Lo primero que tuve que hacer fue un esfuerzo para entender su nombre, estamos acostumbrados a que nos presenten a Camila, Natalia, Catalina, Daniela; muy rara vez nos presentan a Aty Gunnara Jamioy.
Su padre pertenece a los Kamëntsá en la región del Valle del Sibundoy, en el departamento del Putumayo; y su madre los Ika o Arhuacos de las cuencas altas de los ríos Aracataca, Fundación y Ariguaní en la Sierra Nevada de Santa Marta, en los departamentos del Cesar, Magdalena y la Guajira. Aty es un maravilloso milagro que une dos de las regiones más fascinantes de nuestro país.
En Colombia existen 68 lenguas nativas, 65 indígenas, dos lenguas criollas y la lengua romaní. Aty aprende sobre esta gran diversidad. Es estudiante de lingüística, amante de la medicina por la tradición y enseñanzas de sus abuelos, y amante de la música.
Cada minuto con ella fue una oportunidad para aprender de lo nuestro, de nuestras etnias, de nuestras tradiciones, de lo que somos; porque también somos Kamëntsá, Embera, Makuna, Senú, Kankuamo, Uitoto, Guane, Kogi, Arhuacos, somos colombianos.
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