Por : Alberto Lleras Fajardo – Septiembre 03-2016
Tengo tantas emociones encontradas que me confunden entre la nostalgía, la alegría y la esperanza de haber podido volver a encontrarme con el recuerdo del ayer.
No es cosa del otro mundo pero sí representa para mí un acontecimiento el hecho de haber tenido el privilegio de ser protagonista de un episodio que alienta mi alma, anima mi espíritu y me hace entender que sí hay un nuevo camino para la Paz.
Precisamente se trata de una cita que por esas cosas de mi trabajo cotidiano cumplí ayer sábado 03 de Septiembre iniciando el recorrido desde Puerto Guzmán por vía terrestre en una Motocicleta con el delegado del Alcalde de este Municipio Wilber Landazury, con quien llegamos en dicho medio de transporte hasta Puerto Rosario, de ahí abordamos un pequeño bote y por vía fluvial desembarcamos en la Vereda el Caraño, pisamos tierra firme para tomar el camino boscoso , fresco y agradable construido desde hace tiempo atrás por las manos laboriosas de los labriegos que habitan esta región por el que caminamos durante una hora para finalmente llegar a la Vereda La Samaritana a cumplir la cita con la Comunidad. Los resultados de la reunión nos los comento aquí porque eso lo haré en otro artículo más específico en el que resumiré los compromisos adquiridos y paso continuar con la esencia del comentario inicial
Hago este punto aparte para comentarlo con letras de oro, lo de mis emociones por esta experiencia enriquecedora y nostálgica pero esperanzadora por el hecho de haber tenido la oportunidad y garantía de volver por aquel camino verde que hace un poco más de treinta años recorrí también por esas cosas de mi trabajo cuando en aquella época acompañábamos con cierto temor y en condiciones distintas a aquel lider inolvidable Don Gilberto Flórez Sanchez (Q,E,P,D).
Hoy treinta años después volví a esta vereda y el primer personaje que me recibió fué el Lider Comunal quien de inmediato pronunció mis nombres y apellidos y me dio un fuerte abrazo de bienvenida diciendome que aún me recordaba desde aquea vez , eso me generó confianza me sentí como en casa y de ahí en adelante hicimos remembranzas con él y otra serie de amigas y amigos con quienes recordamos el pasado.
Algunos amigos ya se han marchado, en su mayoría dejando sus pertenencias al amparo de la selva y con la nostalgia de abandonar los esfuerzos de su trabajo por el flagelo de la guerra que ahí durante tanto tiempo fue el cotidiano vivir. Este fue el pasaje triste que no hubiese querido ver; sinembargo me alentó el nuevo episodio de experimentar en carne propia un camino despejado y en paz que pude recorrer sin tropiezo alguno y anonadado por este trayecto del camino verde libre, despejado y custodiado de gigantescos arboles que se levantan a sus orillas como testigos mudos del otrora y como guardianes imponentes y frondosos que al ondear de sus ramas emanan el aire fresco abriéndole paso a tu andar como queriendo insinuar que aquí ya hay nuevos vientos de Paz.
Para retornar a mi sitio de origen preferí hacerlo solo por eso dejé que mis compañeros de travesía se vayan adelante porque quería caminar sin que nadie me interrumpiera en mi intención de poder captar más sensaciones de esta extraordinaria experiencia y lo cumplí. Caminé solo dejándome envolver de la frescura, la tranquilidad y la majestuosidad del encantador camino verde y boscoso; mientras en mi pensamiento a cada paso que daba, afloraban inmensas sensaciones pero conjugando en mi mente múltiples ideas como por ejemplo la de promover el turismo ecológico ahora que ya se puede transitar por estas regiones con sus caminos libres y despejados que le abren paso al encuentro con la naturaleza en Paz.
Ahora para ir a la Vereda Samaritana ya lo puedes hacer solo sin que necesites compañía ni prevenciones de inseguridad porque ya la guerra pasó y depende de Nosotros para que no vuelva.
Tal vez no sea Yo el mejor escritor pero con el perdón de mis lectores escribí esta improvisada descripción con la que quise compartir esta inolvidable, nostálgica pero a la vez alegre y esperanzadora experiencia de Paz por los campos de mi región.
Finalmente es preciso aseverar que otra de las cosas reales es que hasta aquí la ausencia absoluta de la inversión social por parte del Gobierno Nacional es el factor predominante que no tiene justificación alguna.
Alberto Lleras Fajardo.