Los bancos se quedaron obsoletos

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bancoav1010-1000Hace más de un mes pedí un crédito educativo por 12 millones de pesos en el banco Av Villas de @BancosAval. Les dije que era independiente y me pidieron los extractos bancarios de los tres últimos meses  y un balance de pérdidas y ganancias del último año. Llevé esos documentos y cuando el asesor comercial los vio me dijo: “Sus ingresos están bien, pero la verdad es que para que le prestemos el dinero debe tener un patrimonio superior a los 100 millones de pesos”.

¿Qué? ¿Para un crédito de 12 millones de pesos debo tener casa, carro y beca?, le pregunté. “Así es”, me contestó. “Eso es lo que exige el analista de crédito”. ¿Y qué pasa si a uno no le gusta comprar casa, ni carro? ¿Nunca podría tener el patrimonio que ustedes piden? “Es cierto”, me dijo. “La otra manera de hacerlo es como empleado. Si usted trabaja con algunos clientes, pues pídales que le den un certificado de ingresos mensuales, y listo, en ese caso no tendría que cumplir el requisito de los 100 millones de patrimonio”.

Como la necesidad tiene cara de perro me fui donde mis clientes a decirles que me ayudaran, cada uno, con una certificación que en total sume al menos 4 millones de pesos, requisito que me puso el asesor comercial. Conseguí mis tres certificaciones y adivinen qué: cuando fueron a llamarlos para verificar la existencia de esas empresas les fue difícil contactarlas. Por obvias razones. Mis clientes, al igual que yo, ellos mismos son sus  empresas, y contestan al celular, y no a un número fijo.

Le dije a la asesora del banco AV Villas que por favor llamara a mis clientes a un número celular, que era lo más fácil. “No se puede, solo llamamos a números fijos”, fue su respuesta. El hecho es que después de un mes de ese proceso me di por vencido con ese banco. Llamé  a la universidad para contarles “mi desdicha” y me recomendaron un banco que tiene convenio con ellos para los créditos.


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Se llama Fincomercio y no es un banco como tal, sino una cooperativa de ahorro y crédito. Primero hablé por teléfono con una asesora comercial, quien muy amablemente me dijo: “claro, te esperamos en la oficina que te quede más cerca de tu casa. Solo debes llevar la orden de matrícula y la fotocopia de tu cédula. En 15 minutos de decimos si te aprobamos o no tu crédito”.

Fui hasta la oficina ubicada en la calle 13 con avenida 68 para saber si era cierta tanta dicha, y sí: es cierta. Tienen una ventanilla solo para los créditos educativos, cosa que me ahorró mucho tiempo, pues pareciera que somos pocos los que pedimos dinero para educarnos. Le presenté mis papeles al asesor y listo: 15 minutos después, contados con reloj, el asesor me pasó la carta dirigida a la universidad diciéndoles que mi crédito había sido aprobado.

Salí de ahí sorprendido. Me gasté un mes con un banco que me puso todos los peros del mundo. Un banco que no llama a celulares porque el sistema no lo permite. Un banco que debía verificar una y otra  vez mis ingresos, y que no le cree a mis extractos bancarios.

Y me encontré con un banco que además de darme una tasa de interés más beneficiosa, me había aprobado mi crédito en 15 minutos. Con solo llenar la solicitud. Sin extractos bancarios, sin certificaciones de ingresos, sin balance de pérdidas y ganancias. Sin nada más que mi palabra empeñada, y un pagaré firmado donde me comprometo a pagar.


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Como periodista tengo experiencia en el cubrimiento de la fuente así que indagué con la Superintendencia Financiera para saber quién tiene una cartera vencida más baja (deudores morosos). Si los bancos (que piden hasta el certificado RH y el pasado sexual) para darle un crédito a uno (obviamente estoy exagerando). O las cooperativas de ahorro y crédito que solo les basta con la palabra empeñada y el buen historial crediticio.

El resultado es interesante. Aunque los bancos tienen una cartera vencida más baja: 3,6% en enero de 2017 comparado con 4,2% para las cooperativas de crédito en el mismo periodo , llama la atención que la cartera vencida de los bancos creció más en el último año que la de las cooperativas financieras. Esto si se tiene en cuenta que en enero de 2016 la cartera vencida de los bancos era de 3% (ahora de 3,6%). Mientras que la cartera vencida de las cooperativas era de 4% (ahora de 4,2%).

Conclusión: entre los bancos más endurecen sus condiciones para prestar dinero, sus clientes se cuelgan más. Mientras que las cooperativas de ahorro y crédito flexibilizan sus políticas y robustecen su tecnología y sus procesos para prestar a sus clientes sin misterio. Y parece que ellos les responden bien a esa confianza.

PD: banco AvVillas, el mundo cambió, las empresas de ahora somos personas, que como yo, estamos en la calle todo el día, y que no podemos estar pendientes de un número fijo.

Fuente : http://ricardosolarte.blogspot.com.co/2017/03/los-bancos-se-quedaron-obsoletos.html


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