¿El acuerdo con las Farc va a reducir los cultivos ilícitos?

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image_content_28169741_20170302234359El aumento considerable de cultivos de uso ilícito en Colombia, cuyo último informe de Naciones Unidas reseña un aumento del 39% al pasar de 69.000 hectáreas de hoja de coca sembrada en 2014, a 96.000 en 2015, demostraría que las propuestas adoptadas en el marco del acuerdo de paz con las Farc para disminuir los cultivos carecen de efectividad.

Aún así, Werner Sipp, presidente de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes, JIFE, consideró que gracias al acuerdo final “la situación sobre el control de drogas mejorará”. La razón expuesta por Sipp es que la presencia estatal ausente en zonas dominadas hace unos años por la guerrilla, ya podrá ejercerse, y de esta forma, realizar acciones directas sobre la cadena de producción del narcotráfico y las afectaciones a los dependientes.

“Hemos seguido de cerca la situación en Colombia, tanto los aspectos positivos como los negativos, como es el enorme aumento del cultivo de coca”, comentó Sipp, y agregó que uno de los factores para el crecimiento de estas plantaciones es la eliminación de las aspersiones aéreas.

El informe entregado por la JIFE coincide en dos apreciaciones con el publicado por el Departamento de Estado de EE.UU. Una, el aumento de los cultivos de coca; y la segunda, en que el proceso de paz ayudaría a la disminución de los cocales, sin embargo se diferencian en la cantidad: para UNODC, subieron un 39% entre 2014 y 2015, para el Departamento de Estado el aumento fue del 42%, es decir, de 112.000 hectáreas cultivadas hace tres años, aumentó a 159.000 hace dos.


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¿Ayuda el proceso de paz?

La aspersión terrestre y la erradicación manual de la coca presentarían avances significativos en la disminución del cultivo si son acompañados por una presencia estatal efectiva, y generando economías alternativas a los campesinos que les representen ingresos reales cuando sustituyan los cultivos lícitos.

En esa perspectiva, según UNODC, solo el 32% del territorio afectado por la hoja de coca ha sido intervenido con desarrollo alternativo; no obstante esta intervención ha logrado beneficiar entre 2003 y 2015 a 380 municipios representados en 7.963 veredas, y alrededor de 180.000 familias.

El profesor e investigador de la Universidad del Rosario, Óscar Palma, considera que la posición de Werner Sipp debe reconsiderarse porque si bien el proceso de paz puede ser un escenario beneficioso para disminuir los cultivos, debe tenerse en cuenta cómo se va a implementar lo acordado.

“Que las Farc se desmovilicen es la oportunidad para erradicar con la comunidad, pero debe tenerse en cuenta que la salida de la guerrilla abre un espacio para la entrada de otros grupos a esos espacios y generen las mismas dinámicas de inseguridad”, argumentó el profesor Palma.


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Al anterior panorama se suma el aumento de los cultivos de uso ilícito ante la expectativa de miles de cultivadores que esperan recibir beneficios a cambio de la sustitución, razón por la que incrementaron la siembra como indica el informe entregado por la JIFE, además, la instalación de artefactos explosivos al rededor de cultivos (ver mapa), lo que retarda arrancar la hoja de coca de los territorios.

No hay capacidad

El pasado 14 de febrero, el Gobierno nacional abrió la puerta a la erradicación manual hecha por civiles. La tarea es cubrir 50.000 hectáreas para arrancar la hoja de coca.

Este sistema es calificado por algunos analistas como ineficiente, más aún porque la capacidad de cultivadores motivados por factores como el económico para sembrar una y otra vez coca, es mayor a la de los erradicadores.

Armando Estrada, exministro del Interior, aseveró que el sistema de erradicación manual es lento y la productividad es baja, pero muestra el compromiso del Gobierno para combatir el fenómeno del crecimiento.

“El hectareaje se reduciría muy poco, lo que hace pensar en que el único mecanismo para atacar ese fenómeno es la fumigación, pero esta tiene el problema del daño al medio ambiente y el rechazo social. Mientras el narcotráfico sea rentable, siempre habrá quien siembre”, expresó Estrada.

Aunque el Departamento de Estado de EE.UU. exalta la labor y el esfuerzo de las autoridades colombianas para combatir los cultivos de uso ilícito y el narcotráfico con la incautación de 421 toneladas de cocaína en 2016, y 124 toneladas en 2015, vuelve a ubicar a Colombia como el primer productor mundial de cocaína, así como un país exportador a otras naciones de heroína y marihuana.

Fuente : http://www.elcolombiano.com/colombia/paz-y-derechos-humanos/acuerdo-con-las-farc-y-reduccion-de-cultivos-ilicitos-en-colombia-DX6066005


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