Fuente : LaBurraMocha
Por : Germán Arenas
La presidenta de la Alianza de Organizaciones de Mujeres Tejedora de Vida, Fátima Muriel, señala que a las mujeres las matan por ser mujer, a esto se le define como Feminicidio.
Mocoa/Colprensa
“Tejedoras de Vida” del Putumayo expresan su preocupación y condenan la creciente ola de violencia contra mujeres y niñas que durante los últimos siete días ha involucrado a seis mujeres y niñas como víctimas de feminicidio o intento de feminicidio. Casi una víctima por día, en una nueva escalada de violencia que muestra una tendencia creciente de violencia contra la mujer y que registra para 2019, 20 mujeres, jóvenes y niñas víctimas. Los feminicidios, suceden en una sociedad patriarcal, discriminatoria y desigual con las mujeres que animan los actos de violencia cuya expresión máxima es el feminicidio. Los victimarios son generalmente personas allegadas o conocidas, su pareja, ex pareja o individuos que pretenden algún tipo de relación amorosa o de dominio sobre la mujer. Los hombres castigan a las mujeres porque se sienten rechazados afectivamente, porque no les hacen caso, porque trabajan para lograr autonomía económica o porque deciden libremente sobre sus vidas. Estos patrones machistas se incrementan en un contexto de narcotráfico y cultivos de coca que prioriza el rol de la mujer como objeto sexual y al servicio de la ilegalidad. De ahí los niveles de sevicia y castigo evidenciados en estos crímenes.
El 21 de septiembre, fue encontrada muerta en el muelle de Puerto Asís, Ximena Serna Mosonbite, una joven estudiante de 16 años en Puerto Asís, desaparecida desde el 8 de septiembre. Después de una angustiante búsqueda por parte de su familia, la joven es encontrada en avanzado estado de descomposición. A la fecha las autoridades no han dado ninguna información sobre este caso que conmovió la ciudad.
El 1 de octubre, fue hallado el cuerpo sin vida de María Helena Garzón Noscue, en el barrio San Miguel de Mocoa, una joven de 23 años, afro, madre de cuatro menores oriunda de Puerto Limón (Mocoa). Fue desaparecida dos días antes y encontrada en el barrio San Miguel. Su cuerpo evidenciaba signos de tortura, golpes contundentes en su cabeza y violencia sexual.
Recientemente se había separado de su esposo y según allegados sufría cotidianamente condenas por ser joven y madre, tras su muerte, en redes sociales, se publicaron afirmaciones que “justificaban” en cierto modo lo que le había pasado al “no estar con sus hijos” y haber optado por salir de noche.
En Puerto Asís, en el barrio El Centenario, el día 1 de octubre fueron atacadas con arma de fuego, Jerly Yiseth Solarte Acosta y Alexandra Elizabeth Acosta, madre y su hija, de 42 y 15 años, en el hecho resultó herido el señor Jesús Alberto Beleño. Se encuentran en recuperación en un hospital regional.
El día 2 de octubre, la señora María Juana Carlosama, una reconocida mujer vendedora de la plaza de mercado de Orito, sufrió un intento de feminicidio por parte de su esposo quien la atacó con un hacha en el puesto de mercado donde laboraba. A pesar del escándalo y la fuerte visibilidad en el lugar, el victimario no fue capturado. Está gravemente herida y en recuperación.
El día 5 de octubre, fue asesinada en la vereda Jordán Guisía, otra joven, Naty Ávez Arcos de 19 años, la joven administraba un billar en la localidad, le dispararon varias veces en su cabeza. Al día siguiente, el 6 de octubre, otra joven Yanira Alexandra Cuarán, fue asesinada junto con el señor Weimar Cuarán, en zona rural del municipio del Valle del Guamuez.
El último feminicidio ocurrió el día 7 de octubre, sicarios asesinaron a Adriana Jiménez Angulo de 28 años de edad, en el barrio Montañita de Puerto Asís.
Según la señora Muriel, el departamento del Putumayo históricamente ha registrado uno de los mayores índices de impunidad y violencia contra las mujeres que viene incrementándose durante el postconflicto. “Tejedoras de Vida” del Putumayo, hace un llamado de alerta urgente contra los feminicidios y la violencia de género que en 2017 registró 806 casos con una tasa de 228 casos por cada 100.0001. Frente a la violencia sexual los datos son más alarmantes, 83 casos por 100.000 habitantes frente a 49 casos por 100.000 habitantes en Colombia (2017). Mas del 60% de estos casos ocurren en menores de edad y jóvenes vulnerables.
La impunidad alimenta y naturaliza las violencias de género, por ello, vienen exigiendo a la Fiscalía y organismos de investigación y sanción, una acción más efectiva y contundente en contra de los agresores; el esclarecimiento de los casos, condenas y sanciones que rompan la impunidad y dejen un mensaje claro a los agresores.
Igualmente le solicito a la Gobernación del Putumayo y en particular a la Secretaría de Gobierno, lideradas por mujeres, a la Policía Nacional y Ejército, fortalecer la gobernabilidad y seguridad con acciones más decididas y sistemáticas para prevenir, proteger y salvar a las mujeres de los círculos de violencia, de sus agresores y de presuntos feminicidas.
Igualmente a las demás instituciones, medios de comunicación y comunidad en general hacen un llamado para consolidar un pacto contra las violencias de género, coordinar estrategias y campañas que prevengan y eliminen todo tipo de violencias de género y discriminación.
Finalmente al Gobierno Nacional, Ministerio del Interior, que fortalezca e impulse de manera más contundente la Mesa de Garantías de Seguridad para lideresas y defensensoras en el Putumayo.
Concluyo la presidenta de la Organizaciónes de mujeres “Tejedoras de Vida” con el lema: “!No Estas Sola¡, busca ayuda y denuncia.