Por el Mag. Gerardo Franco Sánchez Narváez
En el país colombiano existen poblaciones con un sello impreso por quienes nacieron o vivieron por algún tiempo en esos lugares. Así a Pupiales en Nariño se lo conoce como la Cuna del pensamiento porque allí nacieron intelectuales que influyeron en la vida nacional. Piedecuesta en Santander es la Ciudad educadora porque es cuna de pedagogos que contribuyeron al desarrollo de las comunidades. En el Putumayo hay un pueblito escondido en la manigua a orillas del caudaloso Caquetá y rodeado por plataneras y limonares de donde sale su nombre de Puerto Limón para unos y el Limón para otros. Es habitado en su mayoría por un asentamiento de gente de color descendiente de afrocolombianos de Barbacoas ( Nariño ) y por eso veneran la réplica de la Virgen de Atoche porque la original de oro macizo se encuentra en aquella ciudad. De aquí también son oriundos o permanecieron largo tiempo ilustres personajes como el Magister Wasingthon Coronel, el Representante a la Cámara Gilberto Flórez Sánchez ( Q.d.D.g. ), la dirigente cívica Luz Angela Flórez, el contador Arquímedes Chaves, el virtuoso Sacerdote Orlando Mesa, el Rector del Pío XII Mesa Sevillano y el Represente a la Cámara por el Partido Conservador Abogado Ernesto Muriel Silva, entre otros.
El Abogado Ernesto Muriel Silva hizo sus estudios primarios y secundarios en el Putumayo para después de Bachiller ingresar al nivel superior en la Universidad Santiago de Cali en donde obtuvo el título en Derecho y Ciencias Políticas. Su familia la conforman la Especialista Fabiola Ospina y sus tres hijos Ernesto Jr, Angela y Natalia Muriel Ospina, distinguiéndose por su buen ejemplo y demostraciones de unidad y cariño.
Al regresar de Cali como Abogado fue llamado a ocupar el cargo de Secretario de Gobierno Intendencial, el cual lo desempeñó con lujo de competencia aplicando las leyes, haciéndose conocer y apreciar de la gente de toda la Intendencia del Putumayo, dando comienzo así a su carrera política.
En convención fue escogido como candidato y posteriormente elegido como Representante a la Cámara por el Partido Conservador del Putumayo. En uso ya de sus funciones en un primer momento se dedicó de lleno a la formulación de varios proyectos entre los cuales recordamos la conformación de Cosurco que venía a ser una entidad para conseguir auxilios de carácter nacional y el proyecto que luego se convirtió en Ley de la República creando el I. T. P.
La Ley es la No 65 de 11 de Diciembre de 1.989 por la cual se crea El Instituto Tecnológico del Putumayo. Creo conveniente a continuación citar algunos artículos y literales importantes:
“ Artículo 1º.- Créase en la ciudad de Mocoa con subsede en Sibundoy, Intendencia Especial del Putumayo, un Instituto de Educación superior, que se denominará “ Instituto Tecnológico del Putumayo “, como establecimiento público de carácter académico del orden nacional, con personería jurídica, autonomía administrativa y patrimonio independiente adscrito al Ministerio de Educación Nacional.
Artículo 3º – a) Ampliar las oportunidades de ingreso a la educación superior, de preferencia a las personas de escasos recursos económicos. c ) Fomentar la investigación científica y tecnológica en el campo de las áreas del conocimiento, propias de su actividad académica.
Artículo 6° – El patrimonio y fuentes de financiación del Instituto están constituidas por: a ) Las partidas que se le asignen dentro de los presupuestos Nacional, Intendencial, Municipal e Institutos y Empresas del Estado.
Artículo 7° – La dirección del Instituto Tecnológico del Putumayo corresponde al Consejo Superior, al Rector y al Consejo Académico, atemperándose a las funciones establecidas por el Decreto-ley 80 de l.980, en los Capítulos II y III del Título III.
Públíquese y ejecútese. Bogotá, D. E., Diciembre 11 de 1989. VIRGILIO BARCO. Presidente de la República. “
Fue también Notario Público del Municipio de Mocoa, cargo en el que demostró honorabilidad y capacidad y del cual tuvo que retirarse por quebrantos de salud.
Las acciones anteriores son los rasgos de este abnegado profesional, del politólogo sagaz, del patriota insigne que continúa viviendo en su tierra, del caballero a carta cabal, del límpido espejo en el que se pueden mirar las presentes y las futuras generaciones.
Estas frases se pueden considerar como un ramillete en que a las palabras reemplazan a las flores para recordarle al Abogado Ernesto Muriel Silva que le cumplió al Putumayo y que se le considera como un hijo predilecto de su territorio.