La administración de Ecopetrol y la Unión Sindical Obrera, USO, condenan los atentados contra la infraestructura petrolera ocurridos en las últimas semanas que han causado un grave daño ambiental y social en cuatro departamentos del país.
Los trabajadores de la Empresa sin distingo de nómina exigen el cese inmediato de los ataques que ponen en riesgo la vida de funcionarios directos, contratistas y personas de las comunidades que laboran y viven alrededor de las operaciones de la industria en Norte de Santander, Nariño, Putumayo y Arauca.
En los últimos días, grupos al margen de la ley han intimidado a las comunidades, han hecho hostigamientos contra helicópteros al servicio de Ecopetrol y han impedido a los trabajadores realizar de una manera efectiva las reparaciones de los oleoductos y el control de los derrames de crudo en los ríos y en el mar, especialmente en Norte de Santander y en Nariño.
Ecopetrol y la USO consideran inaceptables estos hechos que atentan contra la población civil, especialmente comunidades vulnerables; impiden el acceso a servicios públicos esenciales como el agua; violan el derecho a la vida, el trabajo, la libre movilización; y afectan el medio ambiente en zonas que son reconocidas por ser unas de las más ricas en biodiversidad del mundo. Estos hechos van en contra de la convivencia pacífica y el bienestar de los colombianos.