Hablemos del consumo de sustancias psicoactivas en el departamento del Putumayo.

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El estado Colombiano ha reconocido  que el consumo, abuso y adicción a sustancias psicoactivas, lícitas o ilícitas es un asunto de salud pública y bienestar de la familia, la comunidad y los individuos; así mismo en ese reconocimiento se ha determinado que toda persona que sufra trastornos mentales o cualquier otra patología derivada del consumo, abuso y adicción a sustancias psicoactivas, tendrá derecho a ser atendida en forma integral por las Entidades que conforman el Sistema General de Seguridad Social en Salud y las instituciones públicas o privadas especializadas para el tratamiento de dichos trastornos.

Recientemente en el departamento del Putumayo, se realizó un primer estudio de consumo de sustancias psicoactivas en población de estudiantes, el propósito del análisisfue estimar la magnitud su uso en la población escolar del departamento. Además, conocer la percepción de riesgo de este grupo frente al uso de sustancias y analizar factores relacionados con el consumo de sustancias psicoactivas en el entorno educativo.

El resultado arrojó  algunos hallazgos, que podemos observar a continuación, donde aparece en su orden de mayor a menor las sustancias psicoactivas que màs se consumen en el Putumayo:

SUSTANCIA


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  1. Alcohol cerveza, aguardiente, vino, ron, whisky, etc.
  2. Tabaco/ cigarrillo
  3. Cocaína “perico”, “perica”
  4. Pegantes, solventes
  5. Alucinógenos hongos, yagé, cacao sabanero
  6. Popper
  7. Tranquilizantes Rivotril, Rohypnol, Xanax, Valium, etc.
  8. Estimulantes como Ritalina, Cidrin, etc.
  9. LSD
  10. Basuco
  11. Heroína “H”
  12. Éxtasis “X”
  13. Dick “leidys”, “fragancia”
  14. Cualquier sustancia
  15. Cualquier sustancia ilícita

Fuente: Estudio de consumo de sustancias psicoactivas en la población escolar del Departamento de Putumayo.

Uno de los grandes hallazgos del estudio, muestra que si bien es cierto las preferencias por el consumo son iguales en hombres  mujeres, se encontró que algunas sustancias son más consumidas por el género femenino. Llama la atención también que en términos de percepción los estudiantes encuestados manifestaron la facilidad para acceder a dichas sustancias. En cuanto a las personas a quienes acuden los estudiantes cuando tienen algún problema o duda lo encabeza la madre, seguida del padre, los hermanos, amigos, profesores y abuelos en su orden. Otro aspecto importante es que los estudiantes encuestados dijeron que sus padres estaban poco o nada atentos a lo que hacían en el colegio, convirtiéndose en un factor de riesgo alto al consumo.

En cuanto a la prevención, más de la mitad de estudiantes encuestados respondieron que la información recibida sobre drogas en el colegio había contribuido a un cambio de actitud en torno a las drogas. En cuanto a las consecuencias del uso de drogas al indagarse sobre con quien habían hablado   respondieron en su orden: los padres, los profesores  y en tercer lugar los amigos, en una proporción menor a la o el novio. En ese orden Uno de los factores protectores más importantes frente a la exposición y el posible uso experimental o continuado de sustancias psicoactivas es el soporte psicológico y afectivo que una joven recibe cuando tiene dificultades y de ahí un llamado al involucramiento más decidido de la familia.

Sustancias psicoactivas más consumidas en Putumayo


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El alcohol es la sustancia psicoactiva lícita más usada por la población escolar del departamento de Putumayo y el mayor problema de consumo de todas las  sustancias. Siendo el medio putumayo el registro más alto seguido del alto Putumayo. Su consumo excesivo implica un alto costo social para el departamento, por su carga de afectación en varias dimensiones: seguridad y salud, rendimiento académico, ausentismo, deterioro de la convivencia familiar y en el colegio, etc. Entre estudiantes que han consumido alcohol alguna vez, la edad promedio de las primeras experiencias fue de 13,3 años, igual en hombres y mujeres.

Le sigue el tabaco  como la segunda sustancia más usada en la población escolar

Con un agravante y es que la edad de inicio del consumo de tabaco es 12,7 años en promedio, menor que la edad de inicio del consumo de alcohol. El uso del tabaco aumenta con la edad, encontrando mayor prevalencia en escolares entre los 17 y 18 años de edad.

La marihuana es la sustancia ilícita más usada en estudiantes de secundaria del departamento, con una prevalencia con diferencia de dos puntos porcentuales entre hombres quienes más la consumen y las mujeres. La edad de inicio del uso de marihuana (13,7) es un año mayor que la edad de inicio del uso de tabaco (12,7). Su consumo representa una diferencia de tres puntos porcentuales entre la zona urbana y la rural. La edad promedio de las primeras experiencias de uso de marihuana es de 13,7 años, levemente inferior en las mujeres (13,4 años) con relación a los hombres (13,7 años).

La cocaína, es la segunda sustancia ilícita más usada y cuarta entre todas las sustancias. En quinto lugar, con prevalencias muy cercanas a las de la cocaína se encuentran los pegantes (“bóxer”) y solventes (thinner), la edad promedio de inicio de consumo es de 13 años de edad; un poco más atrás se sitúan los alucinógenos (hongos, yagé, cacao sabanero), y luego la sustancia conocida como “popper” (nitrito de alquilo). El mayor consumo se encuentra en edades de 15 y 16 años.

Es importante tener en cuenta el último monitoreo de territorios afectados por cultivos ilícitos 2018, donde se indica que desde 2005, las regiones de Putumayo-Caquetá y Catatumbo han incrementado la producción de hoja, de manera escalonada. El  monitoreo señala  que el departamento del Putumayo se constituye en el territorio con mayor número de desmantelamientos realizados a nivel nacional y el aumento en incautaciones principalmente por parte de la Policía Nacional. En términos generales, se encontró que para 2018 la amenaza por presencia de cultivos de coca se concentró en su orden en: Puerto Asís, que ocupa un tercer lugar a nivel nacional después de Tibú y Tumaco; seguido por Puerto Guzmán que ocupa el sexto lugar a nivel nacional y Orito que en ranking de los 10 municipios nacionales ocupa el puesto nueve, eso sin desconocer a Puerto Caicedo, Valle del Guamuéz y San Miguel La Dorada. Importante tener en cuenta que se observa un decrecimiento del 11 %(3.000 ha) en el área con cultivos ilícitos toda vez que para el año 2017 se detectaron 29.589 hectáreas de cultivos de coca y en 2018 un total de 26.408 hectáreas.

Es preciso señalar que el estudio solo se aplicó a los alumnos de educación secundaria, de 12 a 18 años pertenecientes a los grados 7º y 11º, a partir de una muestra probabilística de los establecimientos educativos urbanos y rurales de los 13 municipios del departamento, tomando una muestra de 5.407 estudiantes. No obstante, sería importante para el inicio del próximo cuatrienio se realice un estudio general que involucre al resto de población joven y adulta ya que es probable se evidencie incremento en el consumo.

Para poder hacer frente al riesgo del consumo es importante tener en cuenta algunos factores protectores y de riesgo en el consumo de sustancias psicoactivas; en cuanto a los factores protectores son características o atributos individuales, familiares o sociales, que reducen la posibilidad de uso, abuso o dependencia de las sustancias psicoactivas. Entre los factores individuales se encuentran: empatía, habilidades sociales, capacidad para afrontar problemas, entre otros; entre los factores familiares se encuentran el respeto, la confianza, las normas y reglas del hogar, entre otros; entre los factores sociales se encuentran la participación en actividades comunitarias, la normatividad respecto a las sustancias psicoactivas, el acceso a servicios de salud y educación, entre otros.

Ya en los factores de riesgo son características o atributos individuales, familiares o sociales, que posibilitan o aumentan el consumo de sustancias psicoactivas. A nivel individual los factores de riesgo están asociados a baja tolerancia a la frustración, conductas agresivas, baja autoestima, entre otros; entre los factores familiares se encuentran: consumo de sustancias psicoactivas por parte de padres de familia o cuidadores, disciplina autoritaria, sobreprotección, falta de supervisión de los padres o cuidadores en las actividades de los hijos, violencia intrafamiliar, entre otros; entre los factores de riesgo social se encuentran: bajo apoyo de redes sociales, disponibilidad de las sustancias psicoactivas, uso de sustancias psicoactivas por parte de pares, violencias en el entorno escolar y social, entre otros.

Tal como lo señala el estudio, esta problemática amerita un abordaje especial en las políticas públicas y en las acciones de respuesta institucional; por lo tanto, serán nuestros próximos gobernantes quienes tienen la obligación de administrar los planes, programas y proyectos que redunden en beneficio de la población más joven del departamento del Putumayo y ese compromiso es ineludible si se observa que ocupamos el segundo lugar en la distribución departamental del índice de juventud según cifras del 2018 a nivel nacional.

De ahí que para estas próximas elecciones a desarrollarsen el 27 de octubre de 2019, la sociedad elija un candidato en lo que compete a Gobernación que tenga una postura clara y objetiva al problema, que incorpore la problemática en el plan de desarrollo articulado con los municipios y la nación y que sobre todofije los recursos  en el deporte y la cultura, siendo estos los instrumentos de prevención y mejores aliados para disminuir el consumo en nuestros niños, niñas, jóvenes y adolescentes; este es un renglón abandonado por otras administraciones y que hoy se reflejan en el estudio del elevado consumo de sustancias psicoactivas. En tal sentido y salvaguardando los planes de gobierno de los demás contendores políticos, quien refleja un horizonte claro de inversiones y de abordaje serio a esta situación es el Ingeniero Jhon Molina, quien en repetidos discursos ha manifestado su preocupación y su interés por la juventud Putumayense. De otra manera seguiremos con el incremento del consumo y la consecuente afectación  la convivencia, la seguridad y la salud pública.

Alexander Africano Macías

Defensor de DDHH y Asesor en Seguridad


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