Ana* solía ser una niña muy tímida. No le gustaba hablar frente a otras personas porque «pensaba que mis ideas no eran lo suficientemente inteligentes ni importantes», cuenta. Los 16 años que tiene los ha vivido en Orito (Putumayo), un municipio que ha crecido alrededor de la explotación petrolífera y el cultivo de coca, convirtiéndolo en una zona estratégica para los grupos armados al margen de la ley.
Como ella, miles de niños y niñas de Chocó y Putumayo crecen sin mayores oportunidades para salir adelante, con unas condiciones de pobreza y abandono que los hacen vulnerables ante todo tipo de violencias y en un entorno que los lleva a replicarlas. En el caso de Ana, superar la timidez le ha permitido generar lazos más fuertes con sus compañeros y fortalecer su proyecto de vida.
Con el objetivo de promover que estos niños y adolescentes disfruten de la realización de sus derechos y de una educación de mayor calidad, se desarrolló el programa ‘Con Paz Aprendemos Más’, financiado por Canadá e implementado por el consorcio conformado por Mercy Corps y War Child y sus socios, Corporación Infancia y Desarrollo y Corporación Opción Legal.
Desde 2014, el programa ha hecho presencia en ocho municipios de Chocó y ocho de Putumayo y hasta este momento más de 35.300 niños y adolescentes han recibido una educación de mejor calidad en entornos protectores, con enfoques de género y etnoeducativo, ya que estas zonas tienen un alto número de población indígena y afrodescendiente.
Una de las estrategias del programa se llama ‘PaZatardes‘, un conjunto de actividades extracurriculares y complementarias al proceso de formación en los establecimientos educativos donde los niños y niñas fortalecen sus competencias en lenguaje y matemáticas, proponen métodos y hábitos de estudio, aprenden sobre sus derechos y deberes y desarrollan habilidades para la vida. «Les damos las herramientas para que puedan transformar positivamente su contexto”, sostiene Mariana Lersundy, comunicadora de War Child.
A la fecha 8.198 niños, niñas y adolescentes han disfrutado de las ‘PaZatardes‘. La estrategia es posible gracias a los 250 facilitadores: miembros de la comunidad capacitados en nuevas metodologías de enseñanza que impulsan las actividades y que cumplen la labor de acompañar a los niños y niñas en el proceso.
De igual manera, se han incluido, hasta la fecha, a 8.000 padres de familia, 859 docentes y 62 instituciones educativas para que se capaciten y generen ambientes de educación, paz y protección para sus niños.
Este programa trabaja con instituciones como el Ministerio de Educación y el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, para garantizar su sostenibilidad, y que las capacidades queden es sus territorios. Así lo declara el secretario de Educación de Putumayo, Jorge Enrique Ferrin: «Con
‘Paz Aprendemos Más’ es eficiente e indispensable. La paz es para todos».
*Nombre cambiado para proteger su identidad.
http://www.semana.com/contenidos-editoriales/especiales-regionales-canada/articulo/el-programa-con-paz-aprendemos-mas-financiado-por-canada/530405