Durante el año 2016 se han reportado 232 casos de agresiones por animales potencialmente transmisores de rabia humana, 42 casos más que el año 2015. En promedio se atiende 5 casos por semana. Las mordeduras a los niños representan el 22% de los casos totales.
El 99 % de los animales que causan la agresión son perros, el 75 % de las victimas manifiestan que desconocen el propietario y en consecuencia no se conoce si el animal ha sido vacuna o no. Situación que conduce a no observar al animal agresor durante 10 días, tal como lo refiere el protocolo de vigilancia.
Este tipo de lesiones también pueden transmitir otras enfermedades como infecciones por las bacterias presentes en el hocico del animal durante la mordedura, además de lesiones traumáticas como heridas, abrasiones, desgarros, perdida de tejido entre otras, generando repercusiones hacia todo el organismo como la incapacidad funcional o la amputación, afectando la salud mental de las víctimas y dejando secuelas como cicatrices.
CÓMO EVITAR EL ATAQUE DE UN PERRO
Aprendiendo a sospechar si un perro es agresivo:
Algunos comportamientos pueden ayudar, por ejemplo: ladrido excesivo, tendencia a gruñir o chasquear para proteger los alimentos, sobreprotección de sus/las posesiones, temor ante nuevas situaciones (neofobia) o de los desconocidos, ataques graves contra otros animales (los gatos o el ganado), intentos de montar las piernas de personas, chasquido y gruñido cuando se le acaricia o levanta, persecución de bicicletas, patinetas, automóviles y camiones, escapes repetidos del hogar y períodos largos de merodeo libre.
- Además, evite ir a una propiedad privada, a menos que sea expresamente invitado. No corra frente a un perro amenazante. Sólo estimula el perro a la agresión.
- Mantenga su terreno y demuestre predominio moderado sobre el perro en el tono de su hablar. Evite contacto visual directo, lo que el perro interpreta como un reto. En cambio, parezca no retador.
- Cuando el perro empieza alejarse, tratar de retirarse de nuevo, lentamente, manteniendo el perro a la vista sin prestar mucha atención a ello. Si el perro vuelve, detenerse y esperar hasta que se ponga en camino nuevamente.
- No trate de poner distancia con el perro en una bicicleta. Deténgase, desmonte y esté con la bicicleta entre usted y el perro. Sin algo a perseguir, el perro puede perder el interés.
- No trate de acariciar un perro extraño que vaga libre. Nunca intente tocar o acariciar un perro que esté comiendo o durmiendo.
- No dude para saltar sobre un automóvil, trepar un árbol o requerir ayuda si usted es amenazado. No dude en pedir al dueño de los perros que lo sujete, hasta que lo reconozca claramente como un amigo.
- Evite cualquier encuentro con perros adiestrados para guardia. Determine si cualquiera está patrullando antes de que usted camine un área nueva.
- Informe sobre todos los perros agresivos perdidos, o incidentes de mordeduras.
- Deje el perro que le huela. En la mayoría de los casos, se irá tan pronto se dé cuenta de que usted no es realmente una amenaza.
- Como un último recurso, tirar o pretextar tirar un objeto a un perro agresivo.
Si es atacado
- «alimentar» al perro con algo más: su chaqueta, bicicleta, bolso, libros, etc. para distraerlo.
- Si cae durante un ataque, adquirir una posición fetal, y usar sus manos para proteger su cabeza y el cuello.
Si ha sido mordido
- Buscar la atención médica de inmediato.
- Controlar el sangrado y lavar el área de la mordedura con jabón y el agua.
- Proporcione durante la atención médica y a las autoridades una descripción exacta del perro, las circunstancias alrededor de la mordedura y la identidad del dueño de perro, si se sabe.
- Completar el esquema de vacunación ordenado por el médico tratante cuando la exposición es clasificada como leve y /o severa.
Fuente de información: área de epidemiología ESE HJMH