Mientras miles de guerrilleros se desplazaban por los campos colombianos hacia las Zonas Veredales y Puntos Transitorios de Normalización, y centenares de campesinos se preparan para ser testigos y participantes de uno de los primeros pasos para la transición de los alzados en armas a la vida civil, Luceli Narváez López, bibliotecaria de Samaniego, Nariño y Premio Nacional de Bibliotecas ‘Daniel Samper Ortega’, en el 2016, se despedía entre lágrimas de las estanterías, los usuarios y los compañeros de trabajo de la Biblioteca Pública Municipal Cocuyos, a la que había servido por más de diez años.
–¿Dejar la biblioteca? Muy difícil, es algo que duele mucho, lo lloré, lloré mucho, confiesa Luceli emocionada.
Al otro lado del país, en Cúcuta, y con una nostalgia similar a la de Luceli, Gilberto Pabón hacía las maletas y se despedía de su hijo de cinco años con la ilusión de ofrecerle un país distinto.
–Es un sacrificio dejar a un lado a la familia, ir a sitios que para mí son nuevos, que uno no conoce… –expresa Gilberto–, pero a la vez es gratificante porque si yo construyo espacios de paz y tejido social, sé que mi hijo va a tener un futuro mejor.
Luceli y Gilberto, junto a otros 18 bibliotecarios de diferentes lugares del país, dejaron de lado su cotidianidad para hacer parte de un grupo élite con una misión especial: llevar cultura y conocimiento a veredas que históricamente han tenido poca intervención del Estado y que hoy están en el foco de la atención nacional al convertirse en las zonas donde se instalarán los integrantes de las Farc hasta su regreso a la vida civil. Ellos son los Bibliotecarios de la Paz.
La misión
La vereda La Guajira de Mesetas, en el Meta; Los Monos en Caldono, Cauca, o Carrizal, en Remedios, Antioquia, son tres de los veinte lugares del país a los que llegará a partir del 1 de marzo de 2017 una Biblioteca Pública Móvil: un centro multimedia que está compuesto por cuatro grandes cajas de materiales que incluyen 380 libros físicos y más de 200 digitales, juegos de mesa, 17 tabletas, 5 computadores, 15 lectores de libros digitales, 3 cámaras de video, un sistema de audio, un televisor, un proyector y más de 50 películas, además de algunos elementos clave para la prestación de los servicios de una biblioteca, como una planta eléctrica y red wifi local.
Junto a estas bibliotecas, llegarán los 20 Bibliotecarios de la Paz, un equipo interdisciplinario, procedente de diferentes regiones del país y dirigido desde el Ministerio de Cultura, a través de la Biblioteca Nacional de Colombia, que tiene la misión de convertir las Bibliotecas Públicas Móviles en espacios vivos, en los que se fomente la cultura, el acceso al conocimiento y la información, y que espera ser un escenario estratégico para la generación de confianza y la cohesión social.
–Misionalmente, nos hemos trazado un objetivo con la Biblioteca Pública Móvil –describe el Coordinador del Proyecto, Henry García Gaviria–, esperamos que se pueda convertir en un espacio de encuentro que permita el diálogo, la reconciliación, la generación de confianza y la participación ciudadana entre miembros de las comunidades veredales y los excombatientes de las Farc. Lo anterior, es fundamental para que se dé y se contribuya al tránsito a la vida civil de los excombatientes de las Farc.
Estas bibliotecas serán instaladas en instituciones educativas, casetas comunales o sedes de la administración de cada municipio, ubicadas en los límites de acceso a las Zonas Veredales y los Puntos Transitorios de Normalización, por lo que beneficiarán tanto a la comunidad de la vereda como a los excombatientes de la guerrilla, quienes también contarán con servicios de extensión bibliotecaria en sus campamentos.
-Yo espero encontrarme una comunidad deseosa de conocer sobre cultura, lectura, de todo lo que implica una biblioteca en el desarrollo social de una región –dice la bibliotecaria nariñense, Luceli Narváez. Espero encontrarme campesinos, militares y por supuesto, las personas que se están desmovilizando en estos momentos. Espero poder llegar a ellos, de acuerdo a su contexto (…) ofrecerles mucho amor, mucha paciencia.
Por su parte, Gilberto Pabón anhela que después de unos días de puesta en marcha la biblioteca, las personas ya se hayan apropiado de ella y participen de sus actividades.
-Al principio pueden presentarse dificultades –opina Gilberto–, pues las bibliotecas no están arraigadas a su cultura. Pero yo sé que los 20 bibliotecarios que vamos a participar en estas Bibliotecas Públicas Móviles vamos a promover esa cultura. Es importante que la comunidad se involucre; a medida que vayamos generando actividades de promoción y animación de lectura, cine clubes, eso va contribuyendo a que el espacio se convierta en algo integral que beneficie a la comunidad y a los excombatientes de las Farc.
Para estar completamente preparados para cumplir su misión, el grupo de bibliotecarios participa de una capacitación especial del primero al 11 de febrero en Bogotá, en la que recibirá formación de la mano del Ministerio de Cultura y conocimientos específicos sobre los Acuerdos de Paz, ofrecidos por la Oficina del Alto Comisionado para la Paz, aliada en la ejecución del proyecto.
Modelo internacional
Las Bibliotecas Públicas Móviles (Ideas Box) son una iniciativa original de la ONG francesa Bibliotecas Sin Fronteras, la cual se ha desarrollado en diversos contextos de crisis o de conflicto, como el terremoto de Haití de 2010, los campos de refugiados sirios en Jordania y Líbano, y la reciente crisis de los refugiados en Europa.
Todo empieza en Haití, con el terremoto –explica Yoann Vincent, encargado de proyectos de Bibliotecas Sin Fronteras–; allí la gente no tenía acceso a las bibliotecas y la cultura. Entonces, el proyecto empieza con maletas de libros destinadas a los afectados. Después la idea fue crear una biblioteca, un espacio seguro, donde la gente pudiera acceder a tabletas, computadores, libros, aplicaciones educativas, etcétera.
Para el Ministerio de Cultura, esta experiencia resultaba valiosa para el actual proceso de paz y por ello, en el marco del Plan Nacional de Lectura y Escritura Leer es mi cuento, adelantó, con una inversión de 2 millones de dólares la compra de 20 Bibliotecas Públicas Móviles a Bibliotecas Sin Fronteras, que incluye la asesoría de un equipo de 7 expertos de la organización que acompañarán la labor de los Bibliotecarios de la Paz y aportarán su experiencia de trabajo en campo.
– Desde el Gobierno Nacional, vimos que este modelo de bibliotecas se ha puesto en ejercicio en países que como el nuestro han sido víctimas de conflictos, y en esos países se han convertido en unos espacios de mediación y de reconciliación muy importantes –señala Consuelo Gaitán, Directora de la Biblioteca Nacional de Colombia–, nosotros creemos que con la experiencia que tenemos a través de la Red Nacional de Bibliotecas Públicas, podemos contribuir, por medio de la cultura y la interpretación de los diferentes creadores sobre la realidad de Colombia , a conocer otros relatos de la historia de nuestros país, sus dramas, y posiblemente podamos entender las causas de diferentes actuaciones, lo cual es fundamental en este proceso que todos estamos construyendo.
200 Bibliotecas para la paz
El Ministerio de Cultura está convencido de que la cultura y la educación son herramientas transformadoras de la sociedad que permitirán construir la Colombia en paz que todos queremos. Por eso el propósito para el año 2018 será entregar a los colombianos 200 bibliotecas públicas, construidas y dotadas, especialmente en las zonas afectadas por el conflicto armado o por la pobreza. Estos espacios contarán con una adecuada conexión a internet, junto a una constante labor de capacitación y formación de sus bibliotecarios.
Las bibliotecas se crean en el marco del Plan Nacional de Lectura y Escritura ‘Leer es mi cuento’ que tiene como meta aumentar el índice de lectura del país, pasando de 1.9 a 3.2 libros leídos por habitante al año.
Fuente : http://www.las2orillas.co/bibliotecarios-colombianos-la-paz/