Sin embargo, se prevé que habrá un gran número de desaparecidos por las características de la avalancha (enormes piedras) y de los inmuebles que desaparecieron.
Entre el dolor y la nostalgia por haber sido víctimas de la peor tragedia natural en la capital del departamento de Putumayo, los sobrevivientes que quedaron sin un hogar donde refugiarse se preguntan: ¿ahora en qué lugar vamos a vivir?
La reubicación de las víctimas que perdieron sus viviendas por la avalancha es una de las prioridades para el Gobierno Nacional, una tarea que en pocas palabras significa volver a construir a Mocoa.
Según Juan Antonio Nieto Escalante, Director General del Instituto Geográfico Agustín Codazzi, antes de la reubicación, es prioritario y necesario actualizar su Plan Básico de Ordenamiento Territorial (PBOT) y sobre todo introducirle medidas prácticas y efectivas, porque las contenidas en el hoy vigente pecan de retóricas y poco pragmáticas.
“Esta tarea deberá girar en torno a los recursos naturales, como el agua y el suelo, lo que garantizaría que en el momento de presentarse un evento, las consecuencias no sean tan devastadoras. El nuevo PBOT debe contemplar que las rondas hidráulicas estén libres de asentamientos humanos, que las nuevas urbanizaciones se construyan en terrenos con la menor cantidad de riesgos y que se respete la vocación de los suelos, es decir, parar la ganadería extensiva en las zonas de montaña y frenar la deforestación”.
El Director del IGAC aseguró que la entidad desde el mismo sábado se puso a disposición de todos los mocoanos, y que está lista para prestar todo el apoyo necesario en la elaboración de esta hoja de ruta del nuevo Mocoa, a través de sus insumos catastrales, agrológicos y cartográficos, y con el conocimiento y experticia de sus servidores públicos en materia de ordenamiento territorial.
“El IGAC está con Mocoa. Toda la información que maneja la entidad se convierte ahora en un insumo fundamental para identificar los terrenos aptos en donde vivirán los damnificados; la elaboración de un mapa de riesgos que revele las áreas más vulnerables; los usos con los que deben contar sus suelos en cuanto a las actividades productivas; y en la legalidad en la tenencia de las nuevas urbanizaciones”.
Colombia, en ‘mora’ con el ordenamiento
En el país, son 1.102 los municipios que deben contar con hojas de ruta sobre ordenamiento territorial, ya sean Planes de Ordenamiento Territorial (POT), Planes Básicos de Ordenamiento Territorial (PBOT) o Esquemas de Ordenamiento Territorial (EOT).
De este total, 56 municipios deben tener POT (por superar los 100 mil habitantes); 158 con PBOT (entre 30 mil y 100 mil habitantes); y 888 EOT (sitios con menos de 30 mil).
La situación actual de estas figuras de ordenamiento en Colombia es preocupante. 465 POT, PBOT y EOT ya vencieron en su largo plazo (es decir, que ya cumplieron con tres periodos administrativos).
Por su parte, 449 vencieron en el mediano plazo (dos periodos administrativos) y 181 ya empezaron a vencerse en el corto plazo.
“Es el momento de revaluar el ordenamiento territorial municipal y corregir los errores presentados en los esquemas de primera generación. Debemos plantear modelos de ordenamiento adecuados a las nuevas condiciones políticas y legales del país. El caso de Mocoa, cuya revisión es forzosa frente a la calamidad, demuestra que la mayoría del territorio nacional podría repetir esta devastadora tragedia, ya que el ordenamiento es un tema en mora”, puntualizó Nieto Escalante.
IGAC: apoyo para ordenar la casa
Para el proceso de ordenamiento que se debe poner en marcha en Mocoa (y, en general, en todo el país), el IGAC cuenta con un programa de apoyo y acompañamiento, el cual, en 2016, le permitió atender solicitudes a 32 municipios y dos departamentos del país.
Esta estrategia, la cual le otorga a los municipios información cartográfica, agrológica y catastral a diferentes escalas, comprende cinco fases: Un estudio del estado actual de la ocupación territorial; la construcción de un modelo de ordenamiento; la capacitación en manejo de Sistemas de Información Geográfica y de la información geográfica; la elaboración y discusión de recomendaciones sobre el proceso de revisión de los POT; y el acompañamiento en la preparación del proyecto de Acuerdo.
“A través de nuestros equipos técnicos, el IGAC está en capacidad de acompañar y orientar a los municipios para la revisión de sus POT, con un enfoque regional que permita lograr economías de escala e interpretar las posibilidades regionales y no sólo locales”, anotó Nieto Escalante.