Los 22,8 billones de pesos, que en comparación con el 2013 dejará de recibir el país por cuenta de la caída en la renta petrolera, representa una baja en regalías, mas en las regiones -este año-, según Planeación Nacional, no habrá mayor impacto sobre la inversión.
No son pocos los que se trasnochan por esta reducción, toda vez que hay 28, de 33 departamentos que son alta o medianamente dependientes de recursos distintos a los que logran generar con su esfuerzo propio.
Los casos de mayor dependencia son Putumayo y La Guajira, con indicadores por encima del 90 por ciento.
En esas regiones, particularmente inquieta la idea de que el país seguramente no volverá a contar con cifras como las del pasado, cuando se tenían presupuestos bianuales de regalías por 18 billones de pesos.
Más aún, si las proyecciones que tiene el Gobierno para el futuro, dan cuenta de que, las vacas flacas de las regalías no serán pasajeras.
El Ministerio de Hacienda estima que el recaudo anual, de aquí al 2019, estará por encima de los 4 billones de pesos ($ 4,8 billones). Esto es el equivalente al 88 por ciento de lo que tenían previsto ahorrar las regiones en dos de los fondos que guardan recursos de regalías: el FAE (Fondo de Ahorro y Estabilización) y el Fonpet (Fondo de Pensiones Territoriales).
Las cuentas venideras no son para nada halagadoras. Se estima que el precio de liquidación de las regalías minero-petroleras se reducirá en un 79 por ciento en el 2016 y en los siguientes años las caídas serán similares.
Inversión, ya golpeada
La preocupación crece en las regiones porque la bolsa de regalías ya venía golpeada: tuvo que acudir a un aplazamiento del 27 por ciento de los recursos previstos para 2015 y 2016, equivalentes a 4,9 billones de pesos.
Según datos de Planeación, el mayor aplazamiento se hizo en los fondos de inversión, que perdieron 2,6 billones de pesos, el 30 por ciento de lo que tenía previsto mover en los dos años.
A ello se le suma que continúan existiendo focos de corrupción en torno al manejo de estos recursos. Es así como, recientemente, la Contraloría realizó varias auditorías y estableció 209 hallazgos ligados a malos manejos en más de 92.000 millones de pesos, en lo corrido del 2016.
Los Llanos Orientales se ubicaron en el primer lugar, entre las regiones con más recursos embolatados: 33.000 millones de pesos.
Pese a estos antecedentes, el DNP, tras una evaluación a la situación de las regalías, concluye que “hay recursos suficientes para mantener el ritmo de inversiones”.
Esto, porque la estrategia para mitigar la menor cuantía en regalías, permitiría disponer de 1,4 billones de pesos, provenientes del desahorro del FAE y de la utilización de los recursos del Fondo de Desarrollo Regional adjudicados a la compensación, para casos como el que se está viviendo.
Inclusive, la entidad rectora del sistema de regalías estima que, “si se deteriora aún más el SGR, se cuenta con mecanismos de compensación similares a los ya usados en el bienio 2015-2016”.
Para Planeación, el reto es “lograr hacer más con menos”, priorizando los proyectos que realmente se necesitan, focalizándolos en lo que logre mayor impacto regional.
Pero la Federación de Departamentos no está tan convencida. Según Ana Aristizábal, subdirectora del Centro de Estudios regionales, el fondo dispuesto para época de vacas flacas, el FAE, solo tiene 900 mil millones de pesos, lo que no alcanzará para tener un buen ritmo de inversión
Ejecución lenta
Un punto que ahora puede servir, pero que no necesariamente es positivo es que el ritmo de la ejecución no va de la mano con el de la aprobación de proyectos. En consecuencia, se dispone de saldos que podrían ser utilizados ahora y que podrían alcanzar los 6,1 billones de pesos, lo que para Aristizábal, es menor a los montos de inversión que se tuvieron en 2013 y 2015.
Mientras Planeación estima que, “si mantenemos el mismo ritmo de absorción de recursos (67 %), para los próximos años (2017-2019) la disponibilidad será suficiente”, la Federación de Departamentos sostiene que de los saldos, 1,6 billones de pesos corresponden al Fondo de Ciencia y Tecnología, que no ha podido ejecutar a buen ritmo por cambios en las reglas del Ocad (órgano decisorio) en este tema.
A ello se le agrega que algunos analistas advierten que una vez se haga el desahorro el país no volverá a tener disponibilidad de recursos para alimentar el colchón que estaban acumulando las regiones con las regalías. Muestra de esto es que, a finales del 2014, el precio del petróleo cayó por debajo de la barrera de los 100 dólares por barril y en enero de este año ya estaba registrando el nivel más bajo en 16 años (26,01 dólares/barril).
En cuanto a la producción, en el Marco Fiscal de Mediano Plazo el Gobierno estima que en el 2016, cuando todavía hay buen nivel, el pronóstico está por debajo del millón de barriles diarios (921), meta mínima en años anteriores.
Para los próximos años la tendencia en la proyección es descendente.
Lo cierto es que la mina en la que muchos años se basaron las finanzas territoriales se agotó, por lo que la Contraloría General, indicó que, tanto el Gobierno Nacional, como los entes territoriales, “deben asimilar que los recursos petroleros y las rentas generadas no son permanentes”. Por lo tanto, agregó que hay que empezar a considerar la vulnerabilidad financiera debido a la dependencia que se tenía de los recursos petroleros, a fin de minimizar sus efectos.
Contrario a lo que estima Planeación, la Contraloría ve una amenaza sobre el sostenimiento del ritmo de las finanzas públicas, lo que podría conducir a nuevos y repetitivos recortes de gasto que terminen llevando al traste las expectativas de desarrollo que ha tenido Colombia en los últimos años.
ECONOMÍA
http://www.eltiempo.com/economia/indicadores/planeacion-habla-de-regalias-en-2016/16644302