El cura “sembrador de esperanza” asesinado de 18 disparos durante una misa

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A 20 años de la muerte del padre Alcides Jiménez Chicangana, un hombre que dio su vida por la gente de la Amazonía colombiana y el estreno de un documental que hace revivir su legado

Red Eclesial PanAmazónica

Aquel 11 de septiembre de 1998 no sería uno más para los habitantes de una localidad de la Amazonía colombiana. Las campanas de la Iglesia de Nuestra Señora del Carmen de Puerto Caicedo (Putumayo) ya habían sonado.

Sin embargo, habría otro sonido que generaría estupor poco después, el de los 18 balazos con los que fue acribillado el padre Alcides Jiménez Chicangana en el patio interior del templo en medio de corridas y el intento de supervivencia. Minutos antes, la primera agresión se había dado en la Iglesia mientras oficiaba misa, con disparos a una sacristana y hasta el impacto en un cáliz, misal, así como otros ornamentos.

Inmediatamente, gente yendo de un lado al otro, incertidumbre, temor. Habían asesinado al padre Alcides, un caso que llena de dolor aún hoy, pues a pesar de las acusaciones cruzadas, el caso aún está sin resolver.


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Defensor de la tierra y amigo de los campesinos

“Vayan tocando los árboles y digámosle interiormente: ‘eres mi hermano, la paz sea contigo”. Esta frase, rodeado de un grupo numeroso de personas en una zona selvática de la Amazonia colombiana, pertenece al padre Alcides.

Nacido en la localidad de Cauca, considerada tierra indígena, el padre Alcides  estudio en seminario de Bogotá y posteriormente en el año 1978, 20 años ante de su asesinato, fue ordenado sacerdote.

Entre sus principales preocupaciones se encontraba el desarrollo de la gente de su pueblo, en su mayoría campesinos. Efectivamente, el trabajo de este sacerdote se dio en Putamayo, una zona de la Amazonía colombiana, donde los grupos armados y el conflicto colombiano ha llenado de desesperanza a la región.


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Pero Alcides, en contraposición, ha sido recordado hasta el día de hoy como un auténtico “sembrador de esperanza”, entre otras cosas por su fuerte compromiso social, el desarrollo de proyectos, su énfasis en el empoderamiento de la mujer, así como su poder de liderazgo, la educación y la defensa de la Creación.

“Esta tierra es como nuestra mamá, que nos parió un día. Esta tierra nos cubre con la fraternidad de sus hojas. Los árboles, las piedras y este hilito de agua”, reflexiona, por ejemplo, Alcides junto a un grupo de campesinos, un verdadero ejemplo de custodio de la casa común.

 

PUTUMAYO
Red Eclesial PanAmazónica

“La Vida por la Amazonía”

Al día de hoy, el padre sigue inspirando a los habitantes de esa región de Colombia a través de quienes se dedican al trabajo social.

“Yo creo que soy una semilla más de las que sembró el padre Alcides, pero más que eso creo soy un fruto de lo que él quería para la nueva generación en del departamento de Putumayo”, dice Alejandra Perdomo, una trabajadora social de Puerto Calcedo cuyo testimonio es reproducido en el quinto capítulo de la serie documental “La Vida por la Amazonía”denominado “Padre Alcides Jiménez: Semillas del Putumayo”.

Este trabajo, presentado en los últimos días, está dedicado a este sacerdote que entregó su vida a favor de los más vulnerables de Putumayo.  La producción es de la Red Eclesial PanAmazónica con el apoyo de SIGNGIS AL Miro Producciones.

Vea a continuación el documental completo:

“No basta vivir en una comunidad para ser parte de ella, hay que sentir sus problemas y hacer parte activa en su solución” (Alcides Jiménez)

Fuente : Aleteia


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