Luego de diez meses de la tragedia registrada en Mocoa, hoy decenas de familias que lo perdieron todo en medio de la avalancha de piedra y lodo, han regresado a sus casas semidestruidas ubicadas en el barrio San Miguel, por falta de una solución definitiva a la problemática.
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Pese al miedo que los invade cada vez que llueve en la ciudad y el riesgo de un nuevo desbordamiento del río Sangoyaco, regresaron a sus inmuebles porque el subsidio de arrendo entregado por el Gobierno Nacional, no les alcanzó para seguir fuera con sus familias.
“Yo me regresé a mi casa porque eso es lo único que yo tengo, esperando que el gobierno de una solución eso es una gran mentira porque yo soy desplazada hace 16 años y no tengo una vivienda que el gobierno me haya subsidiado, ahora nuevamente soy afectada y no tenemos esperanza que el gobierno nos solucione algo ya. Yo sigo aquí en pie de lucha defendiendo lo único que tenemos porque esto es un patrimonio familiar”, señala Rubiela Quinchoa, damnificada del barrio San Miguel, quien dice además que está en el lugar porque no tiene la capacidad de pagar un arriendo porque “los arriendos aquí en Mocoa son muy caros de 400 y 500 y de ahí no se bajan, nosotros somos artos y no alcanzamos”.
Algunos se han trasladado a las casas de sus familias y otros han vuelto a sus viviendas en el apocalíptico lugar.
De igual manera, José Ramírez, habitante del barrio manifestó que hay mucha incertidumbre entre los damnificados.
“Nos tocó regresar porque la unidad de riesgos no nos dio subsidio de arrendamiento, nos tocó ir a arrendar al municipio de Villagarzón cuatro meses y quedamos con una deuda de 1 millón 400 mil pesos que la unidad de riesgos no pagó. Como no hay soluciones y esa difícil la situación toca volver, ya somos varias familias acá. Difícil que esperemos algo del gobierno nacional…”, expresó el afectado.
La situación no es fácil y el miedo a una futura avalancha no es único riesgo latente, la inseguridad también acorrala a quienes se resisten a abandonar las casas donde construyeron sus sueños.
Roban techos, ventanas y demás, toca cuidarnos entre vecinos porque mucho ladrón. Ahora nomas el 6 de enero pasadas las dos de la tarde me robaron dos puertas”, dijo Isidro Cerón, quien hace las veces de vigilante comunitario del mencionado barrio.
Como solución a la dificultada, se conoce que la constructora Rodríguez Briñez adelanta el proyecto Ciudadela Los Sauces, donde se construyen 300 viviendas para entregar a algunas familias damnificadas, de las 1.200 que se han proyectado para resarcir los derechos de las Víctimas en Mocoa.
Fuente : NoticiasPutumayo