Noviembre la voz de los inconformes se escuchará en la calle. Eso está bien, forma parte de la democracia y del derecho de los colombianos a la libre expresión y a la libre desmovilización. Lo que no está bien es el vandalismo, la violencia y los daños a los bienes públicos y privados. Lo que no está bien es la agresión a quien piense diferente o a los integrantes de la fuerza pública que simplemente cumplen su papel de velar por la seguridad. Totalmente de acuerdo con la protesta siempre que sea pacífica y constructiva.
Llama la atención como se ha querido estigmatizar y difamar la expresión ciudadana que se hará el 21 de Noviembre tildándola de anárquica, de izquierdista y de dañina para la sociedad. Creo que nada de esto es cierto. Es una protesta organizada desde las bases sociales, desde algunos partidos de la oposición, desde las organizaciones progresistas de la comunidad y estoy convencido de que la mayoría de los que apoyamos esta protesta no somos de izquierda. Somos personas que nos duele el país, que nos preocupan los graves problemas sociales y económicos que las instituciones públicas están dejando de atender, que creemos que nuestra sociedad se merece el bienestar por el que tanto se ha luchado.
Ojalá no hayan daños significativos, pero si los hay es necesario entender que más daño le hace a la democracia y a la sociedad el quedarnos callados e indiferentes frente a los problemas del país. Más daño hace la corrupción, más daño hace la inequidad propiciada por la ineficacia oficial, más daño le hace al país el retorno a guerras injustas, más daño se le hace al país cuando matan a sus líderes.
Por mi parte saldré a marchar pacíficamente en defensa de la vida y en protesta por el abandono en que tiene el gobierno nacional las vías estratégicas del Departamento del Putumayo; protestaré y protesto por la presencia de grupos criminales que promueven la violencia y el narcotráfico en el Sur del Pais y por la incompetencia estatal para reducir este problema que atenta contra la vida de los ciudadanos y la estabilidad social en el territorio; protestaré y protesto por la intención del gobierno nacional de reiniciar las fumigaciones con glifosato; protestaré y protesto por la complicidad de los organismos de control con los gobiernos corruptos, pues a pesar de que la comunidad denuncia no se ven los resultados; protestaré y protesto por la ineficiencia con que se ha manejado el proceso de reconstrucción en la ciudad de Mocoa, que avanza muy lentamente y dejando dudas sobre el manejo de los recursos; protestará y protesto por la negligencia del gobierno con la situación de riesgo en que vive Mocoa sin que se haya aún construido ni siquiera una obra de protección; protestaré y protesto por la falta de control de la deforestación y de la contaminación de los ríos; protestaré y protesto por el modelo económico que se aplica en la amazonía, basado en prácticas productivas inadecuadas, que no está generando desarrollo sostenible y que es lesivo para las comunidades y para el territorio y profundiza los conflictos sociales en la región.
Que la marcha tiene intenciones políticas? Pues claro que sí, es una expresión política de los ciudadanos que queremos un cambio, que queremos que se nos escuche, que se nos tenga en cuenta, que se respeten los derechos individuales y colectivos, que se respete la vida, que reclamamos acciones efectivas del gobierno para que el país avance en la equidad y la justicia social. Quien dijo que la política es sólo para los que se autodenominan políticos? La esencia de la política es la presencia y la participación del ciudadano en el gran diálogo nacional para llegar a acuerdos que permitan el desarrollo armónico de la sociedad.