La contaminación de fuentes hídricas producto del desarrollo de actividades de minería ilegal, como la extracción de oro en por lo menos tres municipios del medio y bajo Putumayo, está generando impactos negativos e irreversibles en los ecosistemas que resultan involucrados en la práctica de esta indiscriminada actividad, que cada día parece crecer desbordadamente, sin que hasta el momento se evidencien acciones efectivas por parte de las autoridades competentes para combatir el devastador fenómeno.
De acuerdo a los testimonios de varios campesinos, en especial integrantes de comunidades indígenas asentadas en las zonas más críticas, los municipios con mayor presencia de esta práctica de la minería ilegal son, Puerto Caicedo, Puerto Asís y Villagarzón, en los cuales por lo menos una decena de ríos y quebradas están siendo alcanzados por la fuerte contaminación que genera la extracción ilegal de estos minerales.
“Estamos supremamente preocupados por la contaminación del medio ambiente; nosotros somos cinco veredas de aproximadamente 400 habitantes que estamos afectados”, indicó Belarmino Largo, miembro de la guardia indígena del pueblo Nasa, quien reside en una de las veredas, que quizás tiene la mayor contaminación de sus aguas, en zona rural del municipio de Puerto Caicedo.
El indígena cuestiona la manera de cómo se está desarrollando esa actividad; “eso no es ninguna minería artesanal; está bajando puro lodo y nosotros, eso es lo que estamos consumiendo en nuestros hogares”, explica; señalando que las veredas más críticas por esta práctica son, La Independencia, Nueva Arabia, Matecaña y la Floresta, todas pertenecientes al municipio de Puerto Caicedo.
Por otro lado Phanor Guazaquillo, concejal del municipio de Puerto Asís, explica que una situación similar o peor, la están viviendo las comunidades que habitan las riberas del rio Piñuña Blanco, en el corregimiento del mismo nombre, en donde según él, además de los graves problemas de contaminación, también se han comenzado a registrar choques entre las comunidades que exigen que estas actividades se frenen y quienes trabajan explotando minerales ilegalmente.
“Se han hecho algunos acercamientos con las personas que ejercen esta labor y tenemos conocimiento de que ya se han dado amenazas contra los líderes y presidentes de acción comunal que defienden los derechos de las comunidades afectadas”, indicó Guazaquillo, reafirmando el compromiso de realizar acompañamiento a la población que sufre estos perjuicios, de la mano de las autoridades competentes que deben velar por la conservación del medio ambiente.
Dentro de las propuestas para visibilizar la crítica situación por los graves impactos, el cabildante propone convocar a los integrantes de los concejos municipales de Puerto Asís, Puerto Caicedo y Villagarzón, para hacerle frente común al fenómeno que está acabando con ríos y quebradas en esta región del Putumayo. “Vamos a evaluar el tema con los concejales de Villagarzón y Puerto Caicedo, y vamos a hacer un llamado a los alcaldes, porque ellos también tienen responsabilidad y mirar que acciones se van a tomar”, puntualizó el líder.
De acuerdo a la información de comunidades campesinas e indígenas, en Villagarzón las quebradas afectadas por la contaminación son, Oroyáco, cuyas aguas surten el acueducto del corregimiento de Puerto Umbría, las quebradas Sambíco y Naranjito, mientras que en Puerto Caicedo, los ríos, Quebradón, Picudo, Coqueto, El Cocayá y Piñuña Blanco, los cuales también atraviesan territorio perteneciente al municipio de Puerto Asís.
También en base a los testimonios de las comunidades que denuncian esta situación, se pudo conocer que las zonas en donde más se estaría intensificando la explotación minera ilegal, se encuentran en jurisdicción de las veredas, Oroyáco, La Palanca, El Naranjito, Caruzo, Playa Rica, Cedral, San José y Matecaña; la mayoría pertenecientes al municipio de Puerto Caicedo.
Fuente : ConexiónPutumayo