La Policía Nacional pone en evidencia a los cabecillas de las Bandas Criminales (Bacrim) y ofrece recompensas de hasta 3 mil millones de pesos.
El cartel de los más buscados es encabezado por Darío Antonio Usuga David, alias “Otoniel”, jefe de “Los Urabeños”. Es seguido por Roberto Vargas Gutiérrez, alias “Gavilán”, segundo en esa organización, y Carlos Antonio Moreno, alias “Nicolás”, considerado un jefe Bacrim por su estrecha alianza con “Los Urabeños” y dedicarse al narcotráfico, el contrabando y los homicidas selectivos.
Estos delincuentes focalizan el actuar delictivo en el tráfico de drogas, tienen un cuerpo armado, no defienden ideología política o contrainsurgente, diversifican sus actividades ilegales para aumentar los ingresos y en época electoral, constriñen a los votantes para que sus aliados ocupen las dignidades locales y obtener contratos.
El debilitamiento de estas estructuras generó que los delincuentes comunes usen la expresión Bacrim como sello de mensajes amenazantes o panfletos. La palabra Bacrim se convirtió en una franquicia criminal, con la que extorsionistas, ladrones y otros bandidos, buscan aumentar el nivel de amenaza sin pertenecer a esas organizaciones. Las bandas criminales están definidas por sus cabecillas, zonas de injerencia y perfil criminal. Cualquier actividad delictiva por fuera de esos parámetros, no puede ser considerada Bacrim, pero será perseguida con todo rigor.
Banda Criminal “Los Urabeños” Delinque en algunos municipios de la Costa Atlántica, Antioquia, Norte de Santander y en los bordes del pacífico colombiano entre Chocó y Valle del Cauca. Darío Antonio Úsuga David, alias “Otoniel”, es el cabecilla de la organización. En su contra hay 57 órdenes de captura por concierto para delinquir, homicidio agravado, desplazamiento forzado y desaparición. Lo siguen Roberto Vargas Gutiérrez, alias “Gavilán”, y Carlos Antonio Moreno Tuberquia, alias “Nicolás”.
Banda Criminal “Rastrojos” Su actuar está concentrado en la región fronteriza con Venezuela, algunos municipios de Bolívar, Magdalena, Sucre, y en la zona costera de Valle del Cauca y Nariño. Los recursos los obtiene del narcotráfico, el contrabando de hidrocarburos y la extorsión.